* Bernardo Arévalo y Karin Herrera fueron investidos como presidente y vicepresidenta de Guatemala en la madrugada del 15 de enero. Superaron los obstáculos de sus adversarios durante cinco meses.
** Alejandro Giammattei, presidente saliente no estuvo en la ceremonia de traspaso del poder en Guatemala.
Expediente Público
Después de ocho horas de retraso, en medio de una tensión generalizada y burlando los tropiezos judiciales, el sociólogo progresista Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera del partido Movimiento Semilla, asumieron su cargo como presidente y vicepresidente la madrugada de este 15 de enero de 2024.
Teniendo como escenario en el Centro Cultural Miguel Asturias, donde se llevaron a cabo los actos protocolarios de la investidura, Arévalo y Herrera fueron juramentados por el presidente de la nueva Junta Directiva del Congreso, Samuel Andrés Pérez, diputado de su mismo partido, para el periodo 2024-2028.
Con su mano izquierda sobre la Constitución Política de Guatemala y la derecha alzada, Arévalo juró “respetar las leyes de la nación y cumplir con amor patriótico el cargo” por el cual fue electo. Acto seguido le impusieron las insignias correspondientes y la banda presidencial.
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Posteriormente, Arévalo y Herrera firmaron el «Libro de Oro» del Congreso de la República como parte de las actividades protocolarias.
Juramentación de Bernardo Arévalo fue de madrugada
Arévalo y Herrera ingresaron a “La Gran Sala Efraín Recinos» casi a la medianoche, donde fueron recibidos con aplausos y la algarabía de los presentes que asistieron a la ceremonia.
Durante la tensa y retrasada jornada en el Congreso, que mantuvo activa la incertidumbre sobre la transición de mando en el país, Arévalo y Herrera se trasladaron previamente al Centro Cultural, donde esperaron tomar posesión de sus cargos.
«¡Todo listo para festejar la nueva primavera en Guatemala!», dijo Arévalo previo a su traslado.
Durante su primer discurso como presidente de Guatemala, Arévalo destacó no tolerará la “corrupción y la impunidad”.
“Nunca más el autoritarismo. Jamás permitiremos que la violencia sea empleada como medio para promover agendas políticas o preservar privilegios. No toleraremos la intolerancia y la arbitrariedad, no permitiremos que nuestras instituciones se dobleguen otra vez ante la corrupción y la impunidad”, destacó.
Vencieron «una dictadura»
El representante de Semilla reconoció que están “haciendo historia” y añadió que “no puede haber democracia sin justicia social”.
“Durante estos últimos meses nos hemos enfrentado a complejas tensiones y desafíos que llevaron a muchos a creer que estábamos destinados a un retroceso autoritario. Para miles de personas, estos meses sugirieron el resurgimiento de la dictadura en Guatemala”, añadió el mandatario.
Arévalo destacó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Corte de Constitucionalidad protegieron «el deseo soberano de los guatemaltecos de vivir en democracia”.
Por otro lado, agradeció la colaboración internacional que ha fortalecido el “camino hacia adelante”.
Se comprometió a utilizar el dialogo como una herramienta para “mantener canales abiertos y constantes con diversos sectores de la sociedad”.
Gritan “cobarde” a Giammattei
Antes de la ceremonia, el presidente saliente Alejandro Giammattei, bajo cuyo mandato se incrementó la corrupción en el país centroamericano, entregó los símbolos de la Presidencia al Congreso «ante el riesgo de llegar a medianoche sin iniciar los actos protocolarios de la toma de posesión de Bernardo Arévalo».
Con la entrega de los símbolos Giammattei pidió se le tuviera “por separado del cargo como lo establece la Constitución de la República” de Guatemala, por lo que fue el gran ausente en la ceremonia.
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“Dijeron que no habría segunda vuelta y la realizamos con todo el apoyo del Ejecutivo”, escribió Giammattei en su red social X. A su vez expresó que se dio una transición “ordenada, transparente y eficiente en la historia del país”.
Los simpatizantes de Semilla reprocharon la decisión de Giammattei y lo acusaron de “cobarde” durante la sesión de juramentación.
Poco presidentes aguantaron la jornada
Algunas delegaciones internacionales se retiraron previo a la ceremonia, debido al conflicto que se vivió en el Congreso.
Acompañaron el proceso de transición la presidenta de Honduras, Xiomara Castro; Gustavo Petro, mandatario de Colombia; Geraldo Alckmin, vicepresidente de Brasil, entre otros altos funcionarios y diplomáticos acreditados en Guatemala.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell y el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, estuvieron también presentes.
Borrel anunció el sábado la adopción de un “marco jurídico de sanciones” contra aquellos que se opusieran al desarrollo del proceso democrático en Guatemala.
Bernardo Arévalo se dirige al pueblo
La ceremonia de posesión, que debía comenzar a las 03:00 de la tarde del 14 de enero, no obstante, se retrasó durante todo el día debido a que el Congreso pasó horas debatiendo sobre el proceso de acreditación de los diputados y la posterior elección de la junta directiva de la X Legislatura.
El mandatario guatemalteco posteriormente se dirigió a la Plaza de la Constitución, la mayor en Guatemala, donde se concentraron cientos de simpatizantes del Movimiento Semilla que se movilizaron desde el interior del país y esperaron durante toda la jornada.
Durante la elección presidencial celebrada el 25 de junio de 2023, el candidato de Semilla pasó inesperadamente a la segunda vuelta y se convirtió en el favorito de los guatemaltecos.
Posteriormente, el 20 de agosto de 2023, Arévalo y Herrera obtuvieron la victoria en la segunda vuelta con el 58.01% de los votos escrutados.
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No obstante, a lo largo de los últimos cinco meses, el presidente electo enfrentó el incansable boicot de la Fiscalía del país centroamericano, pero gracias a la firme decisión de los guatemaltecos que defendieron la democracia y la condena de la comunidad internacional se llevó a cabo la investidura.
La fórmula de Semilla, incluso, fue favorecida con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por la “existencia de dos planes para atentar en contra de sus vidas e integridad, uno incluso notificado por fiscales”.
