Nicaragua Daniel Ortega

Daniel Ortega seguirá aislado y sin reconocimiento internacional

*Otto Reich, exsubsecretario para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos pronostica más sanciones internacionales, mayor aislamiento.

**Ryan Berg, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), radicado en Washington DC estimó que la Organización de Estados Americanos podría aplicar el artículo 21 de la Carta Democrática.

***Eric Olson, director de Políticas e Iniciativas Estratégicas de la Seattle International Foundation, estimó que la oposición debe volver a construir alianzas amplias y movimientos democráticos en todo el país centroamericano.


Expediente Público

Un futuro político de aislamiento y más sanciones internacionales le espera al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo luego de las elecciones generales del 7 de noviembre, sumado a la posible expulsión de instancias internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y su exclusión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, advirtieron analistas estadounidenses en entrevistas con Expediente Público.

Entre los analistas hay un consenso de que las relaciones con Estados Unidos se deteriorarán aún más y que la comunidad internacional considerará ilegítimos los resultados electorales del 7 de noviembre y al propio régimen.

“Creo que ya sabemos lo que va a pasar, van a ganar Ortega y Murillo, no se puede hablar de elecciones con una oposición en la cárcel, Estados Unidos ya sabe lo que va a pasar. Creo que el Departamento de Estado debe denunciar esta elección ilegítima y el régimen de esta elección ilegítima”, sostuvo Ryan Berg, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), radicado en Washington DC.

“Yo no creo que el Departamento de Estado va a reconocer los resultados de la elección. Tal vez vayamos a ver un pequeño paquete de sanciones inmediatamente después o un poco de discusión para más herramientas de presión”, agregó Berg.

Eric Olson, Director de Políticas e Iniciativas Estratégicas de la Seattle International Foundation, coincidió con Berg, y cree que “en cuanto a la comunidad internacional, esperaría que Ortega siga aislado por la comunidad de democracias que toman en serio la carta democrática (de la Organización de los Estados Americanos)”. 

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Olson pronosticó además que la relación con Estados Unidos “por el momento seguirá siendo bastante difícil y fría”.

El exsubsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Otto Reich, afirmó que “Ortega está ya aislado”. “Quizás él no lo sabe porque está en su cueva con su familia, como otros sátrapas que se han encontrado en similares situaciones de aislamiento de su propio pueblo”, afirma el exdiplomático y ex enviado especial para el Hemisferio Occidental durante la administración de George W. Bush.

Reich estimó que la relación del régimen de Managua con los Estados Unidos “será tan mala o peor como ahora después de las elecciones, lo que él le llama elecciones, porque es por supuesto una farsa, un fraude, porque elecciones donde no hay candidatos verdaderos, candidatos independientes, no son elecciones, eso es un fraude, todo mundo lo reconoce”.

“Yo creo que lo que hará Estados Unidos es mantener distancia de Ortega y buscar alguna manera de que regrese la democracia a Nicaragua, de una manera o de otra”, subraya Reich.

Aumento de sanciones

Reich ve muy posible que Estados Unidos aumente las sanciones hacia el régimen Ortega-Murillo. “Esto incluye la posibilidad de que se expulse a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA), lo cual causaría mucho problema económico no solo para Nicaragua, sino para la región, pero la región y el resto del hemisferio sabrá exactamente de quién es la culpa y es de la corporación Ortega”, dice Reich.

Según el exdiplomático, “es posible que Estados Unidos cambie de estrategia, cambie el tipo y la naturaleza de las sanciones para que le causen más problemas a la familia Ortega y a aquellos que los apoyan, y menos al pueblo de Nicaragua, eso es posible”.

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El analista Ryan Berg ve la recién aprobada Ley Renacer como un camino que “tiene mucho que ofrecer en términos de presión en contra del régimen”.

“Hay herramientas para la administración Biden, la pregunta es si hay la voluntad política en este momento”, cuestionó Berg.

Exclusión del TLC

Berg dijo a Expediente Público que no ve voluntad política de la administración Biden “para hacer algo muy fuerte, como el Tratado de Libre Comercio, que es algo muy radical una revisión en términos de comercio” o llegar la Nica-Act al máximo: “una interpretación al máximo, que insta a las instituciones multilaterales para no financiar el régimen Ortega Murillo, y también en términos del COVID-19 y la ayuda en la pandemia”.

Berg ve más viable la opción de la diplomacia en la OEA con el artículo 21 de la Carta Democrática, que faculta a la organización a tomar “la decisión de suspender a dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA”.

“Necesitamos repensar la estrategia al 100%, de abajo para arriba, totalmente repensar nuestra posición, nuestro nivel de presión contra el régimen y no sé si el Departamento de Estado está dispuesto”, conjeturó Berg.

Eric Olson es más escéptico acerca de las sanciones contra el régimen: “No conozco un caso en que las sanciones internacionales hayan llevado a un país más cerca de la democracia. Creo que hay mucha confusión en este punto. Ni en Cuba, ni Venezuela, ni en Nicaragua las sanciones lo han logrado”, advirtió Olson. 

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El analista de Seattle International Foundation señaló que “muchas personas creen que con sanciones se soluciona todo” pero sostiene que “la sanciones puede lograr cambios específicos con las personas señaladas, y esto puede ser importante, pero no hay evidencia que esto los lleva a ser más democráticos”. 

Además, Olson recordó que cuando se usan las sanciones de forma amplia –contra uno sector o toda la economía como en el caso del embargo a Cuba– “los resultados no son más democracia sino más pobreza y sufrimiento del pueblo”.

“Me preocupa que la situación de los nicaragüenses irá de mal en peor”, subraya Olson.

Los escenarios posibles

Según Olson, “la opción democrática ha quedado cerrada por el momento y tomará tiempo poder reconstruir una opción democrática”.

“Creo que no hay otra alternativa sino continuar construyendo movimientos ciudadanos democráticos que puedan resistir el autoritarismo del orteguismo, pero también hay que entender que ese proceso tomará tiempo y será una lucha constante en contra de los poderes de estado antidemocrático que existe hoy en Nicaragua”, dijo Olson. 

Según Olson, la oposición tiene por delante dos grandes tareas: “Volver a construir alianzas amplias y construir movimientos democráticos en todo el país incluyendo en las regiones. Esto tomará su tiempo, pero es lo necesario”.

El analista tiene otra advertencia: “Insistir en un diálogo con el régimen antes de construirse una nueva alianza democrática en Nicaragua, sería prematuro”.

Para Olson “es necesario un levantamiento pacífico y democrático” pero todo “depende si Ortega quiere seguir aislado y sin apoyo internacional o si quiere evitar el daño que está perpetrando contra el pueblo nicaragüense”. 

El exsubsecretario Reich teme que la conflictividad interna en Nicaragua siga elevándose pero sostiene que “eso depende del pueblo de Nicaragua y de las fuerzas represivas de Ortega”.

“Si las fuerzas del orden se conducen de una manera honrada, no atacarán a su propio pueblo, si se conducen como las fuerzas represivas en dictadura, como la familia Somoza, que es la familia que más se parece a la familia Ortega, entonces esas fuerzas quedarán igualmente desprestigiadas, acusadas de crímenes y aisladas, al igual que Ortega y sus secuaces”, dijo Reich.

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Los presos políticos

Olson abogó por la libertad incondicional de los presos políticos.

“Creo que es inmoral e ilegal que el Estado nicaragüense no garantice sus derechos fundamentales y es sumamente urgente que se le dé la libertad incondicional para que puedan reunirse con sus familias y puedan continuar su vida normal como ciudadanos”, dijo Olson.

El exsubscrecretario Reich estimó que “Ortega va a querer hacer algún tipo de canje con los Estados Unidos”, con respecto a los presos políticos.

“Ofrecer la libertad de personas que nunca debieron estar presos a cambio de que le quiten las sanciones o que le den algún tipo de reconocimiento o de ayuda, sin embargo, no creo que eso funcionará, porque estos presos no son presos legítimos, son personas que nunca violaron ninguna ley, ninguna regulación, son personas que estaban tratando de traer y de practicar la democracia en un país donde la democracia fue destruida por el propio Daniel Ortega, así que yo no creo que se haga algo que beneficie a Ortega”, pronosticó Reich a Expediente Público.

Los aliados que le quedan al régimen

Los tres analistas coincidieron en que habrá un aislamiento generalizado del régimen de Daniel Ortega, pero advirtieron que le quedarán algunos aliados.

“Muchos países del mundo no reconocerán el mandato de Ortega, pero los países usuales como Rusia, Irán, Cuba, Venezuela, y otros van a reconocer esta elección”, dice Ryan Berg, quien agrega uno más: Taiwán.

“Taiwán, que no va a pronunciar algo al respecto (ellos) están en una situación muy delicada porque Nicaragua reconoce a Taiwán en vez de China y para Taiwán tienen que agarrar a sus aliados, es un equilibrio muy difícil para Taiwán”, señaló Berg.

En el caso de Centroamérica, Berg adelantó que los gobiernos de Costa Rica y Panamá querrán hacer más por Nicaragua, pero ve necesario “presionar a los gobiernos del Triángulo Norte” para que se alejen del régimen.

“Creo firmemente que se debe hacer algo dentro del SICA. Estados Unidos debe instar al SICA a hablar sobre el tema porque la organización está muy tranquila, muy silenciosa, y Estados Unidos debe alentar a la institución financiera más importante del régimen, el BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica), a que deje de prestarle más”, dice Berg

El exsubsecretario consideró que “Daniel Ortega está totalmente desprestigiado en el escenario internacional” y no tiene quién lo defienda con la excepción de los países totalitarios como Rusia, Cuba, China, Irán y Venezuela.

Según Eric Olson, “hay algunos (países) que lo defienden hasta las últimas consecuencias, pero cada vez son menos. Pero más allá de esto, hay los que todavía insisten en el principio de la no intervención como base de su argumento para evitar insistir que Ortega respete los principios básicos de la democracia y garantice los derechos fundamentales de todo ciudadano”, se quejó Olson.   

“Estas personas y estados tendrán dificultad en defender las acciones del régimen, pero se hacen de la vista gorda a los grandes abusos del gobierno nicaragüense”, agregó.

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La equivocación del sector liberal

Otto Reich tuvo una carrera de casi 40 años en el servicio diplomático estadounidense y reconoce que para él “es muy triste” la situación nicaragüense.

“Para mí, desafortunadamente, después de más de 40 años observando y hasta cierto punto envuelto en los asuntos de Nicaragua, es muy triste ver lo que está ocurriendo, que pasen de una dictadura a otra, que hayan logrado tener años de democracia y que ahora hayan desaparecido nuevamente bajo otra dictadura sangrienta, como la de Daniel Ortega”, dijo Reich.

Según el exsubsecretario de Estado, “es verdad que las sanciones han radicalizado al gobierno pero el gobierno no necesita ninguna excusa para radicalizarse, estaba radicalizado y violando los derechos de los nicaragüenses aún antes de las sanciones, las sanciones fueron resultado de la radicalización y de los abusos y no lo contrario”.

Reich fustigó a aquellos sectores liberales norteamericanos que defendían a Ortega y pensaban que Ortega era alguien que iba a traer paz, desarrollo y felicidad al pueblo de Nicaragua.

“Ahora esconden su cara cuando ven a personas como yo que estábamos en contra de Ortega desde aquel momento en que tomaron el poder de un dictador y se convirtieron en otros dictadores”, dijo Reich a Expediente Público.

“Están abochornados por supuesto, buscan algunas excusas para decir que bueno, que quizás Ortega cambió, yo no creo que Ortega cambió, es un Somoza con otro uniforme”, sentenció Reich.