* Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina figuran como los países más beneficiados con préstamos de China, según Diálogo Interamericano.
** Analistas Evan Ellis y Juan Pablo Cardenal valoran cómo ha sido la alianza china en Centroamérica y qué es lo que realmente busca en la región.
***En el 2021 las exportaciones de China a la región se cifraron en 229.009 millones de dólares mientras que las exportaciones latinoamericanas a China alcanzaron solo 22,582 millones de dólares.
Expediente Público
Con el principal interés de marginar de la esfera diplomática a Taiwán y consolidar su papel de “adversario” potencial de los Estados Unidos, China ha utilizado como moneda de cambio su contribución al desarrollo económico y social de sus aliados en la región latinoamericana a través de la cooperación e inversión directa.
El régimen chino, que figura como el segundo socio comercial de la región, ha otorgado su respaldo diplomático y apoyo concreto en áreas de comercio, inversión, concesión de préstamos, infraestructura y cooperación a los países latinoamericanos, pero no ha sido igual para todos los países, pues depende de lo que cada uno tiene para ofrecerle.
Desde 2005, según el centro de análisis Diálogo Interamericano, China otorgó más de 136 mil millones de dólares en concepto de préstamos soberanos y comerciales a países y empresas en América Latina y el Caribe.
Los mayores beneficiados con préstamos comerciales son países como Argentina y Brasil, en tanto, los préstamos soberanos han sido otorgados, en su mayoría, a Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina para proyectos de construcción y desarrollo.
La última actualización de la base de datos del centro de análisis refleja que China otorgó en 2022, tres nuevos préstamos con un valor de 813 millones de dólares a Brasil, Barbados y Guyana para ejecutar proyectos sociales, después que en 2020 no emitió ningún solo préstamos.
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China presta dinero a países endeudados
Margaret Myers, directora del programa Asia y América Latina del Diálogo Interamericano, explicó a Expediente Público que la política de China, en general, ha sido ofrecer préstamos a países que tienen “altos niveles de deuda externa” o tuvieron en algún momento problemas con instituciones internacionales en la región.
“Fue algo muy bien bienvenido por algunos gobiernos por muchos años porque no tenían acceso (a préstamos) y necesitaban fondos para avanzar en algunos proyectos e intereses, especialmente, por parte de algunos líderes o gobiernos en la región. Ahora vemos que esos países en algunos casos han encontrado grandes problemas”, afirmó Myers.
Los multimillonarios préstamos que China acarrean un elevado endeudamiento y los países al intentar renegociar asumen nuevos compromisos que generan mayores problemas en el corto plazo.
“Ecuador es uno, el año pasado trataron de renegociar los términos de algunos crunches de la deuda y lo hicieron, pero en cinco años van a encontrar nuevos problemas y no es una solución al problema”, aseguró.
Myers agregó que en “el caso de Argentina hay mucha deuda y es algo que van a tener que repagar y trabajar en la renegociación, y en Venezuela hay todavía 17 mil millones que deben pagar a China en forma de petróleo y va a ser muy difícil a estos países encontrar una solución”.
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China y sus intereses
Juan Pablo Cardenal, periodista e investigador especializado en China, dice a Expediente Público que este país se ha convertido en los últimos 20 años en el principal socio de la mayoría de los países de América Latina.
Pone de ejemplo el vínculo entre Brasil, Perú, Argentina, Chile y Ecuador y la relación que se empieza a fortalecer con Colombia, México y Bolivia. Aunque el rol que ejerce es “enorme”, también es desigual, sostiene.
Los intereses que forjaron estas alianzas, asegura Cardenal, están vinculados al acceso a recursos naturales, petróleo, minerales a cambio de comercio, concesión de préstamos, proyectos para financiar infraestructuras o inversiones por parte de China.
A China solo le intereses explotar recursos naturales
Pero, con el tiempo, el patrón que explica el especialista fue cambiando pues China puede adquirir recursos como el petróleo en Oriente medio o Rusia, y ya no comprarlo en Ecuador.
“Para China lo relevante de América Latina siguen siendo los recursos naturales, más los recursos naturales estratégicos, el cobre, estratégico para ellos, pero también el litio y sobre todo los alimentos. China lo que pretende en América Latina es también garantizar su seguridad alimentaria”, explica Cardenal.
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En América Latina y el Caribe, la Inversión Extranjera Directa en 2021 aumentó 40.7% en comparación a 2020, alcanzando un total de 142,794 millones de dólares, según informe anual que publica la Unidad de Inversiones y Estrategias Empresariales de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De acuerdo al estudio, Brasil y México figuraron como los países receptores de la inversión extranjera directa en la región.
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Según el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, el comercio entre China y América Latina y el Caribe se cifró en 451,591 millones de dólares en el año 2021, citando datos de la Administración General de Aduanas de China.
Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) cifra en 322,000 millones de dólares los flujos de inversión de China en la región.
Las exportaciones de China a la región se cifraron en 229.009 millones de dólares en el mismo año, mientras que las exportaciones latinoamericanas a China alcanzaron solo 22,582 millones de dólares, según estadísticas de las aduanas chinas.
¿Qué pasa en Centroamérica?
En el caso de Centroamérica, la alianza con China le ha dado a Costa Rica, Panamá, El Salvador y Honduras como beneficio algunos proyectos y programas en áreas de la educación, salud, energía, comunicaciones, agricultura, minas, así como servicios bancarios y financieros, según un monitoreo realizado por el Observatorio de Expediente Público sobre el alcance de estas relaciones en la región.
Sin embargo, a criterio de los especialistas, los resultados de las relaciones diplomáticas no son lo que se esperaba.
La región centroamericana, que se ha considerado como una zona de influencia de los Estados Unidos, ha adquirido relevancia para la República Popular China, que desde 2007, viene tejiendo sus relaciones diplomáticas.
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Promesas, lo que ofrece a Centroamérica
Myers considera que China tiene actualmente más influencia en Sudamérica que en cualquier otra parte del hemisferio occidental.
“Hemos visto un interés en Centroamérica, pero más con respecto a esta competencia entre China y Taiwán en la región (…) pero en términos comerciales, de inversión, flujos de capitales o financiamiento no vemos casi nada en Centroamérica”, aseguró la experta de Diálogo Interamericano.
Costa Rica fue el primer país que le dio el reconocimiento en 2007, y Honduras ha sido el último que estableció relaciones con el gigante asiático el 26 de marzo de 2023, dando por terminada su relación con Taiwán.
A pesar de las intenciones de China, Guatemala ha expresado su absoluto respaldo a la República de Taiwán, siendo el único país que no lo reconoce en Centroamérica.
¿Se ha beneficiado Costa Rica de la relación con China?
Evan Ellis, profesor investigador de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unido señaló a Expediente Público que, en más de una década de relaciones con China, establecidas en 2007 inicialmente con Costa Rica no se ha avanzado mucho.
También menciona que con esa alianza hubo esperanza de que productos tradicionales como frutas y café fueran exportados en mayor cantidad hasta China, pero Costa Rica sacó ventaja en la expansión de sus exportaciones a China, como consecuencia del reinicio de la producción de chips de Intel en 2021, alcanzado los 402 millones de dólares en 2022.
Lo que sí ha representado un avance en las relaciones entre ambos países han sido las exportaciones costarricenses que, según el Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica, en 2021 alcanzaron los 308 millones de dólares. Y entre los principales productos figuran dispositivos médicos, cítricos, pieles y cueros, carne y trozos de bovino, cobre para reciclar, café, enchufes y circuitos integrados.
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Costa Rica en desventaja
No obstante, el país centroamericano enfrenta un gran déficit comercial con China, con importaciones que en 2021 alcanzaron 2,932 millones de dólares, según datos de la agencia Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica.
El especialista asegura que los países centroamericanos no tienen la posibilidad de promover, de forma sofisticada, un marco país para colocar sus productos en el mercado chino, así como recursos ni volúmenes de producción que puedan captar el interés de compradores chinos.
Esto se suma al reto de que los productos que ofrece Centroamérica, China los puede adquirir en países cercanos evitándose altos costos de importación.
Aunque el panorama es desalentador y limitado, reconoce que hay circunstancias especiales donde los países han logrado con éxito y con mucho esfuerzo abrirse espacio y sacar ventaja.
“Sí hay datos que muestran un avance del intercambio, pero casi siempre ese avance ha sido de penetración de productos chinos y no tanto beneficios por los productores locales”, agrega.
¿Qué busca China?
El investigador Cardenal también reconoce que las expectativas que se tenían con la relación de Costa Rica con China han quedado de algún modo frustradas. Además, asegura que la presencia de China, de forma general, en Centroamérica no represente una presencia tan importante, como en Sudamérica.
“No podemos pensar que China está aquí para ayudar a América Latina, no, sino que está en América Latina para sus propios intereses”, señala.
Sobre los motivos que llevaron a China a aliarse con los países centroamericanos, Cardenal asegura que la razón de peso era lograr el aislamiento diplomático de Taiwán, pues esta zona no tiene muchos recursos naturales para ofrecerle.
No todo es despreciable
Ahora, dice, con el objetivo casi alcanzado, los intereses que puede tener ese país asiático en Centroamérica son para mantener a sus aliados bajo su órbita diplomática y política y para que le garanticen el voto ante la ONU y los organismos internacionales.
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A pesar de ello, señala, Centroamérica no deja de ser un mercado, aunque pequeño.
“China ofrece la construcción de infraestructuras a un precio mucho más barato y mucho más rápido que lo que hacen inversores tradicionales y ahí puede tener una oportunidad de negocio. Ahí se explica que puedan estar en una región”, resume.
El especialista advierte que algunos países de la región latinoamericana empiezan a dar la sensación de ser dependientes de China y es algo que deberían evitar.
“Hay oportunidades con China, eso es indudable, por su tamaño, no deja de ser la segunda economía del mundo, pero también hay muchos riesgos y hay que saber cuáles son. A veces se omiten esos riesgos y solo hay un discurso alrededor de las oportunidades que China ofrece”, dice.