*El Gobierno de El Salvador nunca emitió un posicionamiento oficial de condena o respaldo a Rusia en la invasión a Ucrania, pero el presidente Bukele sí ha usado sus redes para criticar a EE.UU.
**Rubén Zamora, exembajador salvadoreño en Washington y el politólogo salvadoreño Napoleón Campos coinciden en la lectura de que abstenerse de condenar la invasión de Rusia a Ucrania, es un apoyo en sí mismo.
Eric Lemus / Expediente Público
Ciudades devastadas, alrededor de 7,000 civiles muertos, unos seis mil niños ucranianos llevados ilegalmente a Rusia a campos de “reeducación” y las amenazas del presidente Vladimir Putin de llevar a cabo pruebas nucleares, no han servido para que el mandatario salvadoreño Nayib Bukele rompa su silencio un año después de la invasión rusa a Ucrania, un gesto que es interpretado como un apoyo vedado al régimen.
Bukele en su cuenta personal de Twitter suele manifestar cierta simpatía con Rusia. En 2014, cuando era alcalde de Nuevo Cuscatlán, el pequeño poblado donde inició su carrera política, inclinó su opinión en torno al conflicto en el Donbás, por ejemplo.
“En Ucrania, prorrusos hacen elecciones mientras fascistas les disparan. Queda claro quiénes son los defensores de la democracia”, tuiteó Bukele.
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El partido gobernante Nuevas Ideas (NI), que controla la Asamblea Legislativa de este país centroamericano, impidió en el 2022 rendir un minuto de silencio en memoria de las víctimas del conflicto.
Posteriormente, la misión salvadoreña ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) evadió condenar la invasión a Ucrania, luego que la delegación de Guatemala emitió la moción en la reunión llevada a cabo en octubre.
Desde que las tropas rusas iniciaron las operaciones militares en territorio ucraniano, la posición del Gobierno de El Salvador es la ausencia de la misma, salvo por uno de los mensajes tuiteados por Bukele en inglés donde fustigó la credibilidad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“¿Estos comandantes están recibiendo cuatro órdenes de ataque a la semana? La administración Biden está perdiendo la credibilidad que le queda… Extraña estrategia”, escribió.
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Dos extremos en Centroamérica
El politólogo salvadoreño Napoleón Campos observa que la guerra entre Ucrania y Rusia repercutió en la región centroamericana al reconfigurar la posición en cuanto a política exterior de los ocho países del sistema de la integración centroamericana.
Campos, quien es doctor en ciencias políticas por la Universidad Complutense de Madrid, es un reconocido especialista salvadoreño en Relaciones Internacionales, integración regional y migraciones.
Para Campos, Centroamérica está dividida en dos extremos donde están Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Belice a un costado, mientras que Nicaragua encabeza el otro lado.
“Uno, agarrado firmemente del mundo democrático, al menos respecto a este tema clave de la política internacional (y) donde Guatemala llega a ser incluso redactor del borrador para resoluciones en el marco de la Organización de los Estados Americanos donde se condena mayoritariamente a Rusia y que son resoluciones que llevan a la salida de Rusia como observador extrarregional de la OEA”, refirió el politólogo a Expediente Público.
“Lamentablemente, en el otro extremo, Nicaragua donde se da un espaldarazo claro, una alianza clara, del tirano Daniel Ortega con Vladimir Putin y muy próximo, yo diría a media cuadra (de distancia), las conductas gravísimas de Honduras y El Salvador”, analizó Campos.
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Incoherencia ante la invasión de Ucrania
El académico universitario y ex miembro del cuerpo diplomático salvadoreño, Rubén Zamora, destacó que la posición oficial ante la conflagración es guardar silencio.
“Lo primero que hay que decir es que el Gobierno salvadoreño hace como que si (el tema) no existiera. La posición oficial es quedarse callado”, afirmó Zamora a Expediente Público.
Zamora, quien cuenta con un posgrado en Ciencias Políticas en la Universidad de Essex, en Inglaterra, fue embajador de El Salvador en Washington, Nueva Delhi y Nueva York durante las administraciones de los expresidentes Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén (2009 – 2019).
“Hay que entender que el Gobierno de El Salvador no tiene una posición política que defina claramente los intereses del país (…) Eso muestra una debilidad muy grande en términos de las relaciones internacionales”, opinó Zamora.
“El principal problema es que El Salvador no tiene coherencia en su política exterior”, fustigó el exembajador.
De hecho, el politólogo Campos agregó que la representación diplomática salvadoreña “en algunos momentos no llevan a nadie a que se presente en la votación tanto en la OEA como en Naciones Unidas y, en otros momentos, lo que notamos es que se ha votado como abstención, lo cual en la práctica es no condenar la invasión de Rusia a Ucrania”.
Viaje a Rusia y Ulloa, una tibia posición
A inicios de 2022, la Asamblea Legislativa aprobó distintos viajes oficiales del presidente Bukele a varios destinos, entre ellos Rusia previsto en julio, pero se canceló sin ninguna explicación. ¿Cuál era la agenda entre Vladimir Putin y Nayib Bukele? No se informó.
Félix Ulloa, vicepresidente salvadoreño, fue el único que un año atrás emitió una valoración sobre la invasión rusa hasta la fecha.
En el marco de la IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Ulloa asistió al cónclave realizado en Belice en lugar del presidente Bukele.
“Queremos que en el caso actual de la Federación Rusa y de la República de Ucrania, se continúen los esfuerzos de diálogo y ensayen todos los métodos e instrumentos por la vía diplomática para encontrar una solución pacífica a ese conflicto”, argumentó Ulloa en marzo de 2022.
“En El Salvador, somos y tenemos una firme vocación por la paz; hemos sufrido los efectos de una guerra. La región centroamericana durante los años ochenta fue una región de guerra, pero tuvimos la suerte de encontrar los caminos para desmontar las maquinarias de guerra”, dijo entonces el vicepresidente.
“Estamos convencidos que el multilateralismo es lo que puede mantener el equilibrio y armonía entre las naciones, pero queremos recordar que cada Estado es libre de tomar sus propias decisiones. No estamos de acuerdo en que existan presiones para la toma de esas decisiones y menos aun cuando atentan contra la soberanía y la integridad de los Estados”, declaró.
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Aislar a Rusia
Poco después, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, pidió que “todos los países con voluntad democrática deben exigir a Rusia el fin de esta agresión”.
“La comunidad internacional, todos unidos, El Salvador también, debemos optar ahora por un aislamiento total de Rusia y responsabilizar al presidente Putin de esta agresión”, escribió el político catalán.
“Aunque todavía no hemos escuchado la voz de El Salvador en el concierto de las democracias para defender el derecho internacional y el estado de derecho en Ucrania, esperamos contar con su apoyo para esta resolución, para sentarse al lado de los demócratas”, subrayó Borrell en el texto titulado “La fuerza no da la razón, las guerras injustas están condenadas a fracasar”.
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Reacciones en Washington
El politólogo Campos, que alterna sus análisis académicos entre San Salvador y la capital estadounidense, razonó que a nivel geopolítico es importante seguir las reacciones que acarrean las decisiones de Bukele.
Campos trae a colación la reacción de Borrell y añade la del presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el senador demócrata por New Jersey, Bob Menéndez.
El politólogo pone sobre la mesa que Estados Unidos siempre brinda a este país centroamericano facilidades comerciales para ingresar a su mercado o regularizar salvadoreños en situación migratoria irregular.
“¿No será acaso que debamos revisar si realmente son merecedores de todos los privilegios y beneficios que les otorgamos en el campo político, migratorio, comercial, economía y financiero?”, parafraseó Campos.
Además, dijo el analista, la Unión Europea es un viejo socio de El Salvador al que inyectó fondos para la reconstrucción después de la guerra civil y sigue presente en proyectos de desarrollo.
¿Importación y exportación?
No existe información actualizada sobre la relación comercial de El Salvador con Rusia pese a que durante la administración de Sánchez Cerén (2014 a 2019) se promovió la exportación de diversos rubros.
Por ejemplo, el Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa) tiene reportes públicos de valores por $53.000 hasta el año 2016 al mercado ruso.
En aquel momento, la institución fue dirigida por Sigfrido Reyes, un político que proviene de las filas del Partido Comunista y estudió en la antigua Unión Soviética.
Con la llegada de Bukele al poder, Reyes fue acusado por enriquecimiento ilícito y ahora vive refugiado en México.
Sin embargo, pese a que hace dos años Rusia ofreció aumentar la cooperación económica comercial, la presencia de Moscú en este país centroamericano es opaca y solamente es visible en actividades artísticas llevadas a cabo en el seno de la Universidad de El Salvador (UES).
Por ejemplo, cuando el encargado de Negocios de Rusia en El Salvador, Aleksandr Iliúkhin, organizó un evento cultural en la pinacoteca de la UES para conmemorar los 30 años de hermanamiento.
Cuando finalizó la guerra civil en 1992 mediante los Acuerdos de Paz suscritos entre el Gobierno del ex presidente Alfredo Cristiani y la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), El Salvador abrió relaciones con la Federación Rusa en junio de ese año.
Pero con la izquierda en el poder en 2009 bajo la bandera del FMLN, El Salvador abrió sede diplomática en Moscú el 11 de octubre de 2012 sin que hasta el momento haya mayor trascendencia, al menos, de forma visible.