* Bernardo Arévalo, quien disputará la segunda vuelta con Sandra Torres en Guatemala, ha sido un crítico constante del régimen de Daniel Ortega y asegura que en Nicaragua no hay democracia.
** Los analistas lo ven cercano a Estados Unidos y descartan que pueda aliarse con Rusia o China.
*** Su partido no viene de la izquierda radical sino de las protestas anticorrupción que llevaron a la renuncia de Otto Pérez Molina en 2015.
Expediente Público
Bernardo Arévalo, el candidato socialdemócrata que fue la gran sorpresa en la primera vuelta electoral del domingo 25 de junio de 2023 en Guatemala, ha sido un frecuente crítico de la régimen de Daniel Ortega en Nicaragua y según analistas, sus posiciones políticas están alejadas del llamado Socialismo del Siglo XXI, que creó el desaparecido gobernante venezolano, Hugo Chávez.
Arévalo ha criticado repetidamente en sus redes sociales los abusos de derechos humanos de Ortega, la persecución de periodistas y sacerdotes, el cierre de universidades y la falta de democracia.
“Un régimen autoritario que reprime la organización, el derecho a manifestar y busca callar las voces de protesta que denuncian las injusticias y señalan las prácticas antidemocráticas. En Nicaragua no hay democracia”, escribió Arévalo cuando se conoció en febrero de 2022 el cierre de 14 organizaciones civiles sin fines de lucro, entre ellas varias universidades privadas.
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El candidato del partido Semilla también ha calificado al régimen de Ortega de una “cuasi monarquía” y ha condenado la represión.
Cuasi monarquía
“La represión y persecución que sufren sacerdotes, periodistas y dirigentes sociales en Nicaragua, a manos de una cuasi monarquía disfrazada de proyecto «progresista», es totalmente intolerable. Apoyar a ese gobierno es apoyar la represión contra el pueblo y una dictadura”, escribió en agosto pasado.
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Arévalo es el hijo de Juan José Arévalo Bermejo, el hombre que modernizó el Estado guatemalteco cuando fue presidente entre 1945 y 1951. Arévalo Bermejo ganó las primeras elecciones democráticas guatemaltecas tras el derrocamiento del dictador Jorge Ubico.
“Bernardo Arévalo, es hijo de un expresidente de Guatemala. Este presidente se recuerda gratamente porque representó el quiebre entre un Gobierno autoritario que lideró un personaje que estuvo 14 años en el poder y con él llegó una primavera democrática y consolidó un estado nacional con bases modernas, con una reinvención del aparato estatal y una serie de avances sociales”, explicó el académico guatemalteco, Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Nacionales (CIEN), en declaraciones a Expediente Público.
Arévalo, nacido en Uruguay debido al exilio de su padre, fue embajador en España durante el Gobierno de Ramiro de León Carpio y vicecanciller en esa misma administración.
Semilla, un partido nuevo
“Bernardo es una persona que ha participado en política. Se puede considerar una persona alejada de la política tradicional. El partido con el cual corre es un partido que nace de los grupos de jóvenes que en 2015 se alzaron en contra de las denuncias de corrupción de Otto Pérez Molina que finalmente se ve obligado a renunciar y luego lleva a los escándalos de corrupción que luego terminan en su encarcelamiento”, explica Maul.
Según Maul, Semilla es un partido al que “no se le puede tildar de ser parte del sistema tradicional, que es el rechazo que ha mostrado el guatemalteco en esta elección”.
“Esta es una opción que no necesariamente el guatemalteco esté convencido de la ideología de este partido, sino que este partido y su candidato representan un rompimiento con las demás opciones que se asociaban a la política tradicional, afirma Maul.
Un profesional de carrera
El académico Daniel Haering, catedrático de la Universidad Francisco Marroquín, describe a Bernardo Arévalo como “un gran diplomático y ha trabajado en temas de procesos de paz, es un sociólogo, historiador, muy competente, un buen intelectual que se metió en la política hace muy poco”.
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“Los últimos cuatro años ha sido diputado y en esta elección no parecía ser ni muchísimo menos el candidato a presidente más popular ni querido ni carismático ni nada parecido. Ha sido toda una sorpresa, pero es un perfil de alguien que tiene entereza intelectual y que ha demostrado con su patrón de votación en el congreso que no forma parte del pacto de Gobierno corrupto que nos ha gobernado los últimos 12 años”, señala Haering en declaraciones a Expediente Público.
Bernardo Arévalo: candidato de redes sociales
Arévalo es considerado un socialdemócrata. En 2020 fue electo diputado por el partido Semilla y tuvo una discreta campaña electoral en la que apenas se invirtió en publicidad. No había vallas ni carteles en las avenidas o carreteras del país, su mayor apuesta fue las redes sociales.
Maul advierte que ‘algunos grupos están tratando de hacer ver a Bernardo Arévalo como la materialización del socialismo del Siglo 21 en Guatemala”, algo que no tiene sustento.
“Si uno analiza su plan de Gobierno, no hay elementos que le hagan pensar que ellos representan tal tipo de ideología o que están dispuestos a llegar a tales extremos. A mí me parece que son más un partido de izquierda progresista, que claramente tienen una especial preocupación por las condiciones sociales de la población”, explica Maul.
Según el académico, el partido Semilla “no es equiparable al caso de (la presidenta hondureña) Xiomara (Castro) y mucho menos a (Daniel) Ortega en el caso nicaragüense. Este partido no viene de la militancia guerrillera ni de los grupos de izquierda radical que existieron en Guatemala. En realidad, es un movimiento de jóvenes que surgió en las universidades”.
Discurso del candidato Bernardo Arévalo
Maul explica que Arévalo tiene un discurso de seguridad democrática, pero muy similar en materia económico a Sandra Torres.
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“Si uno compara a los dos partidos en segunda vuelta, los dos son muy similares, en relación al empleo, el empresariado, inversión extranjera directa, etc.”, afirma Maul.
El académico expone que “la diferencia principal entre ambos partidos es que el partido Semilla no ha estado en el poder y no se le puede acusar de los desmanes que el país ha vivido, mientras que el partido UNE sí ha sido Gobierno y ha sido una fuerza de oposición importante y en el pasado, también ha pactado en estos acuerdos que se hacen en la política nacional”.
La relación con Estados Unidos
Maul cree que, en cuanto a la relación con Estados Unidos, Arévalo podría tener muy buena relación con la administración de Joe Biden pero no necesariamente con la de Trump.
La administración guatemalteca del actual presidente Alejandro Giammattei, se ha visto criticada por el Gobierno de Biden por actos de corrupción y la persecución a jueces, fiscales y periodistas. Varios funcionarios del Ejecutivo y de partidos afines, han sido sancionados.
“Me parece que este partido pudiera ser mucho más colaborador con las distintas propuestas de un Gobierno demócrata en Estados Unidos. Si fuera republicano, tipo Trump, habría una diferencia radical en cuanto a la visión del mundo”, sostiene Maul.
“En términos de relación con los demócratas, la relación pudiera ser más productiva. Pero dadas las circunstancias, ningún presidente puede darse el lujo de no tomar en cuenta o estar opuesto a la política exterior norteamericana hacia Centroamérica”, señala.
Para Daniel Haering, “Bernardo Arévalo puede trabajar bien con Estados Unidos y encontrar un interlocutor que sancione a quien tenga que sancionar, que apoye en muchos sentidos, que encuentre una contraparte que sí está dispuesto a hacer mejor las cosas, ese sería el camino”.
Alejado de Rusia y China
Maul no ve posible un acercamiento de un Gobierno de Bernardo Arévalo con Rusia o China y cree que Guatemala mantendrá la relación con Taiwán.
“Yo no miro un giro inminente hacia Rusia o hacia China por parte de ninguno de los dos partidos, en términos generales, no ha sido un tema fuerte en la campaña y en todo caso, creo que probablemente hay cierto tipo de agradecimiento y reconocimiento de lo que Taiwán representa para el mundo libre y lo que representa Guatemala por parte de ambos partidos, no miro ese giro hacia China de manera inminente y hacia Rusia mucho menos”, manifestó Maul.
Sandra Torres ha expresado abiertamente que continuaría sus relaciones con Taiwán si resulta electa. Arévalo no ha hecho compromisos al respecto.
Según Haering, a Arévalo “no lo veo cerca de una Rusia debilitadísima y una China en crisis económica, no veo a Arévalo girando en ese sentido”.
