*Casi el 45% de la población hondureña está dispuesta a apoyar un golpe militar en condiciones de alta corrupción, según resultados del Barómetro de las Américas.
**Apenas el 22% apoya la labor del Poder Ejecutivo y el 26% está dispuesto a justificar el cierre del Congreso Nacional si el país enfrenta «tiempos difíciles».
Expediente Público
Solo el 30 por ciento de la población hondureña está satisfecha con el funcionamiento de la democracia en Honduras y menos de la mitad, el 49%, la valora como la mejor forma de gobierno, según los resultados del Barómetro de las Américas 2021.
El primer indicador es el más bajo desde 2004, cuando el porcentaje de satisfacción con la democracia era del 53%, “y representa una disminución precipitada desde que la medición alcanzó su punto máximo en 2010” con 57.8%, según el análisis contenido en la encuesta de opinión dada a conocer el lunes 29 de agosto.
Mientras que el apoyo a la democracia subió con respecto a 2018, que era de 45%, pero sigue estando muy por debajo de la media regional, que es de 61%.
“El deterioro en el apoyo a la democracia se entiende cuando pensamos en la inestabilidad política y los niveles de violencia y corrupción que Honduras ha sufrido en los últimos años, sobre todo a raíz de las controversiales elecciones del 2017”, se lee en el informe del Barómetro titulado “Cultura política de la democracia en Honduras y en las Américas 2021: Tomándole el pulso a la democracia”.
El Barómetro de las Américas
Es una encuesta regional realizada por LAPOP Lab, un centro de excelencia en investigación internacional a través de encuestas con sede en la Universidad de Vanderbilt, situada en Nashville, Tennessee, Estados Unidos. En su última edición se realizó en 22 países e incluyó más de 64 mil entrevistas.
El observador político en Centroamérica del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP), José Miguel Cruz, dijo a Expediente Público que el apoyo a la democracia en Honduras “venía por debajo del 50 por ciento mucho antes”, pero sube “en la época de los programas sociales”, cuando la administración de Juan Orlando Hernández “se embarca en este proyecto de populismo económico que básicamente colapsa con la crisis en 2018”.
Sobre los bajos indicadores en democracia, Cruz mencionó el hecho de que la encuesta fue realizada en el último período del régimen de Hernández. “Estamos a la espera de ver qué nos va a salir este año, pero creo que vamos a ver cambios interesantes, al menos en términos de expectativas de los ciudadanos con respecto al tema de la democracia”.
¿Honduras sigue modelo de Nicaragua?
Cruz, el analista de LAPOP, considera que todavía es muy difícil anticipar si Honduras sigue el modelo nicaragüense, porque “hay muchas señales contradictorias en el caso hondureño”, donde “hay muchas fuerzas interactuando, que no interactuaban de la misma manera en Nicaragua, que no han actuado de la misma manera en Nicaragua”.
Entre estas, Estados Unidos, cuyo papel en Honduras “es cualitativa y cuantitativamente muy distinto al de Nicaragua y por lo tanto es muy difícil anticipar si esto es una copia del modelo nicaragüense”.
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Apoyan golpe militar
Más preocupante que los bajos indicadores de apoyo a la democracia es la proporción de hondureños: casi el 45%, dispuestos a apoyar un golpe militar en condiciones de alta corrupción, por encima del promedio regional que es de 40%.
Visto del lado positivo, el porcentaje de hondureños que apoyan un golpe de Estado disminuyó un 10% desde que alcanzó su nivel más alto en 2008; un año antes del golpe de 2009, cuando la cifra era del 55%. Por otro lado, solo el 20% apoya a “un líder fuerte” que no cumpla con las reglas para obtener resultados.
Menos apoyo al Ejecutivo
Apenas el 22% apoya la labor del Poder Ejecutivo, el nivel más bajo desde 2012, cuando ese indicador cayó al 17% y tuvo un repunte en 2014 con un 58%.
Esa caída vertiginosa desde el primer año de la administración Hernández “ayuda a comprender en gran medida los resultados electorales del 28 de noviembre de 2021”, señala el informe, cuando Xiomara Castró, de Libertad y Refundación, ganó por amplia mayoría al Partido Nacional.
“El deterioro en las percepciones de la labor del presidente Hernández refleja el deterioro económico, político y social que ha representado los últimos cuatro años de su mandato, y sobre todo el impacto de la pandemia de COVID-19 en país”, añade el documento.
Cierre del Congreso Nacional
Según el Barómetro, el 26% de la población en Honduras está dispuesta a justificar el cierre del Congreso Nacional por parte del Ejecutivo, si el país enfrenta «tiempos difíciles». Esto representa un aumento del 17% desde 2010, cuando la pregunta se realizó por primera vez.
Uno de los fenómenos más preocupantes en América Latina en los últimos años es la evolución del autoritarismo y el populismo, entre cuyas características está la consolidación del Poder Ejecutivo y el continuo debilitamiento de las instituciones de representación popular, como el Congreso, señala el informe.
“Este resultado, junto al deterioro en la satisfacción y el apoyo a la democracia, como también el desgaste en la aprobación de la labor del Ejecutivo reflejan la profunda debilidad en la cultura de la democracia en Honduras”, acota.
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Poca confianza en las elecciones
Apenas el 23% de la población en Honduras dice tener confianza en las elecciones, de ahí que no es de extrañar que un 53% prefiera un gobierno que garantice un ingreso y servicios básicos, aunque no se pueda elegir autoridades. Pero solo un 34% prefiere sacrificar el derecho de libre expresión a cambio de ingreso y servicios básicos.
El nivel de confianza electoral se sitúa muy por debajo de la media regional, que es del 42%.
“El nivel de confianza en las elecciones en Honduras refleja el cuestionamiento al sistema electoral hondureño que organizaciones de la sociedad civil e internacional han realizado, particularmente a raíz de las elecciones presidenciales del 2017 cuando el presidente Juan Orlando Hernández logra la reelección a pesar del cuestionamiento al sistema electoral”, analiza el informe.
Derechos básicos
Tan solo el 22% considera que el sistema político protege los derechos básicos, una cifra por debajo solo de dos países encuestados (Perú y Chile).
“Estos resultados reflejan una leve disminución desde el 2018 y continúan los niveles bajos de confianza en la protección de derechos básicos desde el 2012”, indica el documento.
Corrupción y victimización
Para el 68% de las personas encuestadas, la mitad o más de los políticos están involucrados en actos de corrupción. En 2016 el porcentaje era de 59%.
En esa línea, el 14% dijo haber sido víctima, el año previo, de solicitud de soborno por parte de empleados públicos y el 16% por parte de policías, lo que representa un “aumento significativo” en de victimización por corrupción desde 2018.
Las personas que creen que la mayoría o todos los políticos son corruptos tienen una mayor propensión a querer emigrar, en un promedio de 8 puntos porcentuales.
Intención de emigrar
“El deseo de los hondureños de emigrar en 2021 alcanzó la proporción más alta desde 2004, con una estimación del 54% de la población deseando irse a vivir o trabajar a otro país”, señala la encuesta, que vincula la corrupción y la mala gobernanza con las intenciones de emigrar.
“La victimización por corrupción (solicitud de ‘mordidas’) por parte de un empleado público o un agente de policía se asocia con un 60% y 40%, respectivamente, de mayor probabilidad de tener la intención de emigrar”, según el informe.
En el contexto de los países del Triángulo Norte, en Honduras es donde más han aumentado las intenciones de emigrar respecto a los años 2018/19, al subir en 16%, seguido de Guatemala (7%). México ocupa el tercer lugar (7%), y finalmente se encuentra El Salvador (6%).
La falta de oportunidades económicas es la razón principal, según el 55% de las personas encuestadas.
EE.UU. vs. China
Según la encuesta, la confianza en el gobierno de Estados Unidos se ha recuperado en toda la región y ha disminuido en el de China.
En el caso de Honduras, la confianza en ambos gobiernos fue de 44% y 67%, respectivamente. En El Salvador fue de 53% y 64%, en Costa Rica la relación fue de 41% y 60%, Panamá de 31% y 59%, Guatemala 43% y 57%, Nicaragua 37% y 53%.
Democracia en El Salvador
En El Salvador, el apoyo a la democracia es de un 79% y el 78% está satisfecho con esa forma de gobierno. El 29% toleraría un golpe militar cuando hay mucha corrupción y el 56% apoya a un líder fuerte, aunque incumpla las reglas.
“Lo que vemos en El Salvador es algo muy parecido, solo que en la actualidad con el componente de redes sociales que (Nayib) Bukele ha explotado muy bien, como Nicaragua estaba hace siete años”, dijo el analista Cruz, del LAPOP. “Al mismo tiempo que el régimen salvadoreño va cerrando los espacios”, agregó.
