** El presidente de Guatemala Bernardo Arévalo removió 14 piezas claves dentro de su gabinete en apenas ocho meses.
** Señalamientos de corrupción y denuncias de malos manejos afectan a secretarías, ministerios de Estado y comisiones de trabajo.
Por Marysabel Aldana / Expediente Público
En los primeros ocho meses de gobierno, de los 14 ministerios que integran el Ejecutivo, el presidente Bernardo Arévalo,cambió a cinco titulares que iniciaron su gestión el 14 de enero de 2024.
Además, removió a nueve funcionarios, entre secretarios, directivos y personal que gozaba de su confianza en el Gobierno.
Entre los funcionarios destituidos se mencionan a dos involucrados en anomalías detectadas por la Comisión Nacional Contra la Corrupción (CNC), durante su paso por las respectivas carteras.
Una fue la ministra de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), Jazmín de Vega, por pagos opacos a constructoras. Y la otra fue la ministra de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) María José Iturbide, por beneficiar a su hija con vehículos oficiales.
Suscríbase al boletín de Expediente Público y reciba más información
Alejandro Quinteros, analista y experto en políticas públicas expresó a Expediente Público que estos cambios constantes dejan claro que el presidente de Guatemala Bernardo Arévalo no tiene una ruta de trabajo.
Además, evidencia que ni para despedir a sus ministros de Estado existen mecanismos y esto sólo genera mayores dudas sobre su accionar.
Expediente Público consultó a la Comisión Nacional Contra la Corrupción (CNC) para conocer la posición del Gobierno sobre las salidas de funcionarios por casos de corrupción, pero esta instancia remitió a la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, que tampoco respondió la consulta.
Bernardo Arévalo arriesga credibilidad
“Al final de cuentas es una mancha más al tigre que lo va ennegreciendo cada día más y que lo puede dejar totalmente negro, con este tipo de acciones el gobierno puede llegar a perder totalmente su credibilidad”, mencionó Quinteros a Expediente Público.
Por ejemplo, una de las salidas más escandalosas fue la de Jazmín de la Vega, que estuvo al frente del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) por 124 días.
El 17 de mayo Arévalo anunció su destitución por avalar pagos millonarios a constructoras cuestionadas, algunas conectadas con agrupaciones políticas.
Las firmas son Construcciones Integrales Avanzadas (Ciansa), Coamco y Supervisión, Construcción y Mantenimiento (SCM). Los desembolsos para las tres, efectuados en marzo y mayo, suman unos 66,858,000 quetzales, alrededor de 8.5 millones de dólares, según la presidencia de Guatemala y el Ministerio de Finanzas.
Ciansa está ligada a Gustavo Alejos, exsecretario privado de Álvaro Colom, quien fue presidente de Guatemala del 2008 al 2012, implicado en cinco casos de corrupción y que falleció en enero del 2023.
Las otras dos constructoras están involucradas en un supuesto esquema de financiamiento ilícito para la última campaña electoral de Alejandro Giammattei (2020 al 2024), quien ha sido denunciado por corrupción por el actual mandatario Bernardo Arévalo.
El caso de la exministra De la Vega
No te puedes perder: Guatemala: una transición en arenas movedizas
De la Vega llegó al cargo por sugerencia que la Cámara Guatemalteca de la Construcción dio al presidente Bernardo Arévalo y éste la aceptó.
Además, el 5 de agosto de 2024 se filtró un audio de la exministra en una conversación con el mandatario Arévalo, donde le reclama por haber pagado a constructoras que no eran de una lista que había entregado.
En un inicio se creyó que este audio era un montaje, sin embargo, fue el mismo presidente quien confirmo la veracidad de la llamada telefónica.
En su video, publicado el jueves 8 de agosto de 2024 en su cuenta oficial de X, de la Vega acusó al presidente de «agredir a una mujer» por las declaraciones que brindó.
La exministra insistió que ella no reveló los listados compartidos por la Fundación contra el Terrorismo, organización que se encargó de repartir el audio y que provocó una nueva solicitud para retirar el derecho de antejuicio al presidente Arévalo, por supuestos actos de corrupción.
De la Vega y la conversación filtrada
La ministra de la Vega explicó a Expediente Público que está dispuesta a pasar por una prueba de polígrafo, para demostrar que no filtró, grabó ni compartió el audio. Además, mencionó que ella fue removida del cargo por cumplir con sus criterios éticos y que estos no fueron del agrado del presidente Arévalo.
Tanto el presidente como la exministra solicitaron a las entidades investigadoras que verifiquen quién grabó y filtró el audio para denunciarlo penalmente.
Pero para el analista Jorge Aguilar, este caso debe investigarse y aclarar quién filtró el audio, y ver cuál es el trasfondo de todo.
“La situación ahora no está clara, la opinión pública no sabe quién tuvo la culpa, no se sabe que es lo que se habló allí, aparte de eso está la cuestión del audio y que tampoco se sabe cómo llegó a las redes sociales y por eso se debe investigar”, comentó Aguilar a Expediente Público.
Remplazos en cargos
Además, el mandatario guatemalteco debió nombrar a otro funcionario cuando Anayté Guardado dejó el Ministerio de Energía y Minas, previo a asumirlo.
Ella fue presentada días antes de la toma de posesión, pero por una supuesta campaña de desprestigio en su contra no asumió, en su lugar se colocó a Víctor Hugo Ventura, como titular.
Te puede interesar: Guatemala y Taiwán, ¿cuán sólida es la relación?
Señalamientos contra funcionarios
La primera destitución de un ministro fue la de María José Iturbide, el 7 de abril de 2024. Entonces el mandatario informó que la decisión era para “evitar cualquier duda sobre el compromiso de su administración y la tolerancia cero al mal uso de recursos del Estado y a la corrupción”.
A Iturbide la despiden del cargo luego que en redes sociales se evidenció que su hija utilizaba el vehículo del MARN asignado a la ahora exministra.
La funcionaria admitió el uso privado de vehículos oficiales para su hija y posteriormente pidió disculpas.
Renuncia y doble cambio
Por otro lado, se conoció la renuncia del ministro de Salud, Pública y Asistencia Social (MSPAS), Óscar Cordón, el 12 de junio.
La salida de Cordón por una enfermedad que se le habría complicado estando en el cargo, según el presidente Arévalo al momento de anunciar quien lo sustituiría.
En esta ocasión, el mandatario afirmó que la viceministra administrativa, Sandra Aparicio, asumiría temporalmente la cartera de Salud.
Un poco más de un mes, el mandatario sustituyó a Aparicio por Joaquín Barnoya, quien es médico y cirujano y tiene una maestría en Salud Pública con énfasis en Salud Familiar y Comunitaria.
El presidente informó que Aparicio continuaría con sus actividades como viceministra administrativa del MSPAS.
Te puede interesar: Justicia en Guatemala, ¿luz al final del túnel?
Cambios en secretarias
Otro de los cambios es el del secretario de Comunicación Social de la Presidencia, cargo que ahora ocupa Santiago Palomo, quien antes era director de la Comisión Nacional Contra la Corrupción (CNC).
Palomo sustituyo a Haroldo Sánchez, quien se incorporó al trabajo del gobierno de Arévalo desde el 14 de enero 2024.
Sánchez, a decir del mandatario, continúa siendo parte de su gobierno, encargándose, especialmente, de asuntos conmemorativos.
Palomo dirigió la CNC, entidad que registra 105 señalamientos de actos de corrupción.
El Ministerio Público desestimó 16 de las 105 denuncias por corrupción, según la oficina de comunicación social de la institución, debido a la falta de información para continuar con las investigaciones.
Comisión contra la corrupción
La CNC la preside Julio Flores. El funcionario es abogado, notario y economista; además, cuenta con una maestría en derecho constitucional. Tiene más de 10 años de experienia en el sector público y ha formado parte de la dirección ejecutiva de la comisión.