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Casi 700 mil electores menos para las votaciones en Honduras

*Preliminarmente el padrón consta de 5.3 millones de electores que se inscribieron en un proceso que no estuvo exento de señalamientos por falta de transparencia y fiabilidad.

**Sistema electoral muestra reducción drástica del número de hondureños que podrán votar desde Estados Unidos.


EXPEDIENTE PÚBLICO

En un proceso preelectoral marcado por atrasos, denuncias de irregularidades y la pandemia del Covid-19, el proyecto para identificar a más de 5.5 millones de personas y dotarlas de un nuevo documento de identidad antes de las elecciones generales del 2021 concluyó en Honduras en la medianoche del pasado 5 de septiembre.

En total acudieron a enrolarse (o tramitar su documento de identidad) 5.3 millones de habitantes, de los que 2.8 millones son mujeres y 2.5 millones hombres. Ese total representa el 97.4 por ciento de la meta, según datos preliminares del Registro Nacional de las Personas (RNP), y es la base registral del nuevo censo o padrón electoral.

El enrolamiento, como se conoce en este país centroamericano al trámite para tomar datos domiciliarios, fotografía, huella digital y firma a los solicitantes de la nueva tarjeta de identidad, inició en septiembre de 2019 en el marco del Proyecto Identifícate, con un presupuesto de más de 70 millones de dólares (fondos nacionales y préstamo del BCIE) y la asesoría técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según se indica en la página digital del organismo internacional.

Además de la solicitud del nuevo Documento Nacional de Identidad (DNI), el proceso incluyó también el cambio domiciliario.

Censo se reduce en unos 700 mil electores

El censo electoral anterior, que sirvió de base para las elecciones generales del 2017, tenía seis millones registrados, según el PNUD. Esa diferencia de 685,714 electores menos tendría que ver con dos de los propósitos del proceso de identificación: contar con una base de datos actualizada y confiable en la que no aparezcan “muertos que votan” ni hondureños que ahora viven en el exterior.

“Está garantizado que no habrá ni suplantación ni duplicación de votos ni muertos”, dijo a Expediente Público el comisionado del RNP, Rolando Kattán.

Entre 50 mil y 100 mil personas habrían quedado del registro fuera por no acudir a tiempo a realizar su trámite, informó por su parte el 6 de septiembre en un canal de televisión el comisionado presidente del RNP, Roberto Brevé.

“Esos que no se enrolaron simplemente no van a poder ejercer el sufragio, pero sí se van a poder enrolar más adelante para poder obtener su DNI”, ya que la actual vence el próximo 15 de octubre, dijo el funcionario.

Los atrasos por falta de presupuesto y huelgas de los empleados se sumaron también a los inconvenientes que afrontó la institución registral en los dos años que duró Identifícate.

Padrón electoral actualizado

Esta semana el RNP trasladará la base de datos de las personas enroladas al Consejo Nacional Electoral (CNE), que deberá verificar que el registro está actualizado y sin irregularidades.

Posteriormente, con esa base registral el organismo electoral construirá el Censo Nacional Electoral Definitivo de cara a las elecciones generales del 28 de noviembre, el cual deberá entregar a los partidos políticos a más tardar el 14 de septiembre de forma electrónica y el 29 de este mes en versión impresa, según lo establecido en el calendario electoral.

Ese censo o padrón, que constituirá la base de datos del sistema de lector de huellas que se utilizará en las elecciones generales, es “una de las cuatro patas de una mesa donde se asientan las elecciones”, dijo el especialista electoral peruano Ronny Cáceres durante el taller Herramientas para el periodismo en contextos electorales organizado en Honduras y Nicaragua por Expediente Público.

Las otras tres tienen que ver con quiénes pueden ser candidatos, cómo se gana y cómo se sufraga, explicó.

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Tanto el tema registral y el padrón electoral “son cruciales en un proceso electoral”, pero el segundo dependerá del primero. “Cuanto mejor es el registro, mejor es el padrón”, expresó Cáceres.

Sin embargo, “si el registro es ineficiente va a generar un padrón (en el) que no todos los electores con derecho a voto estén registrados”. El experto dijo también que “en muchos casos el mismo registro civil genera errores en la información”, lo que impide “extraer a los electores en la edad de votar con la rapidez y la confiabilidad necesaria” y genera que los cambios domiciliarios no estén registrados y que los fallecidos figuren en el padrón.

Según datos del RNP, durante el enrolamiento se detectaron 418,553 inconsistencias, de ellas más de 110 mil fueron por fecha de nacimiento diferente entre la inscripción e identificación y más de cien mil por nombres diferentes entre la inscripción e identificación.

Un proceso cuestionado

El proyecto de identificación liderado por el RNP fue objeto de denuncias y reclamos de traslado de domicilio, entre otras inconsistencias, durante el proceso de las elecciones primarias e internas realizadas el pasado 14 de marzo, por lo que el CNE aprobó el uso de un listado adicional al censo electoral provisional.

Aun así, hubo quejas de votantes que aseguraron que se habían enrolado, pero que no aparecían en el censo ni en los cuadernillos especiales.

Un  informe de observación de las elecciones primarias de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) señaló irregularidades en el listado de electores del cuadernillo de votación y recomendó mejorar la comunicación y coordinación entre el RNP, el CNE, la Unidad de Política Limpia y el Tribunal de Justicia Electoral. de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) señaló irregularidades en el listado de electores del cuadernillo de votación y recomendó mejorar la comunicación y coordinación entre el RNP, el CNE, la Unidad de Política Limpia y el Tribunal de Justicia Electoral.

El pasado 3 de agosto, el Congreso Nacional, donde el oficialista Partido Nacional tiene mayoría con 61 de los 128 diputados, anuló los cambios domiciliarios realizados por el proyecto Identifícate, con lo que se retornó al mismo domicilio del censo electoral de 2017. La población debía, en consecuencia, hacer un nuevo trámite para solicitar el traslado de cara a los comicios de noviembre.

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Sin embargo, las acusaciones que ponen en entredicho la transparencia y fiabilidad del proceso han continuado, entre ellas las relacionadas con el supuesto cambio domiciliar irregular de votantes en municipios rurales como Concepción (337 kilómetros al occidente de Tegucigalpa), en el departamento de Copán, o ciudades como San Pedro Sula (251 kilómetros al norte de la capital), dirigida por un alcalde del Partido Nacional y ubicada en el departamento de Cortés, el segundo con más representantes en el Congreso Nacional con 20 diputados.

Incluso, militantes del partido oficialista denunciaron en redes sociales que activistas del opositor partido Libertad y Refundación (Libre) supuestamete boicotearon el proceso de enrolamiento el pasado fin de semana anterior.

En una publicación en Twitter, la presidenta del CNE Ana Paola Hall advirtió el 4 de septiembre, un día antes de que concluyese el proceso de identificación y actualización domiciliaria que: “Comete delito electoral tanto quien solicita traslado irregular, como quien promueve/paga/lleva al ciudadano. RNP debe tomar medidas necesarias”. Y aseguró que el CNE cuenta con “misiones listas para desplazarse ante denuncias”.

El partidismo es parte del problema

Para el analista político Rafael Jerez estos hechos no causan sorpresa y se van a seguir dando, debido a la partidización de las instituciones que resulta en la presencia de activistas en proyectos como Identifícate, desde la captación de los datos hasta la entrega del DNI.

Consideró también que esa partidización es parte del problema que arrastra el sistema electoral hondureño “desde hace mucho tiempo” y que “se exacerbó bastante en 2017”, como lo dejaron entrever la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA) en sus informes sobre ese proceso electoral marcado por una fuerte polarización política, debido al rechazo a la reelección y en el que hubo al menos 22 muertos en las protestas poselectorales.

Tampoco ha habido un mecanismo efectivo para actualizar la base de datos electoral sin que se diera la injerencia de los partidos políticos, agregó Jerez.

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Esa es también la razón, a su juicio, “de por qué se invirtió tanto dinero” en ese proyecto, aunque reconoció que “en proporción a la cantidad de recursos” el mismo “no respondió a las exigencias de transparencia, integridad, que tuvo que haber tenido”.

El reto ahora es que “se terminen de entregar los DNI en su totalidad” antes de los comicios de noviembre, cuando “vamos a darnos cuenta si funcionó o no” el censo definitivo o si se repite la historia de las elecciones primarias, en las que hubo personas que votaron en una mesa en la que no estaban inscritas o que se les permitió sufragar pese a que no podían hacerlo, mencionó el analista.

Para Jerez “va a ser interesante” cuando se pronuncie el CNE sobre la base registral que le proporcione el RNP, “porque recordemos que el Consejo de alguna manera ha denunciado que no se ha corregido, para no asumir la responsabilidad de los errores del Registro”. Y más allá, cuando se realice la jornada electoral, “ver cuál es la posición” del ente electoral si surgen irregularidades y cuál es el alcance de estas, así como de qué manera varían las recomendaciones de las misiones de observación electoral.

De su lado, Ronny Cáceres enfatizó en la “emisión oportuna” de los documentos nacionales de identidad, ya que no se puede esperar “hasta el último momento” para entregarlo.

El dirigente del Partido Nacional, Fernando Anduray declaró a un canal de televisión el pasado 6 de septiembre que “por ley” no se puede impedir a nadie votar por no tener la tarjeta de identidad y sugirió que se vote en noviembre con un padrón mixto del 2017 y 2021, y se permita usar la anterior y la nueva cédula de identidad.

Sin embargo, el comisionado Rolando Kattán aseguró a Expediente Público que “no hay posibilidades de votar con un censo mixto” ni con la vieja cédula de identidad “según el marco legal vigente”.

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¿Y el voto en el exterior?

Además de la desconfianza de algunos sectores en el proyecto de identificación del que saldrá el nuevo padrón electoral está el malestar de la diáspora en Estados Unidos, que se siente relegada en su derecho a ejercer el sufragio.

De una población de más de 800 mil emigrantes, según datos de 2019 de Naciones Unidas, el 81.93% radica en Estados Unidos. Sin embargo, las organizaciones de migrantes estiman que más de un millón de hondureños reside en la nación norteamericana, con y sin papeles.

En Honduras fue aprobada en 2001 una ley especial para que los hondureños en el exterior puedan elegir al presidente y a los designados presidenciales. Desde entonces, en cinco procesos electorales solo han votado 13,626 de un padrón electoral de 46 mil, según una publicación del diario El Heraldo.

Ese censo se vio sustancialmente reducido en el actual proceso de identificación, ya que solo 15,600 hicieron el trámite. Esa drástica reducción tiene que ver con la falta de enrolamiento, según declaró al Centro de Estudio para la Democracia (Cespad) el residente de la Fundación 15 de septiembre Juan Flores.

“El Partido Nacional se ha opuesto al voto en el extranjero”, denuncia en el mismo informe el diputado del Partido Liberal, Juan Carlos Elvir.

“Tenemos 3 veces más que los que votaron, pero tres veces menos que el padrón”, dijo al respecto el comisionado Kattán, quien precisó que la pandemia ha “complicado hacer eventos masivos”, a la vez que recordó que son los consulados los que han hecho la labor de registradores auxiliares porque el RNP solo tiene competencia a nivel nacional.

Aunque todavía no hay un comunicado oficial al respecto, “se espera que sí” puedan votar en Estados Unidos en noviembre, dijo Jorge Durón, del área de comunicaciones del CNE.