*Informe de Expediente Abierto registra variaciones constantes al presupuesto de Honduras durante los primeros siete meses del 2023.
**Para el economista Ismael Zepeda, esto refleja deficiencia en la planificación por parte de las autoridades de Honduras, lo que perjudica que los hondureños cuenten con proyectos de inversión bien ejecutados.
Aimée Cárcamo / Expediente Público
A la baja ejecución presupuestaria que ha tenido el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro en los primeros siete meses de 2023, como evidencia un informe del centro Expediente Abierto, se suman también la modificación constante del gasto, la falta de evaluación y fallas en la transparencia que impiden la participación más informada de la sociedad civil.
Expediente Abierto realizó un análisis sobre las variaciones del presupuesto de gastos de la administración pública en Honduras y su ejecución en el lapso de enero a julio de 2023, con base en datos de la Secretaría de Finanzas.
Aunque no todo es malo. Pese a las debilidades en el tema de la transparencia el país centroamericano está mejor evaluado en la rendición de cuentas en comparación con sus vecinos de Centroamérica, lo que “está avalado en la medición que hace el International Budget Partnership que le da a Honduras en la última medición de 2021 un puntaje de 61 sobre 100”, declaró a Expediente Público el economista Leonardo Labarca, miembro del equipo de Expediente Abierto.
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Datos de Finanzas de Honduras difieren con informes
Pero el documento de Expediente Abierto señala que hay “desafíos importantes”, como el hecho de que los datos analizados, que provienen directamente de la página de Finanzas, “difieren un poco de lo reportado anualmente en los informes de liquidación del presupuesto”, que son publicados también por esa secretaría.
Para Labarca, es necesario seguir monitoreando y hablando sobre la ejecución del presupuesto para que la administración pública en Honduras no reduzca los niveles de transparencia, en los que Costa Rica es el mejor posicionado en la región y que son muy bajos en El Salvador y Nicaragua, mientras que Panamá es “el menos transparente”.
A su criterio, hay que empujar por más transparencia pues hay espacio para una mayor apertura en el caso hondureño.
Es así que el informe resalta la necesidad de contar con mayor información sobre las diferentes etapas del presupuesto, cuya ejecución es la más baja de Centroamérica.
“Obviamente, lo óptimo sería ejecutar el cien por ciento, pero claro que esto no es seguro nunca porque siempre hay retraso en la ejecución de proyectos, en la ejecución de algunos gastos, pero para esto se hacen modificaciones al presupuesto”, explicó el experto.
Sin embargo, en el caso hondureño, aunque hubo variaciones durante el período analizado, la ejecución continuó siendo baja.
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Variaciones constantes
El informe de Expediente Abierto registra las variaciones constantes al presupuesto durante los primeros siete meses del 2023.
“Partimos con un presupuesto de 392 mil millones (de lempiras, $15,892.7 millones) y esto se va modificando. A mayo (el presupuesto) tenía una reducción y ahora tenemos un aumento de un 0.4 por ciento, unos 1,573 millones de lempiras (casi $63.7 millones) respecto a lo que se aprobó inicialmente”, detalló el economista.
Con esas modificaciones presupuestarias, la administración central tuvo un incremento del 1.49% (unos 3,494.41millones de lempiras, $141.4 millones) respecto a su aprobación inicial, mientras que el sector público descentralizado tuvo una reducción del 1.22% (unos 1,921.20 millones de lempiras, cerca de $77.7 millones).
Al observar las modificaciones, el informe de Expediente Abierto refiere que el mayor aumento se registró en el sector “Defensa y Seguridad” con un incremento neto de 4.03% y “Educación, investigación, cultura, y actividades recreativas” (2.18%). El gasto social tuvo un incremento del 1.03%.
Mientras que “Asuntos económicos” y “Servicios públicos generales” reportaron recortes equivalentes al 0.77% y 0.39% de su presupuesto inicialmente aprobado.
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Más recortes y aumentos
La institución que mayor reducción tuvo fue la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), con un 3.60% menos respecto a lo aprobado inicialmente, que a su vez es la institución que más fondos recibió. La reducción se da por el recorte de los fondos de crédito externo, explica el documento de Expediente Abierto.
De otras siete instituciones que mostraron recortes resaltan la Secretaría de Finanzas y la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel).
Labarca dijo que habría que ahondar en cada una de las instituciones para conocer si el gasto se está reduciendo debido al recorte de algunos préstamos y consideró que es algo que podría establecerse en el informe de ejecución de la Secretaría de Finanzas.
En cuanto a los aumentos, “56 instituciones recibieron un total de 5,245.27 millones de lempiras ($212.4 millones), destacando el incremento otorgado a la Secretaría de Infraestructura y Transporte equivalente al 16.13% respecto a lo aprobado inicialmente”, indica el informe.
La Secretaría de Seguridad y el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) también fueron beneficiados con un incremento del 6.5% y 1.71%, respectivamente.
En el caso de la Secretaría de Seguridad, la variación se da por mayores fondos del tesoro nacional, que son la fuente única de aumento, indica Expediente Abierto.
Para el economista Ismael Zepeda, esas modificaciones son el reflejo de la deficiencia en la planificación, pero sobre todo de “la mala presupuestación”.
Zepeda expresó a Expediente Público que un presupuesto no es exacto porque, como esa palabra indica, se trata de un “pre de los supuestos que se vienen”; no obstante, el presupuesto “no tendría que tener tantas modificaciones” e insistió en que la constante de estar modificando es porque realmente no hubo una buena planeación.
Fuentes de financiamiento
Estas variaciones en el presupuesto tienen que ver también con las modificaciones en las fuentes de financiamiento, dijo el economista Labarca.
“Las fuentes de financiamiento se modifican y hay una fuerte reducción en lo que es crédito externo que serían los préstamos de alrededor de 6 mil millones de lempiras (242.9 millones de dólares), que son un total de menos 13.43% y eso obviamente tiene que ir cubierto por otras fuentes de financiamiento”, indicó.
Esa reducción que hay en el crédito externo se cubre por fuentes del tesoro nacional, es decir, con todos los impuestos que se cobran y que van a alimentar los gastos del presupuesto nacional y el crédito interno, precisó.
“Es bien interesante que se aumenta el crédito interno, o sea, la deuda interna a través de la emisión de bonos, todos los instrumentos económicos que tiene el gobierno, para poder financiarse”, pasando prácticamente de 3,203 millones ($129.6 millones) a 6,580 millones de lempiras ($266.4 millones), con lo que se cubre la reducción en el crédito externo, apuntó.
Al respecto, Zepeda añadió que detrás de la deuda interna puede haber financiamiento de la banca privada o “pueden estar utilizando los institutos de previsión”.
Sin evaluaciones
Labarca de su lado apuntó que una de las recomendaciones de buenas prácticas es que “al mes 6 (junio) haya una evaluación del presupuesto para ver si este va a tener modificaciones”.
Si bien el informe de revisión presupuestaria de medio año fue publicado cuando desarrollábamos este artículo, el documento carece de una evaluación del presupuesto y tiene más las características de un informe de ejecución, ya que no indica si es necesario ajustar el presupuesto debido a los bajos niveles de ejecución o qué otras medidas serán tomadas para mejor el rendimiento en la ejecución presupuestaria, dijo Labarca.
Se refirió también a la publicación de los informes trimestrales, que son diferentes a la revisión de medio año, de los que finanzas sólo ha publicado el primero.
A la fecha de este artículo, Finanzas “tendría que haber publicado el informe del segundo trimestre de ejecución del presupuesto; sin embargo, no se ha cumplido, solamente está publicado el reporte del primer trimestre”, precisó.
Deficiencias en la gestión
Para Zepeda, la falta de una evaluación presupuestaria es porque “ellos mismos se están dando cuenta de las deficiencias, ineficacias, que está teniendo la actual gestión”.
Comparó que pasa lo mismo con las evaluaciones a los ministros, que no son públicas y solo sacan el dato y anuncian que vienen cambios, porque “publicarlos es exponer prácticamente la deficiencia de ellos, entonces se decantan más por el discurso político sobre doce años de dictadura… que hay cachurecos internamente, etc., porque es más fácil culpar a otros”.
En Honduras, cachurecos se les dice a quienes pertenecen al Partido Nacional.
Zepeda enumeró que el ciclo presupuestario incluye la formulación, aprobación, ejecución, evaluación, monitoreo y liquidación, esta última que se hace en marzo de cada año.
Entonces, la evaluación “debe ser constante y más bien no se está cumpliendo con ese paso”, agregó.
Algunas recomendaciones
El informe de Expediente Abierto retoma las recomendaciones del International Budget Partnership de incrementar las fortalezas de instituciones de vigilancia como el Congreso Nacional y el Tribunal Superior de Cuentas, de manera que se implementen mecanismos para la participación ciudadana en esa veeduría.
Pero para ello es necesario contar con más información sobre las diferentes etapas del presupuesto, una deuda de transparencia que todavía sigue pendiente.
