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El “Papi de la basura”, amplía su riqueza en la capital, con venta simulada de sus empresas

***En esta investigación se desvela que las compañías del alcalde de Tegucigalpa, han sido proveedoras del Estado de Honduras por más de 15 años. Actualmente dos de sus empresas recolectan los desechos sólidos en la capital .

**Su posición privilegiada siendo un burócrata en la alcaldía le permitió obtener información estratégica que luego redituaría con sus negocios de la basura en la ciudad.


Expediente Público

Luego de prósperos negocios como proveedor del Estado siendo funcionario público, Nasry Juan Asfura Zablah, quedó electo en 2013 como alcalde de Tegucigalpa. Aunque lleva dos periodos seguidos en el cargo como funcionario público, no se ha desvinculado de sus compañías privadas y para continuar con sus negocios ha simulado la venta de sus empresas.

Este político hondureño conocido popularmente como “Tito Asfura o Papi a la Orden”, quiere ser también presidente de Honduras por el oficialista Partido Nacional, aunque exista en su contra una investigación abierta por desvío de fondos por parte del Ministerio Público. Sobre Asfura existe una petición de antejuicio que avanza lentamente en los pasillos de la justicia hondureña.

De acuerdo con documentos en poder de Expediente Público, Asfura está relacionado a las dos empresas encargadas de recoger los residuos sólidos en Tegucigalpa, capital de Honduras. Esas empresas son Ama Honduras, (Amahsa) y Compañía Constructora y Servicios Múltiples S.A. (Cosemsa). Ese fue el resultado que arrojó una revisión detallada de 72 escrituras públicas de las nueve empresas relacionadas con el alcalde capitalino.

Nasry Asfura ganó también un contrato millonario con la alcaldía de San Pedro Sula; como lo muestra en su investigación periodística Expediente Público en su entrega el Papi” de la basura, que evidencia cómo el edil capitalino obtuvo -sin dar ningún servicio- 8.1 millones de dólares en 2011 de los tributos de los sampedranos.

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De San Pedro Sula a la capital

En el caso de la capital hondureña, el contrato de Cosemsa se produce en el marco de la Emergencia No. 02098 emitido por la municipalidad de Tegucigalpa el 25 de enero de 1998. En ese año, Asfura era el encargado de la gerencia de Servicios Públicos en la municipalidad de la capital, es decir, era un funcionario con acceso a información privilegiada.

Del 2006 al 2010, Tito Asfura saltó del escritorio de un burócrata tradicional para convertirse en regidor de la alcaldía capitalina en el gobierno del entonces alcalde Ricardo Álvarez, y de ahí saltó al parlamento hondureño como diputado en los años de 2010 a 2014. Y desde el 2014 es el alcalde de Tegucigalpa, puesto en el que lleva dos períodos: el primero en 2014-2018 y el segundo de 2018-2022, último en el que fue reelecto. Ahora quiere correr por la silla presidencial del país centroamericano.

El contrato con la empresa recolectora de basura Amahsa se dio producto del proceso de licitación internacional No. LPI-UCI-001-2002.

La prosperidad de las empresas de “Papi a la Orden” ha sido por los contratos millonarios adjudicados en la municipalidad de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos principales ciudades hondureñas. Asfura ha logrado permanecer en los negocios a través del señor Johnny Roberto Kafati Segebre, con quien ha mantenido una estrecha relación comercial por más de 15 años.

Kafati Segebre es cónsul honorario de la República Checa en Tegucigalpa y fungió como ministro y asesor de Vivienda en el gobierno del expresidente Ricardo Maduro durante 2002-2006.

Actualmente, ambos son socios en la compañía Crédito Inmobiliario Jacaleapa, Credinjasa; ahí, Kafati tiene el 50 por ciento de acciones mediante su otra empresa Alquileres y Ventas de Honduras, Alvehsa y Asfura es dueño del otro 50 por ciento.

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Ambos empresarios, en los años de 2005 a 2017, fueron socios en las compañías Agac de Centroamérica, Amahsa y Sulambiente.

De acuerdo con las actas constitutivas en poder de Expediente Público, Cosemsa es dirigida por Johnny Roberto Kafati Segebre mediante la compañía Alvehsa, empresa que fue creada en 1987 por Asfura y su familia.

El 12 diciembre de 2006, las acciones que Asfura tenía en Alvehsa fueron cedidas a Johnny Alejandro Kafati Chapa, Ivanna Oralia Kafati Chapa, Salomón Kafati Chapa y Felipe Kafati Chapa y Johnny Roberto Kafati Segebre, éste último se desempeña como presidente de esa empresa.

En los documentos analizados por Expediente Público, constatan que «Papi a la orden» ha estado vinculado también a la empresa Amahsa, sociedad que igual formó el consorcio italiano Agac y Otros, ahora Sulambiente, encargada de recolectar la basura en San Pedro Sula, al norte de Honduras.

Estructura y ruta de las sociedades

Amahsa fue constituida en Tegucigalpa por las sociedades Ama Internacional, Agac spa, Crédito Inmobiliario Jacaleapa y Agac de Centroamérica, las dos últimas, propiedad de Nasry Asfura.

De acuerdo con el instrumento 119 legalizado por el notario Enrique Rodríguez Bouchard, la sociedad fue inscrita el 9 de diciembre de 2004 en el Registro Mercantil de Tegucigalpa y su actividad principal es la recolección y transporte de desechos sólidos.

En la inscripción se señala que Augusto Renato Montanari, en representación de las compañías italianas, Ama Internacional, suscribió 9,588 acciones, Agac Spa Servizi Energetizi ed Ambientali, obtuvo 3,760 acciones y Óscar Rolando Uriarte Romero en representación de Crédito Inmobiliario Jacaleapa, Credinjasa, 5,452 acciones.

Como presidente de esa sociedad nombraron a Massimo Tabacchiera, a Lino Buffagni como vicepresidente, a Fernando Durón Roque como vocal 1, como vocal 2 y 3 a María Elena Lagos Andino y Daniela Fravolini respectivamente. Mientras que Maribel Espinoza Turcios fue nombrada secretaria de la junta directiva y de comisario a Francisco Donaldo Montoya Aguilar.

En el caso de Augusto Renato Montanari, éste fue nombrado también como representante del consorcio Agacc y Otros en el proceso de licitación celebrado con la municipalidad de San Pedro Sula.

Luego, en los años de 2005 al 2007, el consejo de administración de la compañía tuvo nuevos directivos, quedando como presidente Massimo Tabacchiera, Lino Buffagni como vicepresidente y cinco vocales en el orden siguiente: Pier Lugi Bartolini, Andrea Olivieri, Paolo Cianfanelli, Jorge Demtrio Kafaty, Salomon Antonio Barjum y de comisario, nuevamente repite Francisco Donaldo Montoya Aguilar, mientras Maribel Espinoza Turcios, fue ratificada por dos años más como secretaria de la junta directiva y como gerente general, Laime Armuzzi.

Para la suscripción del contrato con la alcaldía de Tegucigalpa, los nuevos directivos de Amahsa, acordaron que en el caso de la sociedad Crédito Inmobiliario Jacaleapa, Credinjasa, una de sus empresas socias, ésta debería nombrar dos representantes: un técnico de campo y otro que los representara en los intereses políticos de la sociedad.

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El 1 de diciembre de 2005, las 3,700 acciones que la sociedad italiana Agac Spa Servizi Energetizi ed Ambientali, poseía en Amahsa, fueron cedidas a la empresa hondureña Agac de Centroamérica, cuyo propietario fue hasta 2017, Nasry Juan Asfura Zablah, es decir, “Papi a la orden”.

Con esta cesión de acciones, Amahsa queda integrada con dos sociedades de Asfura: Agac de Centroamérica con 3,700 acciones y Credinjasa con 5,452 acciones. Mientras que Ama Internacional quedó con 9,588 acciones.

De acuerdo con el instrumento 37, protocolizado el 1 de agosto de 2017, en reunión de accionistas de Amahsa y Desarrollo Construcción y Equipo, Decoesa, las empresas Agac de Centroamérica y Credinjasa traspasaron todas las acciones que poseen en la sociedad Amahsa, a favor de Alvehsa, propiedad de Johnny Roberto Kafati Segebre y otros.

El 16 de marzo de 2018, la empresa italiana Ama Internacional traspasó 2,397acciones favor de la compañía Alvehsa y 47 acciones fueron transferidas al señor Johnny Roberto Kafati Segebre.

Para el 19 de febrero de 2021, se estableció que el presidente del consejo de la sociedad Amahsa–Johnny Roberto Kafati Segebre– recibirá cada mes 500 mil lempiras, unos 20 mil dólares, por concepto de honorarios.

Kafati Segebre también recibe un monto mensual de 20 mil dólares en su condición de presidente de la sociedad Cosemsa, así lo señala uno de los documentos en poder de Expediente Público.

En el 2010, una auditoría financiera efectuada a la municipalidad de Tegucigalpa por el Tribunal Superior de Cuentas, detalla que las empresas Ama de Honduras y Cosems recibieron 197 millones de lempiras (unos 8.3 millones de dólares) del 1 de junio de 2008 al 8 de marzo de 2010. El mismo informe describe que en los años de 2008 y 2009, la municipalidad de Tegucigalpa pagó por arrendamiento de vehículos para el manejo y control de desechos sólidos 17.7 millones de lempiras (alrededor de 737,500 dólares).

En tanto, siempre en el 2009 la alcaldía hondureña pagó a las empresas Amahsa y Cosemsa, 13.3 millones de lempiras (poco más de medio millón de dólares). El auditor del Tribunal Superior de Cuentas recomendó verificar esas transacciones en la próxima auditoría. Se desconoce si la recomendación fue atendida y si se produjo una nueva auditoría.

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Un modus operandi

Esas transacciones y cambio de sociedades para mover los dineros es precisamente uno de los hechos por los cuales el alcalde capitalino, Nasry Asfura o “Papi a la orden”, es investigado actualmente por la el Ministerio Público por los delitos de presunto lavado de dinero, malversación de fondos y otros delitos.

La Unidad Fiscal Especializada contra la Corrupción (Uferco) del Ministerio Público de Honduras ha solicitado un antejuicio contra el alcalde capitalino por el desvío de 29.4 millones de lempiras, un poco más de 1.1 millón de dólares. Junto al alcalde hondureño y aspirante a la Presidencia se imputa también a la regidora Nilvia Castillo.

Según la Uferco, los acusados depositaron cheques en cuentas personales, desde ahí se hicieron pagos, se trasladaron a otras cuentas o se emitieron cheques a favor de empresas para pagar gastos operativos o a personas que no tenían relación con la municipalidad. Los cheques provenían de los fondos rotatorios, fondo especial y reembolsos que maneja la comuna capitalina. El proceso de antejuicio ha iniciado sin prisa en los tribunales hondureños, mientras los abogados de Nasry Asfura hacen sus acciones legales para frenar o revertir el proceso.

Para la Uferco del Ministerio Público, Asfura y la regidora Castillo, participaron de un esquema criminal que les permitió desviar ilegalmente fondos de la alcaldía.

Mientras avanza el antejuicio, la Fiscalía de Privación de Dominio pidió el 23 de marzo el aseguramiento de varios bienes del alcalde capitalino y virtual candidato presidencial del Partido Nacional, Nasry «Tito» Asfura. Las proyecciones preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE) le dan la ventaja a Asfura dentro de su partido para ser el candidato presidencial que corra por los comicios generales de noviembre próximo.

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Los bienes asegurados de Asfura se localizan en Tegucigalpa y son tres condominios en Torre Morazán y las sociedades mercantiles Cementos S.A., la empresa Decoesa e Inversiones Varias, Invasa.

Fiscal Santos: «Dinero fue sustraído de manera ilegal»

El fiscal de la Uferco, Luis Javier Santos, dijo a Expediente Público que el dinero presuntamente desviado de la municipalidad no pasó directamente a la cuenta personal de los funcionarios responsabilizados, y que la ruta de esas transferencias siguió una modalidad de redes criminales, ya que se hicieron liquidaciones presentando documentos falsos.

En el requerimiento fiscal, la Uferco registra cada uno de esos movimientos, el camino que siguió el dinero, los traspasos, los involucrados y los testimonios que lograron obtener como parte de su trabajo investigativo. Hasta las hijas del alcalde Asfura fueron beneficiadas con esos movimientos de fondos públicos, muchos de los cuales se usaron para financiar su campaña política pasada, según la investigación oficial.

“No fue sencillo llegar a esa conclusión. Se siguió el rastro de ese dinero y es un hecho incuestionable que ese dinero fue sustraído de manera ilegal”, explicó el fiscal Santos. El fiscal asegura estar consciente que tiene entre sus manos un caso de alto impacto político, ya que se trata de uno de los personajes que podría llegar a la Presidencia de Honduras, que goza de respaldo popular y también de un sector económico con el que ha construido “exitosas” sociedades. Es un caso que pone a prueba, una vez más, la institucionalidad hondureña.