** Este 27 de marzo inicia oficialmente la campaña electoral en Guatemala, en la que las viejas figuras políticas copan las candidaturas.
*Al menos 30 partidos compiten en unos comicios marcados por la debilidad democrática.
*** Guatemala tiene un retraso de más de tres años en elegir a los magistrados y jueces de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por falta de consenso.
Luisa Laguardia / Expediente Público
El 25 de junio del 2023 se llevarán a cabo las elecciones generales en Guatemala y otra vez se hacen presentes en la contienda electoral los clanes familiares que persiguen acaparar el poder, los negocios pactados, sabotear a los antes amigos — ahora “enemigos políticos” — y arrojando promesas para pasar de ser un país tercermundista a uno utópico, como por arte de magia.
Las elecciones en Guatemala se están caracterizando por ser un juego de poderes, egos y negocios que, en lugar de fomentar la participación política, la estancan. Es una realidad lamentable para la alicaída democracia que vive el país centroamericano y sus más de 16 millones de habitantes.
En esta contienda electoral se eligen presidente, vicepresidente, 340 alcaldes para los 22 departamentos, 160 diputados para el Congreso de la República y 20 para el Parlamento Centroamericano (Parlacen) y varios clanes familiares, políticos ya conocidos, algunos con señalamientos graves, y otros ya condenados internacionalmente en cortes norteamericanas, buscan adueñarse del poder.
Cantidad no es sinónimo de calidad
La proliferación de partidos políticos incrementó de forma alarmante en los últimos años. Para las elecciones 2023 son 30 agrupaciones las que estarán en la contienda electoral, según los datos del portal oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Esta situación es preocupante para los expertos en temas políticos electorales, ya que, desde su perspectiva, esto perjudica la creación de políticas públicas representativas como consecuencia de la falta de consensos sociales.
Pedro Cruz, activista y analista político y presidente de la asociación Primero Guatemala, afirmó a Expediente Público estar “a favor de la participación, a favor de la democracia” pero considera que, el tener esta cantidad de partidos políticos inscritos, entorpece poder llegar a consensos entre tantos involucrados.
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Esto se debe a que, según su explicación, para poder generar los consensos debe de haber otro tipo de negociaciones y es ahí donde incrementa la posibilidad de corromper la toma de decisiones.
El retraso de más de tres años en elegir a los magistrados y jueces de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) es una muestra del atraso que existe en la agenda legislativa, gracias a la falta de consensos en dicho poder del Estado, expuso Cruz.
Esto deja en evidencia los problemas en los que se pueden traducir la falta de fines y criterios en común.
Por su parte, el exmagistrado de la CSJ y también del TSE, Gabriel Medrano consultado por Expediente Público, considera que el fenómeno de la proliferación de partidos políticos es “muestra de nuestra poca cultura política” y enfatizó que un país tan pequeño como Guatemala, la cantidad inscrita de partidos no es directamente proporcional a la calidad de los mismos. Destacó que, para el buen funcionamiento de la democracia, este número es “negativo”.
Desde la experiencia y el conocimiento de María Eugenia Mijangos, exmagistrada del TSE, esta proliferación se debe a que estas agrupaciones no son partidos políticos en toda la extensión del término.
En su opinión, “no son organizaciones permanentes, que durante el tiempo permanezcan consolidades y aprovechen el tiempo no electoral para hacer proselitismo y fidelizar a sus simpatizantes”. De hecho, “los partidos políticos que tenemos en Guatemala obedecen únicamente al interés electoral del momento”, afirmó Mijangos.
Es importante recalcar que la mayoría de los candidatos saben que no van a ganar, pero, su participación es parte del negocio que significa para ellos. Si un partido logra alcanzar el 5 % de los votos, recibe fondos del Estado y sus participantes pueden optar a ocupar puestos claves en el Gobierno. Entonces, aunque pierdan, terminan ganando.
¿Quiénes son los inscritos?
De los 30 partidos presentes, hasta el momento, el Registro de Ciudadanos del TSE resolvió inscribir 19 binomios presidenciales. Estos son los candidatos oficiales:
– Coalición Valor Unionista: Esta alianza busca llevar al poder a Zury Ríos a la presidencia, y a Héctor Cifuentes, a la vicepresidencia. Ríos es hija del expresidente de Guatemala, el General Efraín Ríos Montt, quien llegó al poder mediante un golpe de Estado. Fue juzgado y condenado por genocidio, sin embargo, la sentencia se anuló. Esta es la tercera vez que Zury Ríos busca el cargo ejecutivo más alto. En 2019, no pudo participar en las elecciones por una resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC), fundamentada en el artículo 186 de la Carta Magna del país.
– Unidad de la Esperanza (UNE): Este partido lanzó a Sandra Torres y Romeo Guerra como binomio presidencial. Torres, exprimera dama del gobierno del expresidente Álvaro Colom (2012-2016), busca por tercera vez la presidencia del país. En noviembre del 2022, la jueza de Mayor Riesgo A, Claudette Domínguez, cerró el caso llamado “Financiamiento UNE” que involucraba a la candidata y a seis personas más de haber participado en ilícitos durante la campaña del 2015.
– Partido Azul: Proclamó a Isaac Farchi y Mauricio Zaldaña. Farchi es un empresario y exdiputado guatemalteco quien, en las elecciones del 2019, fue candidato presidencial por el partido VIVA, agrupación con la que llegó al sexto lugar. Durante el balotaje, apoyó a Alejandro Giammattei, presidente actual de Guatemala, quien lo nombró como coordinador general del Comité Ejecutivo del Programa Nacional de Competitividad (Pronacom).
– CABAL: Edmond Mulet y Max Santa Cruz son los elegidos por el partido. Mulet es un reconocido periodista, abogado, diplomático y político guatemalteco. Fue diputado y presidente del Congreso de la República y trabajó como diplomático para la Organización de Naciones Unidas, entre otros. En los últimos días, el Ministerio Público (MP) solicitó el retiro de antejuicio que le otorga la credencial de presidenciable, por apoyar la persecución actual de periodistas en el país.
– TODOS: Ricardo Sagastume y Guillermo González conforman el binomio del partido. Sagastume es un reconocido empresario guatemalteco que se desempeñó brevemente como ministro de Economía del 22 de agosto al 29 de septiembre de 2015, durante el Gobierno del expresidente Otto Pérez Molina (2012-2015).
– VAMOS: Manuel Conde y Luis Suárez son los candidatos por esta agrupación. Conde es actualmente diputado del Congreso y fue secretario general del presidente Jorge Serrano Elías. En esta ocasión, se une al partido que llevó a Alejandro Giammattei al poder.
– Humanista: Eligió a Rudio Lecsan Mérida y Rubén Darío Rosales para representarlos en esta contienda. Lecsan es diputado actual del Congreso de la República y fue director de la Policía Nacional Civil (PNC), en el Gobierno de Alfonso Portillo.
– Partido Republicano (PR): Proclamó a Rafael Espada y Arturo Herrador como sus representantes. Espada es un reconocido cirujano cardiovascular quien fungió como vicepresidente de la República en el gobierno de la UNE, durante el mandato de Álvaro Colom.
– Partido Integración Nacional (PIN): Luis Lam y Otto Marroquín son los elegidos por la agrupación. Lam fue asesor legal y militar de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y se convirtió en el abogado del presidente Jimmy Morales en 2019.
– VICTORIA: Amílcar Rivera y Fernando Mazariegos son los designados por el partido en estas elecciones. Rivera fue alcalde del municipio de Mixco en dos ocasiones.
– Nosotros: Rudy Guzmán y Diego González competirán en esta contienda electoral. Guzmán es esposo de Nadia de León Torres, hija de Sandra Torres y es un excandidato a diputado y contratista del Estado.
– Movimiento Semilla: Bernardo Arévalo y Karin Herrera buscarán el poder más alto del ejecutivo. Arévalo es hijo del presidente de Guatemala, Juan José Arévalo Bermejo y es actual diputado del Congreso de la República por la misma agrupación.
– Unión Republicana (UR): Giulio Talamonti y Óscar Barrientos fueron electos por este partido político para representarlos. Talamonti, ahora candidato a la presidencia, laboró en la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Mientras trabajaba en dicha entidad, fue condenado a 6 años y 8 meses de prisión y sin poder obtener medidas sustitutivas, por un Tribunal de Femicidio por golpear a su esposa y a su hija de 9 años, quien intentó defender a su mamá. Cumplió su sentencia en el Centro Preventivo para Hombres de la zona 18. También fungió como director del Sistema Penitenciario durante el gobierno de Álvaro Colom.
– Comunidad Elefante: Proclamó a Hugo Peña y Hugo Johnson. Peña fue candidato a diputado por el partido Unionista en las elecciones pasadas (2019).
– FCN Nación: Sammy Morales y Miguel Ángel Moir representarán a la agrupación en la contienda electoral. Morales es hermano del expresidente Jimmy Morales (2016-2020).
– Prosperidad Ciudadana (PC): Carlos René Pineda y Efraín Orozco son los candidatos por este partido. Pineda perfilaba como posible candidato por el partido Cambio que fundó Manuel Baldizón y sus hijos. Sin embargo, renunció al partido y ahora se une a la agrupación PC.
– Visión con Valores (VIVA): eligió a Armando Castillo y Edgar Grisolia para representarlos. Castillo es un empresario guatemalteco quien, actualmente, es congresista por la misma agrupación.
– Winaq-URNG: Amílcar Pop y Mónica Enríquez son los candidatos de esta agrupación. Pop ya fue congresista por esta agrupación política de la cual él es miembro fundador.
Cómo se hace referencia al inicio de este reporte, los vínculos entre los políticos y las dinastías familiares que buscan continuar con el legado de poder son evidentes. Para los expertos, varios políticos proclamados e inscritos para los diferentes cargos de elección popular, carecen de idoneidad política.
Maldonado y Cruz coinciden ante Expediente Público, en que los requisitos para poder instituir un partido político deben fortalecerse para que la calidad de los mismos sea garantizada.
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Sí, pero siempre no
Este inicio de contienda electoral se ha caracterizado por la inscripción y no inscripción de varios candidatos. Esto ha hecho que las decisiones del Registro de Ciudadanos del TSE sean impugnadas. La credibilidad del tribunal garante de las elecciones se ha visto disminuida por una serie de contradicciones en sus resoluciones.
Para el analista político, Renzo Rosal, el padrón electoral puede estar confundido por la cantidad de candidatos políticos a los diferentes cargos inscritos.
“Siempre se ha hablado del voto informado, pero ¿cómo hacemos voto informado con 45 mil candidatos aproximadamente y sin mayores diferenciadores? Esto se traduce en una apatía y desinterés ciudadano de la aplicación débil de cultura política que tiene el país”, declaró Rosal a Expediente Público.
Otro factor que identificó Rosal en la dirección del TSE, es la falta de independencia que ha demostrado tener el órgano electoral. Un ejemplo claro de esto es “las decisiones arbitrarias en cuanto a qué candidatos entran y otros no, cuando hay una cantidad considerable de candidatos, cuestionados y vinculados, con el crimen organizado que logran participar y otros que no. Más allá de la simpatía por los participantes está el hecho que un tribunal debe de tener reglas claras y aplicables para todos”, resaltó Rosal.
Hasta el momento se han rechazado la inscripción de tres binomios presidenciales. Dos de ellos ya agotaron sus recursos legales y el último todavía espera respuesta del recurso de nulidad que presentaron el miércoles 22 de marzo. Los partidos son:
– Podemos: Busca llevar a Roberto Arzú, hijo del expresidente Álvaro Arzú, al poder junto a su vicepresidenciable, Carlos Pineda. El binomio quedó fuera de las elecciones por incurrir en campaña anticipada.
– Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP): El cual proclamó a Thelma Cabrera y al exprocurador de los derechos humanos, Jordán Rodas, como binomio presidencial. Esta dupla quedó fuera porque Rodas carecía de la constancia transitoria de inexistencia de reclamación de cargos vigente, emitida por la CGC.
– Compromiso, Renovación y Orden (CREO): El rechazo de la inscripción del presidenciable del partido, Francisco Arredondo, sorprendió al secretario general de la agrupación, Óscar Chinchilla, quien aseguró en una rueda de prensa, que su candidato no tiene ningún impedimento comprobado por la Contraloría General de Cuentas (CGC). Si el TSE da lugar el recurso, el binomio estaría inscrito y de no hacerlo todavía pueden recurrir a impugnaciones en la CSJ y CC.
Cruz afirmó solidarizarse con las personas que quedaron fuera y a quienes se les está complicando participar porque, desde su punto de vista, “todos tienen derecho a participar”.
El activista y analista político también lamentó “el criterio discrecional que ha aplicado el TSE para ver quiénes sí van y quiénes no”. Consideró que en este caso mejor deberían de dejar participar y que sea en las urnas que decida el pueblo.
Estas elecciones no están exentas de casos polémicos como el del expresidenciable del partido Líder, Manuel Baldizón a quien, el TSE, le aceptó su participación pese a haber sido condenado en los Estados Unidos a 50 meses de cárcel al declararse culpable de cometer los delitos de lavado de dinero y conspiración.
Actualmente, Baldizón enfrenta investigaciones por parte de las autoridades guatemaltecas por los casos Odebrecht y Transurbano. Tras la indignación ciudadana, el pleno de magistrados se tuvo que retractar y rechazar dicha candidatura al congresista.
Este caso agilizó que se frenaran otras inscripciones como las del expresidente Alfonso Portillo, quien se declaró culpable del delito de lavado de dinero también frente a una corte estadounidense, y la del diputado José Ubico, quien es buscado por autoridades norteamericanas por el posible tráfico de drogas. Ambos políticos buscaban ocupar una curul en el Legislativo.
Para Cruz, “la idoneidad se tiene que medir en todas las acciones que haga la persona” y afirmó que el rechazo a las otras candidaturas se debe a la presión ciudadana.
Agregó que, continúan con las acciones legales que han tomado como organización, Primero Guatemala en contra de los magistrados que votaron a favor de la inscripción de Baldizón en una primera instancia, ya que, a pesar de haberse retractado, los posibles delitos de violación a la Constitución y el abuso de poder ya fueron cometidos.
Sin certezas ni rumbo
“No emocionante y sin garantías”, es como calificó a Expediente Público el panorama de este proceso electoral, Roberto Wagner, el analista político e internacionalista independiente. Wagner afirmó que, desde su punto de vista, se siente la desconfianza, la incertidumbre y la apatía del padrón electoral ante este ejercicio político y sus representantes.
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El experto demostró su preocupación por las narrativas actuales de algunos candidatos que aseguran que replicarían lo hecho por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, y la aceptación de los votantes ante sus acciones.
“Esto demuestra que el pensamiento de que como aún no estamos como Cuba, Nicaragua o Venezuela, creemos que estamos lejos de ahí, pero, no es así. Al ser un país latinoamericano, sí somos vulnerables a caer en regímenes parecidos, ya sean de izquierda o derecha”, resaltó Wagner.
La actual persecución que se está dando, poco a poco, a periodistas en Guatemala es una situación preocupante para Mijangos, Rosal, Wagner, Cruz y Maldonado, ya que, lejos de mejorar el panorama electoral, lo ensombrece y polariza.
Sin embargo, la esperanza es lo último que se debe de perder cuando se trata de conservar la democracia del país, según Maldonado y hace un llamado a la población guatemalteca: “Que esta incertidumbre que estamos viviendo no nos aleje de las urnas electorales más bien, que nos acerquen a expresar nuestra voluntad”, dijo.
Este 27 de marzo inicia oficialmente la campaña electoral y las autoridades pertinentes aún tienen varios asuntos que resolver. La primera vuelta se tiene prevista para el 25 junio del año en curso. El rumbo de Guatemala está por definirse.