* ¿Por qué Estados Unidos restringió la importación y exportación de artículos y servicios de defensa al régimen de Nicaragua si el intercambio era bajo?
** Luis Guillermo Solís, presidente de Costa Rica de 2014 a 2018, considera que embargo de armas es ineficaz.
*** Experto Vladimir Rouvinski explica que este embargo muestra la preocupación de Washington por la cooperación con Rusia.
Expediente Público
Para el expresidente costarricense y politólogo, Luis Guillermo Solís, las restricciones de artículos de defensa a Nicaragua aplicada por Estados Unidos es “ineficaz”, porque Rusia es el mayor proveedor de armas de Nicaragua.
El 14 de marzo, Estados Unidos anunció “restricciones a la importación y exportación de artículos de defensa y servicios de defensa de origen estadounidense destinados a, o procedentes de, Nicaragua”, a causa de “la continua y brutal represión del gobierno Ortega-Murillo”.
“En materia de seguridad y en temas militares esa medida de los Estados Unidos hacia Nicaragua, permíteme denominarle, un saludo a la bandera”, dijo el exmandatario a Expediente Público.
Rusia provee a Nicaragua
“El embargo de armas a Nicaragua es ineficaz para todos los efectos, porque Nicaragua recibe todas las armas que quiere más allá de las que necesite de parte de Rusia”, agregó.
Suscríbase al boletín de Expediente Público y reciba más información
“El Ejército de Nicaragua se ha remozado, se ha reformado, se ha modernizado, se ha ampliado con recursos de Rusia y los Estados Unidos no han dicho sobre esa intervención de Rusia lo que han dicho sobre la de China”, señaló el expresidente Solís.
El coronel José Luis Alvarado Guevara, presidente del Instituto de Derecho Militar de El Salvador, explica a Expediente Público que el embargo es, en realidad, una “medida de presión”, para controlar particularmente el comercio de armas.
“No se refiere a armas militares, sino comerciales. Con ello, Estados Unidos pretende que el gobierno nicaragüense disminuya su represión y la violación a los derechos humanos”, añadió Alvarado Guevara.
Nicaragua “plataforma” de Rusia
No obstante, Vladimir Rouvinski, director del Laboratorio de Política y Relaciones Internacionales del Instituto Colombiano de Estudios Superiores de Incolda (Icesi), explicó a Expediente Público que las relaciones ruso-nicaragüense siguen siendo “muy preocupantes” para Washington.
“Moscú ha logrado construir una plataforma, una base, para muchas cosas y el nivel de colaboración que tiene con el gobierno de Managua es muy amplio y tiene menos restricciones que, por ejemplo, las relaciones de Moscú con La Habana o Caracas por la facilidad con las que Rusia considera que puede hacer las cosas”, afirmó Rouvinski.
Estados Unidos señala que, desde 2016, Rusia ha suministrado a Nicaragua equipo y tecnología militar que brinda “capacidades de vigilancia, incluido el monitoreo satelital de las telecomunicaciones”.
Nicaragua un “destino proscrito”
La medida llega tras una modificación al Reglamento de Tráfico Internacional de Armas (ITAR) para actualizar la política comercial de defensa hacia Nicaragua.
El 14 de marzo de 2024, el Departamento de Estado anunció restricciones para la importación y exportación de armas, acceso a tecnologías y otros artículos de defensa de origen estadounidense que tengan como destino el país centroamericano, al que ha llamado “destino proscrito”.
Aunque Nicaragua no depende de Estados Unidos para la adquisición de armas, es claro que este es un “mensaje político”, refirió una experta en temas de seguridad que habló con Expediente Público bajo anonimato.
Puedes leer: Rusia intensifica su influencia en América Latina a través de la propaganda
“Es cierto que Nicaragua en términos de armamento no depende de Estados Unidos, porque una buena parte de su armamento es de origen ruso del que había en los años ochenta y luego cuando se reanudaron las relaciones hubo una renovación y compra de armamento a Rusia”, aseveró la experta.
En 2016, Ortega gastó 80 millones de dólares para comprar 50 tanques de combate rusos, pero no indicó de dónde obtuvo el préstamo ni lo presupuestó.
¿Qué cambia para Nicaragua?
La actual cooperación militar y de seguridad del régimen Ortega Murillo con Rusia motivó que Estados Unidos incorporara a Nicaragua en una lista de países del grupo D5, que están sujetos a embargo de armas por parte de Estados Unidos.
“Es una medida que tiene trascendencia, porque sí tiene efectos en términos operativos del funcionamiento del Ejército y de la Policía de equipos que utilizan”, enfatizó la experta en temas de seguridad.
Nicaragua aparece a la par de regímenes como la República Popular China, Cuba, Rusia y Venezuela, quienes también tienen las mismas restricciones para exportaciones o importaciones de artículos y servicios de defensa.
Y coloca al país centroamericano junto a Corea del Norte, Irán y Siria que son considerados países que “no cooperan plenamente” con los esfuerzos de Estados Unidos contra el terrorismo.
Aunque la medida se aplica casi seis años después desde el estallido social de 2018, que dejó 355 personas asesinadas. Durante los meses más álgidos de las protestas las fuerzas paramilitares y policiales atacaron a los manifestantes con armas de guerra.
Para el expresidente Solís, en las relaciones ruso-nicaragüenses existen otros temas de preocupación por la facilidad de “establecer centros de escucha de inteligencia, centros de formación para policías y militares y que tiene un acceso prácticamente sin restricciones”.
“Si los Estados Unidos quieren ponerle un embargo de verdad, Nicaragua, pues tiene que poner la Séptima Flota (flota de guerra más grande de Estados Unidos) en las costas de Nicaragua para que no entre un solo rifle, ni un solo tiro, de parte de Rusia”, señala Solís.
Nicaragua es una amenaza para EE. UU.
Los países sujetos a embargos de armas estadounidenses son identificados por el Departamento de Estado mediante avisos publicados en el Registro Federal.
La medida plantea para Nicaragua una excepción y permite emitir una licencia para exportación o importación de equipos militares no letales destinados únicamente a la asistencia humanitaria en casos de desastres naturales.
Por otro lado, la modificación anexa también al país centroamericano a la lista D1, donde hay un grupo de países que plantean preocupaciones de seguridad nacional de Estados Unidos igual que Bielorrusia, Irak, Libia, Venezuela y Rusia.
También: Rusia crea un ecosistema de desinformación en América Latina
Lo anterior significa que Nicaragua estará sujeta a un “tratamiento más restrictivo” y bajo ciertos controles de las exportaciones, reexportaciones o transferencias dentro del país de ciertos sistemas como cohetes y vehículos aéreos no tripulados, señala la enmienda.
Asimismo, se aplicarán restricciones a ciertas exportaciones y reexportaciones de embarcaciones y aeronaves —ubicadas en puertos nicaragüenses o registradas en Nicaragua— de ciertos microprocesadores y software y tecnología asociados para usos finales militares.
“Estados Unidos valoró que este era el momento de aplicar estas medidas”, añadió la experta en temas de seguridad.
Relaciones peligrosas
Rouvinski, sin embargo, señala que las medidas de Estados Unidos no tienen el mismo impacto como si fueran las aplicadas por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas.
“Estados Unidos no puede limitar a Nicaragua, porque son las sanciones estadounidenses, no son de la ONU. El régimen de sanciones de Estados Unidos funciona de tal manera que las empresas que negocian un país equis no pueden negociar con Estados Unidos”, afirmó Rouvinski.
Actualmente, el Consejo de Seguridad de la ONU aplica 15 regímenes de sanciones dirigido particularmente a “prestar apoyo a la solución política de conflictos, la no proliferación de las armas nucleares y la lucha contra el terrorismo”.
Rouvinski manifestó que las sanciones pueden afectar a empresas logísticas, de espacio aéreo o cualquier otra actividad, que operan en Estados Unidos y ofrezcan servicios a Rusia y Nicaragua.
“Actividades malignas”
En el ámbito del anuncio de estas nuevas restricciones, el Departamento de Estado señaló que es preocupante la “profundización de los vínculos militares y de seguridad” de Nicaragua con Rusia.
En junio de 2022, Nicaragua y Rusia renovaron un acuerdo de entrenamiento que permitió el ingreso de naves, aeronaves y efectivos militares de manera rotativa de la Federación de Rusia a territorio nicaragüense.
La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, abordada por el equipo del centro de pensamiento estadounidense, Atlantic Council, enfatizó la gravedad que supone esa relación del régimen Ortega Murillo con Vladimir Putin.
Sigue leyendo: Rusia, ¿una amenaza lejana?
Richardson ubicó al país centroamericano entre los que realizan “actividades malignas” en la región y de la cual Estados Unidos quiere deshacerse.
El régimen de Ortega también apoya formalmente a Rusia en relación con su invasión de Ucrania que inició en febrero de 2022 y lo ha hecho en varios foros internacionales, incluida una votación de octubre de ese mismo año, en apoyo a Rusia ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Monitoreo satelital “Glonass”
Como parte de esos “estrechos e históricos lazos de amistad”, en 2017, Rusia estableció en el país centroamericano, un sistema de monitoreo satelital, conocido como Glonass, la alternativa rusa al Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que fue creado por Estados Unidos.
Glonass, desarrollado por la Unión Soviética, nació por interés militar, y es actualmente administrado por Moscú. La antena receptiva está instalada en los alrededores de la laguna de Nejapa justamente cerca de la Embajada de Estados Unidos en Managua.
“Este sistema permite ubicar los objetos con un mayor grado de precisión y puede ser utilizado para guiar los drones que como muestra la guerra en Ucrania, son claves para ganar cualquier guerra. No quiero decir que Rusia va a usar los drones desde Nicaragua, pero este sistema tiene muchas capacidades para los usos militares», alertó Rouvinski.
Como parte de esas relaciones, en febrero de 2024, Nikolái Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia y exagente del KGB (servicio de espionaje de la era soviética), estuvo en Nicaragua.