**La debilidad democrática de Honduras fue objeto de análisis y cuestionamientos por parte de expertos ante el Senado de Estados Unidos, en un caso inédito, junto a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
EXPEDIENTE PÚBLICO
En una inédita comparación regional, la democracia de Honduras fue cuestionada y debatida por expertos de gobernabilidad y transparencia junto a países considerados “dictaduras” en América Latina, como Nicaragua, Cuba y Venezuela, durante una audiencia desarrollada este 24 de marzo en Washington, ante el Comité de Relaciones Internacionales del Senado de Estados Unidos (EE.UU.)
Durante la sesión sobre el estado de la democracia en América Latina y el caribe, Deborah Ullmer directora regional del National Democratic Institute (NDI) para Latinoamérica y el Caribe, recomendó también durante la audiencia, identificar y sancionar a los responsables de violaciones de derechos humanos en América Latina, en especial los países donde se ha reducido la libertad y democracia como el caso de Honduras, Nicaragua y Venezuela.
“Al lidiar con regímenes autoritarios, EE.UU. debe usar todas sus herramientas políticas disponibles, incluida la Ley de Transparencia Corporativa para poner fin a la capacidad de los actores corruptos de ocultar fondos robados”, reforzó Ullmer.
Recaída de la democracia
El gobierno de Honduras enfrenta fuertes críticas en Estados Unidos, debido a que el presidente Juan Orlando Hernández ha sido vinculado a carteles del narcotráfico como los «Cachiros», e incluso su hermano Antonio «Tony» Hernández fue encontrado culpable de tráfico de drogas en un juicio en su contra en Nueva York, y espera la sentencia.
En un documento entregado a los senadores, Ullmer afirmó que “aunque en América Latina se sigue experimentando recaída de la democracia, sigue siendo “la región más democrática emergente en el mundo, sólo detrás de Europa Occidental y los Estados Unidos” según el estudio más reciente de “The Economist” sobre el estado de la democracia. Este punto pone en relieve el potencial continuo que tiene el hemisferio occidental para seguir progresando en la libertad, las oportunidades y la prosperidad y para profundizar sociedades productivas con Estados Unidos”.
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Durante la audiencia, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó ante el comité del Senado que “las sanciones de Estados Unidos al régimen de Venezuela son un esfuerzo importante, pero sería bueno que cada país en el mundo comprometido con la democracia, actúe en la misma vía. Este país sufre una gran crisis humanitaria. La mitad de la población no tiene medicina ni comida. La más cruel sanción de la población venezolana, es la dictadura que tienen y por eso es imperativo revertir esa situación. Tenemos que usar todas las herramientas diplomáticas para superar esto”.
Estimó que se deben apoyar a los “gobiernos para que tengan más políticas de transparencia y que dejen menos margen de corrupción. Se debe modernizar los sistemas de justicia para terminar con la impunidad”.
Sobre Honduras, afirmó que “pagamos el precio de denunciar las irregularidades en las elecciones en Honduras” efectuadas en 2017 y calificadas en ese entonces por la OEA como “de muy baja calidad técnica y carente de integridad” con la salida de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) a la que el gobierno hondureño le canceló su trabajo en el país.
“Tenemos problemas estructurales en Latinoamérica”, reconoció Almagro. “Es la región con más inequidad social y la región más insegura. Tiene mucha corrupción y crimen organizado. Muchos de sus gobiernos han sido más eficientes en destruir sus democracias que en mejorar los gobiernos. Hay factores regionales y hemisféricos que influyen como Cuba que ha trabajado muy fuerte promoviendo su sistema en Latinoamérica. Es un sistema fallido que nunca funcionó y no está funcionando en Venezuela. La presencia de Cuba en Venezuela es un gran problema. Durante los pasados años, Cuba solo ha sido parte de los problemas y no será parte de la solución”, denunció.
En la audiencia con los senadores estadounidenses también se abordó el deterioro democrático en Nicaragua, con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La especialista Ullmer estimó que Nicaragua constituye un “déficit para la democracia” en la zona explicando que a finales de 2020 el régimen de Ortega aprobó “una serie de leyes draconianas” como la Ley de Agentes Extranjeros y la Ley de Ciberdelitos que violan las libertades fundamentales y socavan aun más el estado de derecho de los ciudadanos. En su escrito, Ullmer explicó que en América Latina, Cuba, Venezuela y Nicaragua son clasificados por el Informe del 2021 sobre Libertad en el Mundo de Freedom House, como países “sin libertad”, por lo que se debe dar seguimiento al retroceso democrático de estas naciones.
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Destrucción de instituciones
Por otra parte, detalló que a inicios de este año el régimen de Nicolás Maduro asumió el control sobre las últimas instituciones democráticas que quedaban en Venezuela a través de elecciones legislativas rechazadas por la comunidad internacional por ser ilegítimas. “El autoritarismo de Maduro es responsable del descenso del país hasta un colapso económico. La Asamblea Nacional apoyada por el régimen está discutiendo 33 anteproyectos de ley para consolidar el poder de Maduro reduciendo aún más la libertad de expresión, restringiendo la cooperación internacional y estableciendo menos controles económicos que permitirán a los compinches del régimen operar con más libertad”, reveló.
Dijo que la crisis humanitaria en Venezuela también se ha intensificado como resultado de la destrucción de los servicios básicos, la escasez de gasolina, los bajos salarios y el alto costo de la vida exacerbado por la pandemia del Covid-19. Se estima que al menos 5.5 millones de venezolanos han huido a países vecinos en América Latina y las Naciones Unidas estiman que la población de refugiados venezolanos aumentará a 8.1 millones a finales de este año.
Entre los senadores estadounidenses que participaron y consultaron sobre la situación de Nicaragua, Venezuela, Cuba y Honduras, estuvieron los republicanos Mitt Romney, Christopher Young, Bill Hagerty y los demócratas Robert «Bob» Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Benjamin Louis Cardin y Brian Emanuel Schatz.