*Un estudio del Observatorio de Derechos Sociales de Cuba muestra una elevada persecución religiosa y discriminación hacia los creyentes en el régimen comunista cubano.
**Además de que hay espionaje contra los creyentes, también hay sacerdotes y laicos de varias religiones detenidos por el régimen cubano.
Expediente Público
Casi siete de cada diez cubanos (68%) conoce a algún creyente que ha sido acosado, reprimido, amenazado u obstaculizado por motivos relacionados con su fe, en alguna medida.
Más de la mitad (54%) conoce a muchas o algunas personas en esta situación. Entre los creyentes este porcentaje aumenta significativamente, hasta el 64%. Ese porcentaje es parte del Segundo estudio del Observatorio de Derechos Sociales (ODS-Cuba) acerca de la libertad religiosa en la isla, que muestra formas sofisticadas de persecución religiosa por parte del régimen comunista.
El estudio abarcó 83 municipios de las 15 provincias cubanas y se entrevistó a 1,394 personas, y se muestra que en Cuba no se respetan ni garantizan las libertades religiosas o de creencia de manera plena.
Se realizó entre el 2 de febrero y 1 de marzo de 2023. Fueron entrevistadas un 45% de mujeres y a un 55% de hombres.
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Cuba sin libertad religiosa
El informe dice que el 76% de los entrevistados se declara creyente, un 22% no creyente. El 80% de mujeres son creyentes, el 74% de hombres. El 23% se declara creyente pero no practica.
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“En Cuba no se respetan ni garantizan las libertades religiosas o de creencia, tal y como se desprende de este informe”, sostiene Yaxys Cires, director de Estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, en una entrevista con Expediente Público.
Cires señaló que régimen cubano continúa utilizando sus sistemas de vigilancia y control para limitar o perseguir cualquier expresión pública, especialmente política, de quienes asumen un compromiso cívico acorde con los valores de su fe.
“Igualmente limita la acción e influencia social de las entidades o congregaciones religiosas, ante todo de aquellas que reclaman mayor presencia en el espacio público y en las comunidades”, afirmó.
Régimen cubano prohíbe los templos
Cires refiere que “incluso en el ámbito de la libertad de culto, hay denominaciones que sufren limitaciones importantes, pues el Estado les niega permisos para construir templos o para realizar actos públicos”.
La opinión predominante de los cubanos es que entre los motivos por los que un creyente puede sufrir acoso, amenazas o discriminación los más destacados son dos: “Tener una postura política basada en su fe” (59%) y “hablar públicamente sobre su fe” (45%).
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“Ambas respuestas evidencian el intento de las autoridades de recluir al ámbito de lo privado la vivencia de la religiosidad”, dice el estudio.
Métodos de persecución
Otras formas de persecución tienen que ver con “compartir literatura religiosa” (45%) como motivo de discriminación, o acoso, una queja más común entre cristianos evangélicos o protestantes.
Los Testigos de Jehová (11% de la muestra) también lo señalaron (44%), y destacaron “hablar en público” y “en redes sociales” sobre su fe como motivos de acoso (61% y 43%, respectivamente).
Cires recordó que durante las primeras décadas del sistema comunista la persecución fue más evidente.
Fueron expulsados sacerdotes y religiosas, y jóvenes integrantes de movimientos católicos con posturas militantes de rechazo al régimen fueron fusilados o encarcelados por muchos años.
“Los cristianos eran sometidos a una exclusión social, de hecho, había carreras como el periodismo o la sociología a las cuales no podían acceder”, recordó el director de Estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Elevada discriminación
El estudio muestra que el 51% de los entrevistados considera que se discrimina “mucho” o “algo” a las personas religiosas en el empleo público o privado.
Opinión que aumenta significativamente entre los que se declaran creyentes y disminuye en los no creyentes.
Además, un 54% de los cubanos creen que se ha obstaculizado el funcionamiento de organizaciones de la sociedad civil, como negación de permisos, debido a sus creencias religiosas y/o práctica religiosa.
La mayoría de la población (55%) conoce a algún líder o agrupación religiosa a quienes se les impidió o dificultó su labor. El porcentaje aumenta significativamente entre los creyentes (66%) y desciende para los no creyentes (20%).
De hecho, entre quienes practican más su fe religiosa (de vez en cuando o con frecuencia), el 77% lo afirma.
En Cuba se prohíben procesiones
Para los católicos (21% de la muestra) las situaciones que más se han dado son “negar permiso para eventos en espacios públicos” (59%) y “negar o condicionar permisos para el culto” (57%).
En el caso de los protestantes sería “negar o condicionar permiso para construir o reparar templos” (70%), algo en lo que coinciden con Testigos de Jehová (74%) y religiones afrocubanas (75%), que también se quejan de casos de “negar o condicionar permisos para el culto” (70%).
La mayoría de los entrevistados (55%) señala conocer muchos o algunos casos en los que los líderes religiosos o sus familiares han estado expuestos a alguna forma de acoso o represión.
Persecución religiosa es más sofisticada
Cires sostiene que la persecución religiosa en Cuba “es más sofisticada” que la que practica Daniel Ortega en Nicaragua “y se caracteriza, por ejemplo, por tener buenas relaciones con instancias superiores como el Vaticano y, dentro de la Isla, con el Consejo de Iglesias (en el ámbito evangélico)”.
Sin embargo, señala que en Cuba hay religiosos presos, de hecho, hay un pastor evangélico -Lorenzo Rosales- líderes de la religión yoruba -Loreto Hernández García y Donaida Pérez Paseiro- y varios creyentes evangélicos y católicos (los hermanos Nadir y Jorge Martín Perdomo, el laico Ángel Mesa).
“Hemos documentado también diversos casos de sacerdotes y pastores molestados por sus prédicas, y de católicos comprometidos en el ámbito social que son hostigados”, dice Cires.
Espionaje a creyentes en Cuba
El Observatorio de Derechos Sociales de Cuba señala que el régimen continúa utilizando sus sistemas de vigilancia y control para limitar o perseguir cualquier expresión pública, especialmente política, de quienes asumen un compromiso cívico acorde con los valores de su fe.
Igualmente limita la acción e influencia social de las entidades o congregaciones religiosas, ante todo de aquellas que reclaman mayor presencia en el espacio público y en las comunidades.
Un 65% de los cubanos creen que las personas que profesan una religión son “monitoreados” por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), un mecanismo de espionaje en cada cuadra que ha impuesto el régimen de Miguel Díaz Canel.
En Cuba existe una Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista Cubano (PCC).
El 68% de los creyentes consultados en el estudio considera que esta Oficina viola o reprime los derechos de los líderes religiosos y de los miembros de las agrupaciones religiosas. Mismo criterio comparten la mayoría de las personas que conocen dicha Oficina (el 62%), pero sólo por el 18% de los no creyentes.
¿En quiénes confían los cubanos?
El estudio muestra que un 62% no sabe cómo y a quién denunciar una violación a la práctica religiosa.
La institución en la que más se confía son las instituciones religiosas, seguidas, a distancia, por los grupos independientes de derechos humanos, los medios de comunicación independientes, y el gobierno.
Para Cires, aunque las relaciones entre la jerarquía católica y el estado cubano han mejorado, “el régimen sigue siendo profundamente contrario a los valores de la religión, en especial del cristianismo. Ni siquiera se puede decir que estamos ante un estado laico”.
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“Los cristianos que asumen un compromiso con la libertad, los derechos humanos, la verdad e incluso con ayudar asistencialmente al empobrecido pueblo cubano siguen en el foco de los mecanismos represivos del régimen”, asegura.
Destacó que “la esperanza es que la religión mantenga su presencia en Cuba, pues su empuje puede ayudar a reconstruir un país devastado por más de seis décadas de totalitarismo”.