*Mientras el presidente Nayib Bukele prepara su reelección en contra de la Constitución salvadoreña y bajo un régimen de excepción permanente, la mandataria Xiomara Castro calla sobre las violaciones de derechos humanos de sus regímenes aliados.
**Analistas políticos califican como “dubitativo” al gobierno de Honduras que ha amnistiado a corruptos y el desmantelamiento democrático, institucional y constitucional en El Salvador que pone en riesgo los derechos humanos y hasta la inversión extranjera.
Expediente Público
¿Qué discurso llevarán los gobiernos de El Salvador y Honduras a Lima, Perú durante la 52 Asamblea General de la Organización de los Estados Unidos (OEA)?, es una de las interrogantes que analizan especialista en temas internacionales, para quienes estos dos países tienen claros síntomas de ‘gripe’ antidemocrática.
“Juntos contra la desigualdad y la discriminación» es el lema de esta reunión que retoma la presencialidad esta semana en Lima, Perú luego de dos años cancelada por la pandemia de la Covid.19 y que se desarrollará con la presencia de funcionarios de 30 países bajo la “crisis político-militar global” derivada de la invasión a Ucrania ordenada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
“Es la primera crisis global de la OEA desde su fundación, pues una crisis así no se presenta para la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial. Esta crisis está coronada por la anexión por Putin de los territorios ucranianos ocupados, violando el Derecho Internacional y la Carta de la ONU al ser irrespetada la soberanía territorial de Ucrania, y los señalamientos sobre graves crímenes de guerra”, contextualizó Napoleón Campos, especialista en temas internacionales.
La OEA ha condenado la “conducta irresponsable y perpetradora de Rusia” contra el orden internacional. Sin embargo, la posición callada y cómplice de países centroamericanos como El Salvador, seguida de Nicaragua es criticada por Campos.
“Ordenaron a sus representantes en la OEA y también en la Organización de Naciones Unidas (ONU) a abstenerse de no condenar a Rusia, decisiones que enviaron una terrible señal de falta de solidaridad con el mundo democrático”.
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El desmantelamiento de la democracia salvadoreña
Desde marzo de 2022 fue declarado en El Salvador un estado de excepción que hasta la fecha se mantiene vigente y en el que más de 50 mil salvadoreños han sido encarcelados por supuestos vínculos a pandillas, según cifras de autoridades nacionales.
La comunidad internacional y organismos nacionales como el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Católica José Simeón Cañas, han denunciado el abuso bajo el régimen de excepción en el que al menos 59 de estos detenidos perdieron la vida en los primeros 100 días.
Este hecho evidencia el deterioro de los derechos humanos y que junto a la anunciada intención de Bukele de reelegirse en el 2024, posiciona al país con un «récord muy dudoso» al llegar a la reunión de la OEA, según declaraciones de Federico Hernández exdirector ejecutivo de la cámara de Comercio de El Salvador, a Expediente Público.
«Nadie antes de él había avanzado tanto y tan rápido en la disolución del Estado de Derecho, el cercenamiento de libertades ciudadanas, la acumulación de poder y el debilitamiento de las instituciones contraloras de la función pública” enumeró Hernández.
«Nuestro presidente ha anunciado que está por pisotear nuestra Constitución (que claramente prohíbe la reelección inmediata) y su lista de atropellos a ciudadanos inocentes durante el actual régimen de excepción le colocan en el listado de los mandatarios que irrespetan la Carta Democrática de la OEA».
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Dinero y una comisión anticorrupción en Honduras en puntos suspensivos
El gobierno Xiomara Castro de Zelaya constituye una administración de transición para la propia Honduras, pero también para Centroamérica y América Latina, aseguró el Dr. Campos, también especialista en Integración regional y Migraciones.
Importantes extradiciones a Estados Unidos como la del expresidente Juan Orlando Hernández o la de Juan Carlos «El tigre» Bonilla, han sido coronadas bajo los primeros meses de gobierno de Castro, sin embargo, “ha sido dubitativo a la hora de cerrar filas con los proyectos tiránicos en Centroamérica” criticó Campos.
Por otro lado, Castro dejó de condenar a Daniel Ortega, al igual que Bukele. «Lo que ha despertado interrogantes si los compromisos de JOH con Ortega-plasmados en un acuerdo bilateral a pocos meses de que JOH dejara el poder- han sido refrendados por la presidente Castro de Zelaya” argumentó.
Por otro lado, Honduras, sigue esperando la instalación de la Comisión Internacional para la lucha contra la Impunidad y la Corrupción, CICIH.
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Hasta ahora, Castro ha dado garantías tanto a la ONU como a los países aliados de que la misma se instalará y no quedará nadie del pasado sin ser investigado, según Campos, sin embargo, esto implicaría “aceptar la investigación sobre el periodo oscuro del gobierno de su esposo, Mel Zelaya, cuyos colaboradores ya fueron amnistiados”.
Por otra parte, según el analista, en Honduras sigue en puntos suspensivos, el destino de millones de dólares originados desde el saqueo de la riqueza del pueblo venezolano que llegaron a Honduras por los mecanismos del “socialismo del siglo XXI”.
Una “trama” que sigue abierta también en Nicaragua con los fondos venezolanos que terminaron en manos de Ortega vía ALBA Petróleos Nicaragua y en El Salvador en manos de “un puñado de familias codiciosas y corruptos” vía ALBA Petróleos de El Salvador.
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Bukele tras los pasos de JOH y Ortega
De acuerdo a declaraciones de los especialistas, cuando Bukele era candidato a la presidencia no criticó abiertamente solo a Ortega, sino también a JOH.
«Lo que muchos de los votantes de Bukele no imaginaron es que en tres años iba a calcar los procesos antidemocráticos del orteguismo, incluyendo la cooptación del sistema judicial, la persecución a los disidentes y, ahora, la reelección presidencial indefinida» afirmó Hernández, exdirector ejecutivo de la cámara de comercio hondureña.
Daniel Ortega y Nayib Bukele, han sido señalados en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por violaciones internas a los Derechos Humanos y el desmantelamiento democrático, constitucional e institucional, aseguró Campos.
Por otra parte, y en términos económicos, los especialistas advirtieron una amenaza de aislamiento internacional sin precedente a corto plazo para el status legal y no legal de salvadoreños y nicaragüenses en Estados Unidos, y los acuerdos de libre comercio con estos países.
«Perder, junto a Nicaragua, tan solo las preferencias que brinda el CAFTA-el acuerdo de libre comercio con EEUU-traería devastadoras consecuencias para las economías nacionales tanto para empleadores como empleados, y para las inversiones extranjeras cobijadas bajo el CAFTA”, advirtió Campos.
Según Hernández, los acreedores mundiales han perdido el interés en invertir en su país, mientras Bukele permanece en el poder.
¨El Salvador, es hoy un paria internacional. Los acreedores mundiales no quieren saber nada de nosotros, la inversión extranjera directa sigue cayendo […] sin mencionar el fracasado experimento del bitcoin, que convirtió a El Salvador en una prueba risible de lo que no debe hacerse en materia monetaria¨ concluyó.