Iglesia católica de Nicaragua sacerdotes presos en Nicaragua Expediente Público

Defensores de libertad religiosa: la represión en Nicaragua no callará a la Iglesia católica

*Las organizaciones Observatorio de Libertad Religiosa en América Latina y Alcance de Ayuda para las Américas, aseguran que la persecución y encarcelamiento de sacerdotes no ha callado a la Iglesia católica. 

**Son altas las expectativas por lo que digan los altos jerarcas públicamente, pero en Nicaragua se mantiene el reclamo por libertad y la denuncia contra los abusos del Estado, incluso entre los evangélicos, afirman organizaciones internacionales de libertad religiosa. 


Expediente Público 

Pese a sus repercusiones políticas internacionales, el régimen de Nicaragua rompió un tabú al encarcelar en los últimos dos meses a sacerdotes católicos, porque son la última voz crítica. Daniel Ortega se siente seguro de dar un paso así tras reprimir a toda oposición y ver que las sanciones internacionales no le causan mucho daño, dijeron representantes del Observatorio de Libertad Religiosa en América Latina (Olire) y de Alcance de Ayuda para las Américas (OAA, por sus siglas en inglés). 

A pesar del encarcelamiento de un obispo, siete sacerdotes, dos seminaristas y un laico en los últimos dos meses, los católicos nicaragüenses continúan denunciando los abusos contra los derechos humanos, aseguraron los entrevistados. 

Teresa Flores, directora de Olire, un programa de libertad religiosa no confesional de la Fundación Plataforma para la Transformación Social, de Países Bajos, explicó que la persecución a la iglesia era el siguiente paso en la lógica del gobierno, que había cerrado medios y organizaciones civiles. La única institución que quedaba era la iglesia, como baluarte de libertad de expresión y denuncia. 

Además de la falta de repercusión de las sanciones internacionales, otra señal que demuestra que el régimen tiene definidas sus acciones fue la denuncia a la carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) en noviembre de 2021. Con eso ya no tienen limitaciones para ir contra la iglesia, indicó.  

“Dentro de su objetivo de enraizarse en el poder ha ido eliminando todos los obstáculos que había”, sostiene Flores. 

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Líderes católicos, firmes pese a la represión 

Los líderes católicos preveían una oleada contra ellos desde que la Asamblea Nacional empezó a impulsar, entre mayo y agosto pasado, una reforma del Código Penal para endurecer las penas por traición a la patria.  

En ese momento, la Comisión de Justicia y Asuntos Jurídicos remitió un informe sobre el análisis de las normas jurídicas aplicables a las personas que cometen delitos, en menoscabo a la integridad nacional. Una de las propuestas era de supuestas “víctimas del golpismo” que pedían sanciones a los “líderes golpistas”, incluyendo a religiosos y defensores de derechos humanos. 

“La Iglesia católica era la última institución que el gobierno no había doblegado, y sigue sin doblegar. Están reprimiéndola, pero todavía hay voces que siguen en su papel de denunciante y cuestionando al Gobierno. Sigue sin ser acallada del todo”, agregó Flores.  

Iglesia católica es referente

Teo Babun es el presidente de OAA, una organización establecida en Florida, Estados Unidos, dedicada a brindar ayuda humanitaria y asistencia en derechos humanos, particularmente en materia de libertad religiosa, a Centroamérica y el Caribe.  

Él sostiene que los líderes de la Iglesia católica en Nicaragua se han convertido en un referente de información y denuncia ante los actos represivos del régimen de Daniel Ortega. Por lo tanto, parece que se quedaron sin otra opción que proceder a los arrestos. Tenían que actuar porque un gobierno represivo no puede soportar ese tipo de noticias en su contra, que se esté distribuyendo localmente o internacionalmente. 

Javier Peña, director de comunicaciones de OAA, dijo que el régimen de Nicaragua está muy confiado, aunque posiblemente está cometiendo un error al perseguir al clero, porque han podido seguir a pesar de las críticas internacionales.  

Sus posturas se derivan de que no han enfrentado todavía muchas consecuencias, y pueden actuar hasta contra los líderes más respetados por la gente y los más apoyados en sus comunidades. 

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Una cuestión de fe 

Babun también expresó que debe evitarse el pesimismo ante el recrudecimiento de la represión, a pesar de sanciones y de resoluciones internacionales. Llamó a los líderes y al pueblo de Nicaragua a “promover la verdad, el entusiasmo y la posibilidad de que todo esto se va a resolver en algún momento, en alguna forma”. 

“Una cosa, oímos muy a menudo de los nicaragüenses. Se sienten pequeños, nos dicen: ‘Nosotros somos un pueblo muy pequeño y no nos ponen mucha atención en el mundo’. Entonces eso se presta a dejarnos sin esperanza, creer que nadie está escuchando, pero quisiera decirle al pueblo nicaragüense que no es así, al contrario”.  

Insiste que a nivel internacional lo que pasa en Nicaragua “lo están escuchando continuamente. Están tomando nota de lo que está pasando y esto va a terminar, este mal va a acabar en algún momento”. 

“¿Cómo podemos a darle ánimo a un pueblo que ha perdido su fe y está pensando que ya no tiene esperanza por lo que ha visto? Lo único que podemos decirle es que la experiencia a través del mundo y lo que ocurrió en el pasado, es que siempre la victoria es del bien. Siempre hemos ganado, el bien ha ganado”, sostuvo el presidente de OAA. 

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Toda dictadura cae 

Babun recordó a los nicaragüenses que están sufriendo “por cuatro años” el caso de Cuba, que lleva más de 60 años, pero no han dejado de creer que toda dictadura cae, como se ha visto desde el Imperio Romano hasta el mismo Adolf Hitler en Europa. 

“No podemos perder la esperanza, hay que seguir fajándose, hay que seguir reforzando la verdad diciendo las cosas, hay que seguir rezando y orando. Pensar que Dios no nos olvida nunca y que está al tanto de estos países y de nosotros, y que estos malvados no van a sobrevivir”, indicó.  

El dirigente enfatizó que “deben tener fe que terminará, la esperanza que esto tiene un final. Por lo tanto, hay que seguir en esa batalla constantemente, sin tregua”. 

Asimismo, Peña expresó que “al fin del día tenemos muchas razones para estar desanimados, pero creemos en un Dios que puede hacer cualquier cosa y que puede traer un cambio cuando es menos esperado. Yo siempre digo que la caída de la Unión Soviética ocurrió de pronto y hasta los más inteligentes expertos de la política internacional se sorprendieron”.

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Acciones en defensa de la Iglesia católica

Flores animó a continuar con las denuncias a nivel local e internacional como estrategia contra la persecución religiosa y el abuso contra los derechos humanos y políticos. 

En el Sistema Interamericano es un tema de derechos humanos que corresponden a la Corte y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que tiene un mecanismo de protección individual accesible incluso desde su página web, donde pueden establecerse denuncias a la libertad religiosa. 

Por otra parte, se otorgan medidas cautelares cuando existe la inminencia de un daño irreparable que puede ser a solicitud propia o de la CIDH. La Comisión ha dado medidas a decenas de nicaragüenses, entre ellos, los obispos Silvio Báez y Abelardo Mata. 

También es posible solicitar audiencias temáticas ante la OEA como organización civil y está el Mecanismo Especial de Seguimiento a Nicaragua (Meseni) que se instaló desde 2018, a pesar, que el régimen impide su entrada al país. 

Sin embargo, muchas de las recomendaciones dependen de la voluntad política del gobierno, no hay un efecto vinculante concreto. Es por eso que Ortega y toda la elite en el poder no da muestra de adoptar las medidas sugeridas, reconoció Flores. 

Castigar al gobierno, no al pueblo  

Babun también considera que deben crearse restricciones contra el Gobierno, no solamente criticarlo para que pierda credibilidad. De igual forma “deben tocarle el bolsillo y que le duela, pero que le duela al gobierno sin que le duela al pueblo”. 

A nivel regional se debe trabajar con el secretario episcopal de América Latina, monseñor Jorge Eduardo Lozano. “Hay que poner presión inclusive al propio Vaticano para que esté informado”. Además, es importante dar a conocer la situación en todas las vías posibles, en todos los gobiernos y grupos políticos, incluso congresistas. 

Además, están los mecanismos internacionales de la ONU y OEA. Un ciudadano puede hacer denuncias por medio de organizaciones o los grupos internacionales, que llevan ese mensaje a los diferentes foros. 

Los entrevistados explicaron que en el ámbito internacional de denuncia existe una relatoría especial de libertad religiosa en la ONU, así como un embajador de Libertad Religiosa en el Departamento de Estado. 

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Aunque en Nicaragua existe relativamente una libertad de culto, es decir, la permisividad de hacer servicios religiosos y asistir a ellos, la libertad religiosa implica el ejercicio pleno de tu credo.  

Estos se han violentado no solo por el encarcelamiento de un obispo y varios sacerdotes críticos al régimen, hay otros aspectos como los límites a la libertad de prensa de los medios de comunicación religiosos, las campañas de difamación y el cierre de organizaciones confesionales. 

Cuando se viola la libertad religiosa, como todo derecho humano es interdependencia, por lo general, también se violan otros derechos, como de asociación o propiedad, como el caso de cierre de organizaciones y las confiscaciones de medios, sostuvo Flores. 

Vaticano mediador 

Tras la expulsión del nuncio Waldemar Sommertag en marzo de 2022, apenas una vez se manifestó públicamente el papa Francisco sobre la situación de Nicaragua, pero se especula constantemente la posibilidad de una mediación del Vaticano ante un futuro diálogo. 

Los obispos nicaragüenses fueron mediadores y testigos en 2018, acto que terminó con la ruptura definitiva con el régimen, por el apoyo mayoritario de la iglesia a los manifestantes y la denuncia de las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Gobierno. 

Para Flores “es bastante incierta, en este momento, la relación del Gobierno con la Iglesia. La expulsión del nuncio marca un antes y un después, al menos desde que estalló la crisis del 2018. De hecho, antes del 2018 siempre hubo una relación por períodos muy cercana, por períodos distante, no todo dependía de lo político, pero estamos hablando ahorita de lo que pasa desde el año 2018”.  

Explica que “el nuncio, cuando se acabó el diálogo nacional que involucraba a los obispos, permaneció tras bambalinas. Mantuvo desde siempre ese rol de mediador. Sin embargo, el hecho de que lo hayan expulsado, a mí me da a entender que definitivamente no quieren continuar en un diálogo”. 

Por otra parte, existen muchas críticas al papa Francisco y al cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes, por su silencio ante el encarcelamiento de los sacerdotes.  

Pero “no creo que todo se reduzca a una declaración del papa. Detrás de eso puede haber muchas otras cosas, puede haber intentos de diálogo, estrategias, formas de abordar el tema, independientemente de lo que diga o no el pontífice”, aclaró la directora de Olire. 

Los medios solo conocen aquello a lo que tienen acceso, un comunicado de prensa o una declaración, pero no lo que hay detrás, sostuvo.  

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El caso de los evangélicos: mucho temor 

La situación de la iglesia evangélica en Nicaragua es distinta, pero más compleja. Olire realizó una investigación, aún no publicada, donde tuvieron la oportunidad de hacer entrevistas con sacerdotes y pastores, ayudados por la virtualidad. 

“Muchos accedieron a participar en la Iglesia católica, pero con la Iglesia evangélica fue complicado, tanto porque es muy heterogénea, hay muchos grupos, como por el temor. No conocían al Observatorio, ni ante qué persona compartirían sus experiencias. Querían saber con quién hablaban por la desconfianza predominante”, señaló. 

Hay líderes que interpretan como muy importante el papel que tienen en todo lo que está sucediendo, pero no actúan por temor. Otros dicen que el tema político no les corresponde, siguen su línea evangelizadora, acompañando al pueblo en misión, sostuvo Flores. 

Incluso, entre los pastores que reconocieron que había algunos de ellos cercanos al régimen, argumentaron que no era siempre por razones ideológicas, ni por temor a sufrir represalias, o porque quieran beneficios económicos escandalosos. Mas bien, es para que se les permita seguir con sus actividades, que en un “escenario normal”, es lo que se espera. 

Apoyaron la protesta, pero en silencio 

“No sería justo que haya una opinión única o una opinión absoluta acerca de su rol (de los evangélicos) en todo este contexto de Nicaragua desde el año 2018. Muchos decían que la Iglesia evangélica estaba con el gobierno, porque no decían nada, pero sus declaraciones o las acciones realizadas no eran conocidas. Al menos, no en el grado de lo que hacía la Iglesia católica”, argumentó. 

Muchos pastores asistieron o refugiaron a jóvenes perseguidos. También hubo jóvenes, miembros de las congregaciones, que ofrecieron alimentos y medicinas a los atrincherados. Estos fueron investigados o detenidos por policías y paramilitares. 

Los contextos de los evangélicos son diversos. “Habría que animarlos a compartir su experiencia, pero nuevamente el tema del escepticismo y la desconfianza reina en este momento en el país. Entonces no es fácil tampoco hablar abiertamente con alguien sin saber quién más puede estar escuchando”. 

Los integrantes de OAA consideran que “no podemos defender ese silencio de la Iglesia evangélica en Nicaragua, esa falta de valentía, lo digo en un exilio donde me siento muy tranquilo y puedo hablar y no tengo peligro de salir a la calle y caer preso. Respeto el peligro que corren ellos y lo fácil que es hablar del exilio en una forma muy crítica cuando son ellos quienes están sufriendo todos los días. Al mismo tiempo quisiéramos que hubiera más valentía en sus pronunciamientos por lo menos en la defensa de la Iglesia católica, porque todos somos hermanos”.