*La desconfianza en el sistema electoral y la incapacidad de manifestarse crean una sensación desesperanzadora para los encuestados por el Barómetro de las Américas de la Universidad de Vanderbilt.
Expediente Público
El 63% de nicaragüenses encuestados por el Barómetro de las Américas de la Universidad de Vanderbilt (Nashville, Estados Unidos) considera que la democracia es el mejor sistema de gobierno, aunque solo el 41% está satisfecho con las condiciones democráticas del país centroamericano.
La encuesta telefónica realizada de manera aleatoria y anónima a finales de 2021, muestra los resultados de 3,000 entrevistas en 22 países del continente. Estos fueron presentados este lunes 29 de agosto en el documento “El Barómetro de las Américas de 2021 toma el pulso de la democracia”.
José Miguel Cruz, observador político para Centroamérica del Barómetro, explicó a medios independientes nicaragüenses que el apoyo a la idea de la democracia se recuperó en 2021, cuando en la encuesta de 2019 recibió 58%.
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«Esto no significa que Nicaragua es una democracia, sino, la idea de democracia como régimen perfecto. Pero cuando se trata del funcionamiento de la democracia, ha seguido a la baja, porque buena parte de la gente no cree que el país sea democrático”, afirma.
Además, el 70% de los encuestados nicaragüenses prefiere un sistema que garantice sus libertades políticas a uno que garantice un ingreso y servicios básicos. A pesar de eso, ocupa el puesto 16 de 22 países, muy por debajo de los jamaiquinos y uruguayos que valoran sus derechos ciudadanos más que nada, con un 82%.
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A pesar de esto, el desánimo se apodera de la población, como revela la falta de capacidad manifestada para incidir en cambios políticos. Solo 21% cree todavía en el voto como forma de influir, 9% piensa en marchas, 21% cree que hay otras formas, pero no especificó. Pero la mayoría, el 50%, dice no saber cómo. En la encuesta de 2019, el 52% de los nicaragüenses creía en las elecciones.
Contrario a la encuesta de 2019, hay menos nicaragüenses con temor a expresar sus opiniones políticas, pero sigue siendo una proporción muy alta pues pasó de 78% a 64%.
La base sandinista
A pesar de la crisis política y social, todavía un segmento de nicaragüenses valora positivamente algunos aspectos. Por ejemplo, si sus derechos básicos están protegidos (39%), una proporción que coincide con la base electoral histórica del gobernante Frente Sandinista.
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En un contexto de deserciones y desgaste, el régimen que encabeza Daniel Ortega aparenta mantener el apoyo de sus bases. Sin embargo, Cruz considera que sí hay erosión dentro del Frente Sandinista, pues “el nivel de apoyo está por debajo del 30%, quienes dijeron que se sienten protegidos por el gobierno. Eso esconde a aquellos que siempre han pensado que algo pueden obtener del régimen”.
Ha habido una disminución del 59%, antes de la crisis, a un 39%. tiene que ver con la época de las vacas gordas en Nicaragua. Muchas personas decían que no les gustaba el régimen, pero al menos obtenían de los programas sociales para láminas de cinc o cerdos.
Aparte, 33% de los encuestados nicaragüenses dijeron haber sido víctimas de algún delito en los últimos doce meses, la proporción más alta del continente. Mientras que la percepción de la corrupción (68%) es la sexta entre los 22 países del estudio del Barómetro.
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52 % de los nicaragüenses quieren migrar
Precisamente la encuesta se llevó a cabo en 2021, en el contexto de la represión y persecución judicial previa a las elecciones generales de noviembre, que también desató una oleada migratoria. Ya en ese momento la mayoría de nicaragüenses (52%) deseaba abandonar el país, la cuarta posición detrás de Haití (74%), Jamaica (59%) y Honduras (54%).
El deseo de migrar aumentó en dos años 22 puntos porcentuales. Una de las principales razones para desear migrar es económica (53%) y la falta de oportunidades educativas (21%).
A pesar de estos resultados, Cruz considera que en estos datos “hay luces de esperanza, porque la mayoría de ciudadanos dicen que prefieren un sistema que garantice la libertad de expresión y que la democracia es su régimen preferido. Es una buena noticia, aun con todo lo que se vive, en términos de cultura política es una mejor noticia que los datos de El Salvador, donde el 70% u 80% dice que Nayib Bukele es el presidente más democrático que han tenido”.
“Los nicaragüenses están claros que eso no se puede interpretar como democracia, y no están satisfechos. Pero al mismo tiempo siguen pensando qué es lo que necesitan. El reto es saber qué se puede hacer”, concluyó Cruz.