* El presidente de El Salvador, Nayib Bukele anunció en 2021 que este país centroamericano sería la capital mundial de la criptomoneda, pero nada se ha concretado.
** Con los $120 millones que se gastó el Gobierno se creó la billetera electrónica Chivo para popularizar el uso de la criptomoneda, pero esta acabó en desuso entre los ciudadanos.
*** El proyecto cumplió su segundo aniversario sin la parafernalia con la que empezó mientras el criptovalor sigue inestable.
Eric Lemus / Expediente Público
Carlos Rubio ofrece el servicio de alquiler de una cabaña rústica frente al océano. El sonido pausado de las olas batiendo los peñascos que bordean la playa El Palmarcito, a 47 kilómetros de la capital en el litoral salvadoreño, es uno de los sonidos característicos en uno de los lugares donde aún sobreviven carteles ofreciendo el comercio en criptomonedas.
Su ubicación entre la playa El Tunco, el vecindario de bares nocturnos, y El Zonte, donde nació el proyecto bitcoin, le ofrece a Carlos una posición literalmente intermedia respecto al desarrollo de la que fue la principal apuesta económica del Gobierno de Nayib Bukele.
“Acá usamos otra billetera electrónica que no es la que promovió el Gobierno porque esa wallet no es confiable y, a decir verdad, la Bitcoin Beach la usamos entre nosotros los comerciantes para facilitar el intercambio de algo que tiene uno que le falta a otro”, relata a Expediente Público.
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“En mi caso prefiero alquilar las cabañas y ofrecer mis servicios de restaurante pagando en efectivo porque los clientes se mueven en dólares”, explica.
Un anuncio transgresor
Hace dos años, en junio de 2021, Bukele irrumpió en la ciudad de Miami en la mayor conferencia mundial de bitcoin para anunciar en un mensaje pregrabado que un país llamado «El Salvador sería el primero del globo en introducir el criptovalor» como moneda de curso legal junto al dólar.
Entre los conferencistas participantes estaban una suerte de empresarios transgresores y personajes extravagantes tales como: Max Keiser, el llamado profeta del bitcoin; Tony Hawk, el skater legendario; Jack Dorsey, exjefe del extinto Twitter y Sam Bankman-Fried, entonces jefe de la desaparecida bolsa de criptomonedas FTX y ahora procesado por la justicia.
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El Salvador fue el centro de atención internacional luego que Bukele prometió que este país centroamericano subdesarrollado sería la capital mundial del bitcoin y poco a poco desfiló en el país una variedad de sujetos excéntricos, aprendices de millonarios y devotos de la criptomoneda que fueron recibidos por el Gobierno como visitas oficiales.
Con el respaldo de la Asamblea Legislativa, que está bajo el control del partido oficialista Nuevas Ideas (NI), Bukele tejió nuevas normativas para estimular los activos digitales en un país que está dolarizado desde 2001 y cuyo tercio de la población reside legal o ilegalmente en EE. UU.
Sin embargo, dos años después Bankman-Fried está encarcelado en Nueva York a la espera de un juicio por el desvío de fondos de FTX, Dorsey vendió Twitter y nadie festeja el segundo aniversario de entrar al criptouniverso en El Salvador.
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Bitcoin en El Salvador y la conferencia de 2022
En noviembre de 2022, El Salvador auspició durante tres días la Adopting Bitcoin Conference donde la voz estelar fue la del promotor de criptos Max Keiser junto a personajes como el canadiense Samson Mow, el fundador de la empresa de videojuegos Pixelmatic.
Pero a diferencia de septiembre de 2021, cuando el valor del bitcoin había alcanzado su máximo histórico de $53,000, la cripto moneda empezó a desbaratarse.
El periodista Yves Bellinghausen, que siguió el desarrollo del cónclave, recordó a Expediente Público que “todos esperaron la intervención de Bukele en algún momento, pero fue el gran ausente”.
De hecho, la noche del 17 de noviembre de 2022, Expediente Público estuvo presente en la clausura de la conferencia en un establecimiento ubicado en la playa El Zonte y donde el sinsabor de invitados como Mow fue evidente al evitar hacer una valoración sobre el encuentro.
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Pese a que Bukele no asistió, el Gobierno sí designó una flota de autobuses privados con escolta policial entre la capital y la denominada Surf City, sumado al despliegue militar que siguió como sombras a todos los invitados.
Volatibilidad del bitcoin y su efecto en El Salvador
Sin embargo, el segundo aniversario de la incorporación del bitcoin a la economía salvadoreña estuvo lejos de la fiesta que organizó Bukele en playas como Mizata, cuando anunció la construcción de Bitcoin City, o en el golfo de Fonseca, donde el mandatario prometió minar el volcán Conchagua.
Diversos sectores académicos y profesionales adversan el cálculo del mandatario que sigue disipándose a la espera que el valor remonte y pueda recuperar la suma invertida hasta la fecha.
El economista César Villalona cree que introducir el bitcoin “tuvo dos efectos principales: ahora es muy cómodo blanquear dinero en El Salvador, y, en segundo lugar, la introducción de las cripto mejoró de golpe la imagen del país”.
“El bitcoin no es una moneda. Es simple y sencillamente un negocio”, reiteró Villalona a Expediente Público.
Mientras que en opinión del economista José Luis Magaña los $120 millones que gastó en la puesta en marcha de todo el proyecto, la administración Bukele gastó una cantidad comparable a dos veces el presupuesto actual del Hospital Nacional Rosales, que asciende a $62 millones.
“El dinero gastado en bitcoin es superior al presupuesto anual para educación media que son 103.9 millones”, reclama Magaña.
¿Dar un paso atrás?
A inicios de 2022, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que “la adopción de una criptomoneda como moneda de curso legal implica graves riesgos para la integridad financiera y del mercado, la estabilidad financiera y la protección del consumidor”.
Por su parte, la investigación “El Salvador y el bitcoin: Experimento fallido en transparencia y rendición de cuentas” alertó que hasta agosto de 2023 el Gobierno compró 2,942 bitcoins, lo que se traduce en $121,070,299.51.
“De acuerdo al informe, siete de cada 10 salvadoreños consideran que la adopción del bitcoin en el país no ha ayudado en nada a mejorar su situación económica familiar”, dijo la abogada Leonor López durante un encuentro con la prensa al que acudió Expediente Público.
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El FMI, de hecho, instó a las autoridades de la administración Bukele “a limitar el alcance de la Ley Bitcoin eliminando su calidad de moneda de curso legal”.
“Hay grandes riesgos asociados al uso de bitcoin para la estabilidad financiera, la integridad financiera y la protección del consumidor, así como las posibles contingencias fiscales”, advirtió.
La vida en los parajes ofrecidos por Bukele como centros de transacción en criptomonedas siguen su ritmo comercial cotidiano donde “es importante sobrevivir”, en palabras de Carlos, el propietario del rancho en El Palmarcito, que no experimentó cambios en su negocio con el bitcoin.
“Sinceramente como comerciantes lo importante es que los clientes nos paguen porque así disponemos de recursos mínimos para llegar a fin de mes cumpliendo con las obligaciones”, dice este hombre que proviene de la pesca artesanal. “Esa es nuestra realidad”.
