*Expediente Público verifica que el CSE invitó como “acompañantes” a personajes sin representatividad y defensores de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
**Los invitados llegan a “disfrutar” el proceso, según una magistrada del CSE que justificó la ausencia de observadores internacionales independientes y creíbles.
Expediente Público
Cuatro políticos de izquierda España, Argentina, Chile y un veterano de guerra de Estados Unidos, son los cinco “acompañantes internacionales” que han sido invitados por el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua (CSE), para “disfrutar” de las elecciones en las que Daniel Ortega y Rosario Murillo planean sumar un periodo presidencial más el 7 de noviembre próximo, según informaron magistrados de ese organismo.
“El acompañante internacional es como el amigo que llega a tu casa, que vos lo invitás para que llegue a tu casa y que pueda acompañar en un proceso de compartir, de ver, de disfrutarlo, de conocerlo y que pueda hacer recomendación efectivamente”, dijo la magistrada del CSE, Mayra Salinas, en un foro virtual sobre el papel de los acompañantes, citado por el portal oficialista El19Digital.
El listado de cinco acompañantes lo integran: Gregorio Mondaca, del Movimiento del Socialismo Allendista de Chile; José Luis Centella, presidente del Partido Comunista de España, Miguel Ángel Bustamante, exdiputado de la misma agrupación política. Además, Jorge Kreyness, Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Argentina y el estadounidense Gerry Condon, expresidente de la organización Veteranos por la paz.
Ninguno de los acompañantes representa a partidos u organizaciones con representatividad en sus respectivos países, según pudo constatar Expediente Público.
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Un político chileno perdedor
Actualmente hay 27 partidos políticos legalmente constituidos en Chile, pero el Movimiento del Socialismo Allendista de Chile no es un partido político, es solo eso, un movimiento sin representación parlamentaria ni puestos gubernamentales.
Está aceptado como miembro del Foro de Sao Paulo, donde se define como “oposición sin personería jurídica”. El Foro de Sao Paulo es un club de partidos de izquierda de América Latina donde están representados entre otros el Frente Sandinista de Nicaragua, el FMLN de El Salvador y Libertad y Refundación de Honduras.
Mondaca personalmente fue candidato en mayo a concejal por Puente Alto, un municipio ubicado a unos 40 minutos de la capital chilena, Santiago. No ganó.
Periodistas chilenos consultados por Expediente Público nos definieron a Mondaca como “un man X”, un desconocido, un personaje intrascendente en la política chilena. La cuenta de Twitter de Mondaca solo tiene un seguidor, Valentina Contreras, que solo tiene, además, 26 seguidores.
El19Digital cita a Mondaca diciendo en el foro virtual del CSE que “acompañar el proceso implica desmitificar, implica simplemente enfrentar los discursos hegemónicos, para eso tenemos que ser capaces de incluir mayores elementos que no simplemente sean los declarativos, los institucionales”.
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Argentino sin representatividad
Jorge Kreyness, el acompañante invitado por el CSE a las elecciones orteguistas del 7 de noviembre, es el Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Argentina, un instituto político que no tiene representación en el Congreso ni en el Senado, no tiene tampoco gobernadores y ni un solo concejal en los 2,112 municipios de Argentina.
Kreyness es un periodista que suele aparecer en los análisis de la cadena venezolana Telesur, propiedad del régimen de Nicolás Maduro. Ha aparecido defendiendo a la dictadura cubana, a Maduro, a Evo Morales y a Daniel Ortega.
“Con toda seguridad que vamos a acompañar este proceso desde la Argentina para poder verificar y luego informar a nuestro pueblo que en Nicaragua existe una democracia, existen instituciones, hay leyes que las reside la propia institucionalidad representativa del pueblo nicaragüense.
En la actualidad forma parte de la coalición Frente de Todos, del presidente Alberto Fernández, ganador de las elecciones presidenciales de 2019, pero no ocupa ningún puesto de relevancia en el gobierno argentino.
Precisamente el régimen de Ortega y Murillo han atacado duramente al gobierno de Fernández por su posición ante la crisis nicaragüense y en la última reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), los acusaron de ser “instrumentos del imperialismo”.
“El gobierno de la Argentina se convirtió en instrumento del imperialismo norteamericano, subordinándose a sus intereses hegemónicos, diseñando, dicho por ellos mismos, con el gobierno de Estados Unidos una estrategia para vulnerar y negar la soberanía nacional de Nicaragua”, dijo el canciller orteguista, Denis Moncada Colindres entonces, algo que fue rechazado por el representante de Fernández en la Cumbre.
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Los españoles comunistas
El Partido Comunista de España (PCE) es “un partido marginal”, según lo definió a Expediente Público un periodista español especializado en cobertura política.
Solo tienen cinco diputados al Congreso español, de un total de 350 y solo dos diputados al Parlamento Europeo, de 59. No tienen ningún representante en el Senado.
Entre sus cinco diputados figura Enrique Santiago, el llamado «abogado de las FARC», por haber sido asesor de las narcoguerrillas colombianas en las negociaciones de paz.
Sin embargo, el PCE tiene cargos importantes en el Gobierno de Pedro Sánchez, empezando por Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda. Su presencia se debe a la alianza del PCE con Podemos.
Los invitados como acompañantes son José Luis Centella, presidente del Partido Comunista de España y exdiputado. También Miguel Ángel Bustamante, exdiputado de la misma agrupación política.
“Son personajes insignificantes en la política española”, comentó a Expediente Público el periodista español consultado.
Centella suele defender en sus redes sociales a China, al régimen cubano, a Maduro, a Ortega y recientemente estuvo promoviendo un concierto del cantautor cubano, Silvio Rodríguez, en Madrid. Suele retuitear toda la propaganda del régimen de Miguel Díaz Canel.
Bustamante fue diputado hasta 2019 y ahora ocupa un puesto en el Partido Comunista de Andalucía, pero es un político marginal sin proyección a nivel nacional o internacional.
Bustamante estuvo presente en el foro del CSE y según El19, destacó que “al contrario de lo que promueven los grandes medios de su país, el sistema electoral en Nicaragua y el proceso cuenta con todas las garantías democráticas y asegura los principios de transparencia, equidad e igualdad”.
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El veterano de guerra
El quinto acompañante de las elecciones orteguistas será el veterano de guerra estadounidense, Gerry Condon, un viejo amigo del sandinismo, ya que desde 1983 ha sido repetidamente invitado por ellos para defender su causa dictatorial.
Condon es un ardiente defensor del régimen de Daniel Ortega y ha justificado públicamente la detención de los presos políticos, incluyendo los siete precandidatos opositores. Condon fue presidente de Veteranos por La Paz, una organización fundada en 1985, una organización que en su sitio web dice tener 8,000 miembros.
“En Estados Unidos los medios dicen que Daniel Ortega está deteniendo a todos los candidatos presidenciales de la oposición porque tiene miedo de perder las elecciones. Entendemos que hay otra versión que el gobierno nicaragüense está claro que esas personas han sido detenidas por crímenes, incluyendo lavado de dinero, de sentarse a hacer planes con potencias hostiles extranjeras, de esconder millones de dólares y no hacer declaraciones, otros han estado activamente apoyando el intento fallido de golpe en 2018”, dijo Condon en julio pasado al mismo portal oficialista.
Condon, un veterano de la guerra de Vietnam, fue detenido en mayo de 2019 como parte de un grupo de activistas que se habían atrincherado en la embajada de Venezuela en Washington, cuando Estados Unidos desconoció al régimen de Nicolás Maduro y obligaron a entregar la sede diplomática a un representante del líder opositor Juan Guaidó.
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Cero observadores independientes
Este año, como en las últimas tres elecciones bajo la dictadura Ortega-Murillo, no habrá observadores electorales de organismos internacionales en Nicaragua. Esta vez por mandato de ley.
El CSE no invitó a la Unión Europea ni a la Organización de los Estados Americanos (OEA), tradicionales observadores de elecciones en todo el continente.
Tampoco asistirán observadores del Centro Carter, que estuvieron llegando a todos los procesos electorales de Nicaragua desde 1990, con el expresidente Jimmy Carter a la cabeza. El Centro Carter instó en 2018 a Ortega a poner fin a la represión de las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación.
La magistrada Salinas justificó por qué no se ha invitado observadores esta vez, quejándose que “el observador se te pone como que está por encima de tu proceso nacional, de tu legislación y quiere incluso intervenir en los aspectos que no debe intervenir porque tu legislación no te lo permite”.
“Acompañamiento” entre sandinistas
En mayo de este año, la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional, aprobó unas reformas a la medida del régimen, donde eliminaron la figura de observador electoral e implementaron el concepto de “acompañante electoral”, que no admite la libre movilización y fiscalización, divulgación de hallazgos o críticas al sistema electoral, copado absolutamente por funcionarios leales al régimen Ortega-Murillo.
Otras organizaciones locales de observación electoral, como Ética y Transparencia y el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade), fueron eliminados como instituciones formales por los nuevos marcos jurídicos denunciados a nivel internacional como represivos.
A Ética y Transparencia se le aplicó la Ley de Agentes Extranjeros y el Ministerio de Gobernación, brazo de espionaje y represión política, le canceló sus permisos de operaciones; mientras que a Ipade se le anuló la personería jurídica desde la Asamblea Nacional y sus oficinas fueron confiscadas por el Estado y convertidas en entes burocráticos.
Otro invitado a nivel nacional a participar como “acompañante electoral” es la Procuraduría para la Defensa de Derechos Humanos, una oficina sancionada por la asociación de organizaciones de derechos humanos acreditada ante el Consejo de Derechos Humanos, que en 2019 la degradó a categoría B por su falta de independencia del gobierno sandinista, una posición marginal entre los defensores a nivel internacional.