*Antes de su gira por América Latina, el canciller ruso Serguéi Lavrov presumió de tener “buenas relaciones con el Sistema de la Integración Centroamericana”.
**Guatemala y Costa Rica se oponen a la presencia de Rusia en el organismo coherentes con su política de rechazo a la invasión de Vladimir Putin a Ucrania.
***Dos analistas internacionales consultados por Expediente Público ven difícil la incorporación de Rusia en el SICA.
Expediente Público
A raíz de la posición de Daniel Ortega, que pidió expulsar a Taiwán como observador del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) e incorporar a Rusia al organismo, podría poner en jaque la convivencia política entre los países de la región centroamericana, tomando en cuenta que Guatemala y Costa Rica rechazan esa posibilidad a la luz de los acontecimientos que giran en torno al «conflicto ilegal, no provocado e injustificado” que Vladimir Putin mantiene contra Ucrania.
“Refleja las divisiones internas en Centroamérica, refleja problemas de interrelación entre los Estados y esto termina por repercutir en elementos del orden de convivencia política entre los países centroamericanos”, dijo a Expediente Público el analista internacional Carlos Cascante Segura, de la escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA) de Costa Rica.
Reflejos de falta de cooperación
“Esperemos que no escale y que se quede en una cuestión meramente política o simbólica, pero digamos que refleja un tanto los problemas que se están viviendo en la región para construir mecanismos de cooperación intrarregional”, agregó.
En 2015, Lavrov entregó a la entonces secretaria general del SICA, Victoria Marina Velásquez de Avilés, la solicitud formal sobre la intención de Moscú de iniciar el proceso de incorporación como observador extra regional del Sistema.
«Con la mayoría de los países de Centroamérica tenemos muy buenas relaciones bilaterales. Sin embargo, con otros países las relaciones pueden ser complementadas por una cooperación multilateral y cooperativa», indicó en ese momento el canciller de Rusia.
Sus homólogos de la región recibieron la solicitud y expresaron que sería resuelta en el «menor tiempo posible».
Durante la 52 Reunión Ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno del SICA, celebrada el 13 de diciembre de 2018, en la ciudad de Belice, los mandatarios aprobaron la incorporación como nuevos miembros observadores del SICA a Canadá, Bolivia, Suecia, Egipto, Georgia, incluyendo a Rusia.
Rusia reclama estatus de observador
El 31 de marzo pasado, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, en una conferencia de prensa con su homólogo nicaragüense, Denis Moncada, desde Moscú presumió que tiene “buenas relaciones con el Sistema de la Integración Centroamericana donde Rusia pronto recibirá el estatus de observador”.
“Los observadores en un organismo de este tipo tienen tanta influencia como dinero suministran al organismo, especialmente en el SICA, porque el SICA vive un problema endémico de financiamiento. Entonces, un observador puede tener influencias sobre el organismo en la medida que tenga la capacidad de favorecer su financiamiento y creo que Rusia en este momento no la tiene por las sanciones económicas que está viviendo y el gasto militar que está teniendo”, argumentó Cascante.
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La demanda de Rusia, sin embargo, sorprendió a varios gobiernos de la región que se declaran garantes y guardianes de la promoción de la “paz, libertad, democracia y desarrollo”, particularmente por el actual conflicto que Putin mantiene contra Ucrania desde hace ya 14 meses.
SICA dividido por Rusia
“Evidentemente, Rusia no tendrá peso, si es aceptado como observador, en las decisiones del organismo, porque no es miembro y es observador (…) Es complicado en este momento establecer consecuencias porque todavía no sabemos cómo se resolverá esto o si lo que se generará será un stand by de la organización”, recordó Cascante.
El analista costarricense recordó que Guatemala y Belice son los únicos países del SICA que mantienen lazos con Taiwán y eso “sí pone en una situación compleja” su participación dentro del organismo.
«La exclusión de un observador se tiene que hacer por unanimidad de los Estados miembros, porque el SICA funciona en esas decisiones basado en un principio de unanimidad”, mencionó Cascante.
No obstante, Guatemala considera “lesiva” la participación de Rusia en el SICA tomando en cuenta los principios que se buscan promover en la región. El Gobierno de Alejandro Giammattei a raíz de las recientes declaraciones del canciller Lavrov reiteró su posición y demandó al Sistema a que se “abstenga de formalizar” el acuerdo de participación de Moscú en el organismo regional.
“Dicho acto debe posponerse hasta que Rusia cese sus hostilidades contra Ucrania y vuelva a la senda del diálogo y la diplomacia”, exhortó la Cancillería guatemalteca a través de un comunicado emitido este 18 de abril.
Costa Rica también rechaza a Rusia
El rechazo oficial de Guatemala, también respaldada por Costa Rica, se dio la semana pasada en una reunión virtual extraordinaria del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores del SICA, convocada por Nicaragua, que ostenta la Secretaría General del organismo regional para el período 2022-2026.
“Está claro que Costa Rica y Guatemala que han tenido una posición cercana a la posición de Estados Unidos en la guerra (de Rusia contra Ucrania) no van a permitir o van a estar en contra de eso. Entonces, lo que pasa es que terminan dividiendo al Sistema y al final del día, la propuesta y lo político divide al Sistema entre aquellos países con una cercanía a la posición estadounidense y aquellos que han mantenido un apoyo a Rusia como Nicaragua”, afirmó Cascante.
Expediente Público trató de obtener la versión de Honduras y El Salvador, pero al cierre de esta nota no se obtuvo ninguna comunicación sobre el tema.
Disparates de Ortega
En una reunión con funcionarios chinos, el pasado 15 de abril, Ortega pidió expulsar a Taiwán como observador del SICA y solicitó la incorporación de Rusia. “Esa base militar yanqui que se llama Taiwán o Taipéi, tiene que ser retirada, expulsada del SICA”, dijo Ortega durante su comparecencia obviando los 31 años de relaciones diplomáticas entre ambos países y que en los últimos diez años la isla se convirtió en uno de los donantes más activos del país centroamericano.
De los 30 Estados que actúan a la fecha como observadores del SICA, Taiwán es de más vieja data. El Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores en su reunión celebrada el 1 de febrero de 2000, en Comalapa, El Salvador, admitió a Taiwán al organismo como observador extrarregional.
Posteriormente, en Managua, el 24 de febrero de 2002, se formalizó la suscripción de Taiwán al organismo.
Para Napoleón Campos, especialista salvadoreño en temas internacionales, integración regional y migraciones, en entrevista con Expediente Público dijo que se trata de “disparates políticos y diplomáticos” por parte de Ortega debido a su “posición comprometida” de los pocos países que apoyan a Rusia en la guerra contra Ucrania.
“Daniel Ortega la ha emprendido contra Taiwán que ha sido una entidad clave para la reconstrucción de Centroamérica tras la turbulencia regional y las guerras civiles que sufrimos en los ochenta, no se puede tapar el sol con un dedo”, argumentó Campos.
El analista salvadoreño recordó que Taiwán, “debido a ese proceso donde se estrecharon fuertes lazos diplomáticos” con Centroamérica, es el principal socio extrarregional que tiene el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
En agosto de 2022, el BCIE celebró tres décadas desde que recibió la primera incorporación de un socio extrarregional, siendo este Taiwán, país cuyas cooperaciones financieras suman más de US$267.0 millones. Ortega, según Campos, usa el BCIE como su “caja chica”.
El régimen de Nicaragua usa la desinformación para justificar la invasión a Ucrania. Su último respaldo fue votar en contra de la resolución de Naciones Unidas de cesar de las hostilidades y que Rusia retire sus tropas, tal y como lo explica Expediente Público en este reportaje.
Ingratitud política de Ortega
Ante la posición asumida por Ortega con respecto a Taiwán existe a criterio de Campos un problema de fondo “ético, político y diplomático”.
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“Cada país centroamericano que rompe vínculos con Taiwán debiera cerrar esa página muy agradecido por toda la cooperación recibida, por los capítulos preferenciales contenidos en los tratados de libre comercio con Taiwán, por las cuotas azucareras o de camarones que ha sido importante en los últimos años para generar empleo sostenible”, refirió Campos.
En su más reciente visita a Nicaragua, el canciller ruso destacó la importancia de unirse para eludir las sanciones que tiene Rusia como las que tiene Venezuela, Nicaragua y Cuba por las constantes violaciones de derechos humanos.
“Pasar de todo ese pasado de amistad y de cooperación con Taiwán a una posición hostil, como lo hace hoy Daniel Ortega, no solamente significa un irrespeto a Taiwán, sino que también un irrespeto al resto de países del Sistema de la Integración Centroamericana, Guatemala y Belice, que aún mantienen lazos diplomáticos”, puntualizó Campos.
