*El régimen de Ortega y Murillo debilita la Conferencia Episcopal de Nicaragua con el encarcelamiento de dos obispos.
**Hay 13 sacerdotes y tres seminaristas presos, y decenas de religiosos han sido expulsados de Nicaragua.
**Expertos señalan deseo de “erradicar” a la Iglesia católica. No descartan que quieran imponer el modelo chino donde los obispos requieren el beneplácito del Partido Comunista.
Expediente Público
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una lucha frontal contra la Iglesia católica y la lista de sacerdotes detenidos incrementó con 18 en una oleada de arrestos a finales de 2023, que incluye a miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que está en una etapa crítica por la represión.
“Está afectando a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) porque dos de sus obispos están encarcelados (Álvarez e Isidoro Mora) y uno está en el exilio (Silvio Báez)”, dijo a Expediente Público la abogada Martha Patricia Molina, autora de la investigación Nicaragua ¿Una iglesia perseguida?.
A esto se le suma que el derecho canónico establece que, al cumplir los 75 años, los obispos deben presentar su renuncia al papa Francisco. El cardenal Leopoldo Brenes llegará a esta edad el 7 de marzo de este año y el obispo de Jinotega Carlos Herrera los cumplió el 21 de diciembre pasado.
Eso significa que el papa Francisco deberá aceptar esas renuncias y nombrar a nuevos obispos. Esto abre la posibilidad de que Ortega presione al Vaticano para colocar a obispos más «agradables» al régimen.
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¿Destruir a la Conferencia Episcopal de Nicaragua?
La CEN está integrada por el cardenal Brenes, quien preside la Arquidiócesis de Managua, y ocho obispos, uno por cada diócesis de Nicaragua.
“Los otros obispos (en libertad) están vigilados 24 horas al día, asediados y visitados por altos cargos de la Policía. Aunque ellos le llaman visitas de cortesía son visitas de asedio e intimidación”, dijo a Expediente Público Molina.
Entre los presos de finales de diciembre 2023 hay dos obispos miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN). También encarcelaron a 13 sacerdotes de diferentes parroquias y tres seminaristas.
El obispo hondureño, monseñor José Antonio Canales, secretario del Secretariado del Episcopado de América Central, confirma que “el régimen quiere acabar con la Iglesia”.
“La Iglesia ha sido la única institución que ha resistido (…) Han terminado con toda influencia exterior, eliminando las oenegés y todo lo que implique que los nicaragüenses tengan apertura a un mundo exterior”, dijo monseñor Canales a Expediente Público.
A mediados de octubre de 2023 el régimen desterró a 12 sacerdotes que estaban detenidos. Nuevamente quedó en prisión Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí.
Álvarez se negó también al destierro en febrero del año pasado, cuando salieron 222 presos políticos acogidos por Estados Unidos.
Limita funciones de la Conferencia Episcopal
El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh) envió cartas a las conferencias episcopales de Latinoamérica, el Caribe, España y Portugal para promover la “unidad por la situación de Nicaragua”.
Danny Ramírez, secretario ejecutivo del Centro de Asistencia Legal Interamericana de Derechos Humanos (Calidh), dijo a Expediente Público que el fin particular del régimen es que el pleno de la Conferencia Episcopal no se pronuncie sobre el asedio, la persecución y hostigamiento que viven los líderes religiosos.
“La CEN es la única que puede confrontar al régimen desde dentro del país por esta persecución religiosa y al realizar estas detenciones buscan quebrantar moralmente a los obispos que deberían pronunciarse en el plenario de la Conferencia y detienen a los cercanos de ellos”, afirma Ramírez.
Monseñor Álvarez, está detenido desde agosto de 2022 y fue condenado a 26 años y cuatro meses de prisión por supuesta traición a la patria y noticias falsas.
El 2 de enero de 2024, por tercera ocasión, el régimen difundió imágenes del obispo Álvarez, quien apareció rodeado de los comisionados generales de la Policía Nacional, Zhukov Serrano y Luis Barrantes.
“Con Nicaragua, en América Latina hemos retrocedido 100 años (…) No van a parar de golpear a la Iglesia por todos los flancos que sean posibles, porque en un régimen que va para ser totalitario, la Iglesia no tiene un lugar”, señaló monseñor Canales.
CEN reducida
Monseñor Mora, quien en 2021 asumió como obispo de la Diócesis de Siuna, municipio en el Caribe Norte de Nicaragua, está en prisión desde el 20 de diciembre de 2023.
“Con la Iglesia no han podido, porque está en el corazón de la gente, pero habría que golpearla de cualquier manera y el régimen cada vez está más empecinado en terminar con la Iglesia, la han declarado el enemigo número uno”, manifestó monseñor Canales.
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Para Molina la persecución del régimen tiene como intención “erradicar” a la Iglesia católica en el país centroamericano.
“A la fecha no han logrado doblegar a sacerdotes ni a obispos para que ellos comiencen a estar avalando las vulneraciones de derechos humanos que cometen a diario los Ortega Murillo. Como no logran que estos clérigos se arrodillen es por eso la represión”, dijo Molina.
“Los tiranos aparentan ser valientes”
A la fecha se desconoce el paradero de monseñor Mora y tampoco se conoce una acusación en su contra. Policías y paramilitares lo secuestraron cuando se dirigía a la parroquia de la Cruz de Rio Grande en el Caribe Sur de Nicaragua.
Un día antes de su secuestro había pedido públicamente en una homilía orar por monseñor Rolando Álvarez.
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, también miembro de la CEN de la Iglesia católica y un férreo crítico del régimen de Daniel Ortega en el marco de la crisis que vive Nicaragua, salió de Nicaragua en 2019 tras recibir amenazas de muerte.
Durante una misa celebrada el 6 de enero de 2024 en la iglesia de San Vicente de Paúl, en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, Báez enfatizó que “los tiranos aparentan ser valientes y se presentan altaneros y agresivos, pero son muy miedosos”.
Sobre los “secuestros y encarcelamiento arbitrario” de dos obispos, sacerdotes y seminaristas nicaragüenses, Báez afirmó que es una “muestra el afán de instaurar un poder dinástico, injusto y violento”.
“También el miedo y la debilidad de un sistema anacrónico e inhumano que no resiste ante la fuerza de la verdad y del amor”, manifestó el obispo Báez.
Toca círculo de la Arquidiócesis de Managua
En su cacería contra la Iglesia, el régimen detuvo a miembros de la Arquidiócesis de Managua, una de las instancias más importantes en orden de jerarquía después de la Conferencia Episcopal.
“Lógicamente han afectado a la Arquidiócesis porque tienen al vicario general que es monseñor Carlos Avilés”, recordó Molina.
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Monseñor Avilés es otro crítico del régimen, que en reiteradas ocasiones previo al año 2018, denunció la falta de institucionalidad en Nicaragua.
La Policía encarceló al padre Pablo Villafranca, canciller de la Curia Arzobispal de Managua, que fungía como párroco de la iglesia Nuestro Señor de Veracruz, de Nindirí.
«Hay un fin general y es destruir el último espacio organizado que queda en Nicaragua, además del Estado. Busca desarticular institucionalmente a la Iglesia”, dijo Ramírez.
Puerta giratoria con sacerdotes
En esa “puerta giratoria” que sigue usando Ortega y Murillo contra los sacerdotes en Nicaragua, a finales del 2023 detuvieron a monseñor Silvio Fonseca, vicario de Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua.
A monseñor Fonseca, quien estaba a cargo de la iglesia Santa Faz en Managua, lo secuestraron policías y paramilitares después de celebrar la eucaristía.
“Piensan que cuanto menos sacerdote haya en la Iglesia la gente va a estar menos atendida, la fe y todo lo que implica. La captura de sacerdotes y dos obispos va en esa línea de debilitar, socavar y poner a la Iglesia como han puesto a casi toda Nicaragua de rodilla”, manifestó monseñor Canales.
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El padre Fernando Calero, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Rancho Grande, que pertenece a la Diócesis de Matagalpa, fue secuestrado el 28 de diciembre también después de mencionar a monseñor Rolando Álvarez en la misa.
Alester Sáenz y Tony Palacios, estudiantes del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima fueron encarcelados junto al obispo Isidoro Mora Ortega.
¿Modelo chino en Nicaragua?
El 29 de diciembre de 2023, el régimen arreció la persecución y encarceló a monseñor Miguel Mántica Cuadra, de la parroquia San Francisco de Asís. Además, a los sacerdotes Mykel Monterrey y Raúl Zamora de la iglesia Nuestra Señora de Candelaria y Jesús de la Divina Misericordia, respectivamente.
Varios de estos detenidos son religiosos de alto perfil que podrían ser llamados al obispado en un año de probables cambios en la CEN.
Además, se reportó el secuestro del padre Gerardo José Rodríguez, párroco de la iglesia Purísima Concepción y Héctor Treminio Vega de la iglesia Santo Cristo de Esquipulas perteneciente a la Arquidiócesis de Managua.
Ramírez Ayérdiz no descarta que el régimen intente establecer en el país un sistema similar al de la República Popular China donde existe libertad de culto, pero sometida al Partido Comunista.
“Es una especulación, pero en estas circunstancias no deja de ser viable, puede instaurarse esa situación”, manifestó Ramírez Ayérdiz.
En 2018 China y Vaticano tuvieron un acuerdo que no se hizo público, aunque dieron a conocer que, en el futuro, las autoridades chinas propondrán a los obispos a ser aprobados por el Papa, así como el reconocimiento de siete obispos que ya había nombrado Pekín.
La ola de detenciones siguió el 30 y 31 de diciembre con monseñor Ismael Serrano, de la iglesia San Miguel Arcángel; el padre José Gustavo Sandino Ochoa y Jader Hernández.
El Papa Francisco tras el Ángelus del 1 de enero de 2024, en la Jornada Mundial de la Paz, pidió «diálogo» para frenar «la crisis» en Nicaragua.
Francisco sigue “con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad”.
EE. UU: Nicaragua viola libertad
El Gobierno de Estados Unidos volvió a colocar a Nicaragua a la par de Cuba en su lista de naciones que violan la libertad religiosa.
Nicaragua está a la par de países como Rusia y China donde también se violan esos derechos.
“Los gobiernos deben poner fin a abusos como los ataques contra miembros de comunidades religiosas minoritarias y sus lugares de culto, la violencia comunitaria y el encarcelamiento prolongado por expresión pacífica”, señala el Departamento de Estado.
El Embajador de Estados Unidos para Asuntos de Libertad Religiosa Internacional, Rashad Hussain, en un artículo de opinión publicado por el diario El País, señaló que uno de cada 10 sacerdotes católicos de Nicaragua “viven hoy en el exilio”.
Secuestrados y desaparecidos
Monseñor Marcos Díaz Prado, párroco de la iglesia Santo Tomás Apóstol del Puerto de Corinto es el primer sacerdote secuestrado de occidente de Nicaragua.
El 28 de febrero fue secuestrado pero no han presentado acusación en su contra.
Pese a toda esta situación, Rosario Murillo el pasado 4 de enero señaló que es “falso que hay persecución religiosa” en Nicaragua.
“Si arrestan a un cura, por algo será. Eso no es persecución religiosa”, manifestó Murillo.
No obstante, el 2 de enero se confirmó la detención del seminarista Francisco Odorico Castiblanco del Seminario Mayor Madre Albertina Ramírez.
