*Desde 2014 al menos 334 venezolanos han muerto en el contexto de manifestaciones pacíficas y asesinatos selectivos a disidentes.
**Debido a las violaciones de derechos humanos, falta de libertades e implosión de la democracia, más de 8 millones de los venezolanos han tenido que migrar.
*La pobreza en Venezuela llega al 80 por ciento de la población con un salario mínimo de solo 5 dólares mensuales.
Expediente Público
La libertad y autonomía de los sindicatos venezolanos es una lucha constante para los miembros de estos gremios, que se enfrentan a diario con la represión y hostigamiento del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, por figurar como traidores a la patria y barreras impuestas por instituciones gubernamentales para ejercer y demandar el respeto de sus derechos.
Una investigación hecha por el Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin), “Reestructuración de las organizaciones sindicales ante un proceso electoral entre enero a diciembre del año 2022”, reveló cómo la organización sindical sigue dando la batalla en Venezuela, apoyándose en la unidad, la afiliación de nuevos miembros y de la experiencia acumulada de sus dirigentes y cómo se conforma.
El trabajo hecho por Inaesin tomó como muestra referencial a 67 líderes sindicales, profesionales o sociales del territorio venezolano, indicando que el 47.71% de los encuestados tienen cargos dentro de su organización sindical y tan solo el 10.45% de los puestos son ocupados por mujeres, mostrando una alta brecha de desigualdad en términos de género.
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Disminución del movimiento social
Nelson Landáez, directivo de Inaesin, aseguró en un reporte que “el objetivo de esta investigación es determinar a raíz de la libertad y autonomía sindical, una valoración crítica y científica, del impacto que ha generado la suspensión de los lapsos en materia sindical, gremial y electoral” que ha provocado una preocupante disminución del movimiento sindical.
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El trabajo hecho por la instancia también develó cómo la situación de económica que enfrentan los trabajadores venezolanos con un salario mínimo de 5,18 dólares, que no les permite sustentar sus necesidades básicas, afecta en gran medida la autonomía administrativa de los sindicatos venezolanos.
“Las organizaciones sindicales han atravesado un largo proceso de reingeniería para contrarrestar el exterminio sistemático a la cual han sido sometidas durante los últimos 20 años; las cuales han subsistido gracias al espíritu democrático de sus afiliados”, dice Inaes en el informe.
Sindicato de trabajadores en la lucha
Roymer Durán, presidente del Sindicato de Maestro del municipio Acevedo, en el estado de Miranda, dice a Expediente Público que la libertad y la autonomía sindical no se puede realizar en Venezuela, pero a pesar ello sigue al frente de la lucha magisterial en conjunto con una coalición conformada por otros cuatro sindicatos.
Además, denuncia que el trabajo sindical en su gremio se ha visto entorpecida por el actuar de la ministra de Educación, Yelitze Santaella, a la que le han demandado el respeto de la acción docente, así como por la persecución que realizan funcionarios gubernamentales y los colectivos, que son grupos civiles armados que controlan algunas zonas del país con armas.
Los maestros, señala Durán, trabajan en la lucha social por la reivindicación salarial de cada uno de los trabajadores.
“Aquí no se puede realizar la libertad sindical, primero porque tenemos un Estado patrón donde nos tienen perseguidos, donde nos tiene sitiados y donde nos tienen coaccionados de una manera u otra”, dice.
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Este pasado primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, Maduro ofreció un discurso en el que no anunció un aumento salarial, que era esperado por los venezolanos. El último incremento salarial ocurrió en marzo de 2022, ubicando el salario mínimo en 130 bolívares, según La Gaceta Oficial de Venezuela, unos 28 dólares, de acuerdo a la tasa de cambio de ese momento.
Con la actual devaluación del bolívar frente al dólar, un año después el salario mínimo actual tiene un valor de 5 dólares.
Acoso y represión
Además, sostiene que el régimen venezolano, a través de las instituciones, emplean estrategias, entre ellas el terror sicológico, para amenazar a los agremiados de que, si participan de manifestaciones u otras acciones, tendrán consecuencias.
El líder sindical menciona que la credibilidad en el discurso de la dirigencia sindical regional y nacional ha perdido valor, lo que ha provocado la deserción de los miembros sindicales al no obtener los objetivos propuestos a corto plazo.
Como muestra, pone en contexto las movilizaciones que han realizado en estos últimos cuatro meses en Acevedo y que alcanzaron una participación de hasta 2,300 trabajadores. Sin embargo, la última movilización que realizaron el pasado jueves 4 de mayo solo contó como 780 trabajadores.
“Libertad sindical no la hay, liderazgo sindical sí lo hay. La base está haciendo su trabajo, pero, la dirigencia nacional tiene otros horizontes, tiene la vista puesta en otro lado y no da la respuesta a lo que realmente quiere la base”, sostiene.
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Durán denuncia que los trabajadores son víctimas del acoso y las amenazas de amonestaciones, por lo que tienen que esperar el cumplimiento de los requisitos para pronunciarse y evitar que el régimen venezolano tengan fundamentos para actuar en contra de ellos. “Ahorita pretenden satanizar el gremio de educación, haciéndolo ver como traidores a la patria, por exigir lo que por ley les corresponde”, señala.
Situación de los derechos laborales
En materia de derechos humanos y derechos laborales, la situación es muy crítica para los venezolanos, dice a Expediente Público la abogada Martha Tineo, cofundadora y coordinadora general de la organización Justicia, Encuentro y Perdón de Venezuela, quien asegura que el discurso del régimen de que Venezuela se arregló, es completamente falso.
Tineo sostiene, además, que quienes ejercen la labor sindical forman parte de la “lista de enemigos internos” del régimen de Maduro y expone la situación del desconocimiento al que se enfrentan los movimientos sindicales cuando el régimen acuerda negociaciones con organismos internacionales de protección al derecho al trabajo y no se les incluye.
Este tipo de mesas de trabajo resultan fallidas, dice, pues quienes sí participan son sindicatos aliados y creados desde las fuerzas propias de la dictadura y avalan las políticas del Gobierno.
Sindicatos venezolanos en protesta
“Tenemos todos los días, en todo el territorio nacional, manifestaciones de grupos de trabajadores, de grupos de sindicatos, en las calles manifestando, reclamando la vigencia plena de sus derechos y todas esas reclamaciones son absolutamente desatendidas por el Ejecutivo Nacional”, señala, recalcando que las políticas de cercamiento, criminalización y estigmatización de derechos humanos se sostiene en el tiempo.
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Tineo denuncia que, hasta la fecha, el régimen o mantiene encarcelados seis a sindicalistas venezolanos por razones políticas de una lista de 317 que registra la organización con la que trabaja. “Perseguidos por haber ejercido su derecho a la asociación, a la reclamación de condiciones de trabajo justas y sueldos dignos”, dice.
La organización Justicia, Encuentro y Proceso tiene en sus registros 334 casos de asesinatos por motivos políticos, ocurridos desde 2014 hasta la fecha, aunque considera que «solo es una cifra», pues las víctimas fatales son muchas. Estas víctimas perdieron la vida haciendo uso de su derecho a manifestarse.
Migración influye en el sindicalismo
La investigación del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) asegura que la migración de venezolanos ha incidido “significativamente dentro de la democracia sindical”, así como otras áreas como la falta de capacitación electoral sindical, la resistencia a las reformas estructurales, la renovación dirigencial, el abrir nuevas oportunidades, la alternabilidad, el estancamiento sindical y la adaptación a los cambios.
El líder sindical, Roymer Durán pronostica que el país se quedará solo con adultos mayores y niños, pues los jóvenes están optando por la migración, a pesar del riesgo al que se enfrentan. Confiesa, que también ha sentido la necesidad de migrar, pero tiene que “dar la cara por nuestra sociedad, por nuestros pueblos y sobre todo por nuestro gremio que muy maltratado se encuentra ahorita”.
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Por su parte, la abogada Tineo resume que la situación que se vive en Venezuela desde el año 2015 y que se agravó durante 2017 y 2018, ha desencadenado en una emergencia humanitaria compleja, a la que califica como una crisis económica, cultural y ambiental y que cifra en más de 8 millones a los venezolanos que han tenido que migrar.
“A quienes permanecemos en el país (estamos) sumidos en una crisis económica sin precedentes con unos niveles de pobreza que superan el 80 por ciento de la población”, refiere.
