Aumentan embarazos de niñas en Guatemala

Aumentan embarazos de niñas en Guatemala

* Más de cien menores embarazadas murieron en el primer semestre del 2024 en Guatemala.

** La magnitud del embarazo en menores de edad en Guatemala revelan fallas graves en el sistema de justicia del país.

*** Las cifras incluyen más de mil niñas entre 10 a 14 años que fueron violadas.


Marysabel Aldana / Expediente Público

En los primeros ocho meses del año 38,488 menores de 18 años tuvieron un parto en Guatemala, según el Registro Nacional de las Personas.

Se reportaron 1,298 nacimientos de bebés de madres menores de 14 años, del 1 de enero al 31 de agosto de 2024.

Tres de niñas de 10 años dieron a luz este año.

Es una situación preocupante que persiste año tras año, a pesar de los esfuerzos por reducirla, dijo a Expediente Público la directora del Observatorio de Salud reproductiva (OSAR), Mirna Montenegro.

Una crisis que aumenta en Guatemala

La persistencia del fenómeno del embarazo en menores en Guatemala refleja fallas graves en educación sexual, acceso a anticonceptivos y la protección de los derechos de niñas y adolescentes, según Montenegro.

Los 1,298 casos de embarazos en niñas de 10 a 14 años se produce por un abuso sexual y violencia intrafamiliar. Según Montenegro, en muchos de estos casos, el agresor es alguien cercano a la víctima, como un familiar o un conocido.

Suscríbase al boletín de Expediente Público y reciba más información

El artículo 171 del Código Penal de Guatemala señala que todo acto con una menor de 14 años es violación.

Impacto en la salud de las niñas de Guatemala

Los embarazos en menores de edad tienen consecuencias devastadoras para la salud física y emocional de las niñas, según la sexóloga Julissa Molina.

El cuerpo de una menor no está preparado para llevar un embarazo a término, lo que aumenta los riesgos de complicaciones graves como hemorragias, infecciones y eclampsia. Estas son las principales causas de muerte materna en adolescentes, afirma Molina.

Mencionó a Expediente Público que las jóvenes madres enfrentan un mayor riesgo de desnutrición y de padecer trastornos de salud mental, como depresión y ansiedad.

Aumentan embarazos de niñas en Guatemala

“El impacto no se limita a la salud; también afecta su desarrollo personal y sus oportunidades futuras”, comentó Molina.

Las niñas embarazadas suelen abandonar la escuela, lo que limita su acceso a la educación y a futuras oportunidades laborales. De esta forma persiste el ciclo de pobreza y vulnerabilidad, según la médico obstetra Montenegro.

Más de cien menores embarazadas murieron

Del 1 de enero al 30 de julio del 2024 se reportan 106 muertes maternas de menores, y el 90% era evitable, según Montenegro.

De los 22 departamentos de Guatemala, cinco reportan el 50% de los casos. Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, Guatemala y San Marcos, tienen los números más altos, según datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF).

En las causas de muerte de niñas embarazadas la doctora mencionó que es importante evidenciar 13 muertes maternas por dengue.

Según datos del INACIF, 25 de las menores murieron por retención placentaria, 16 por eclampsia, 14 por preeclampsia y 14 por atonía uterina.

Otras cinco perecieron por retención de restos placentarios, 7 por preeclampsia con signos de severidad, 4 por endometritis, 4 por aborto y 4 por sepsis puerperal.

Factores que contribuyen a embarazos adolescentes

Según las expertas uno de los temas que más afecta en el embarazo en menores de edad es la falta de educación sexual integral.

Aunque la educación sexual está incluida en el currículo nacional, su implementación es débil y no siempre está adaptada a las necesidades y realidades de los estudiantes, sostuvo Montenegro.

La pobreza y exclusión social que enfrentan las niñas y adolescentes que viven en comunidades rurales, indígenas o en situación de pobreza extrema son las más afectadas ante la falta de acceso a servicios de salud, mencionó Molina.

Las normas culturales y machismo son otros de los problemas que enfrentan las niñas. Molina sostiene que, en muchas comunidades, las menores son vistas como futuras madres y la violencia sexual no siempre es denunciada debido al estigma social.

Otra de las grandes debilidades es el sistema judicial por la falta de sanciones efectivas para los perpetradores de abuso sexual, así como la burocracia y la corrupción en el sistema judicial, mencionó Montenegro.

“En mi experiencia es que llevamos un caso de abuso sexual desde 2019, el proceso judicial es tan lento que los bebés producto de la violación van a tener seis años cuando comience el caso, porque los tenemos hasta para 2025”, comentó Montenegro.

Medidas urgentes

A la luz de esta alarmante realidad, según Montenegro, es urgente que tanto el Gobierno como la sociedad civil tomen medidas concretas para abordar la problemática de los embarazos en menores de edad en Guatemala.

Aumentan embarazos de niñas en Guatemala

Según Montenegro una de las medidas debería ser implementar y fortalecer la educación sexual integral, pero esta debe ser accesible, inclusiva, y adaptada a cada contexto cultural.

La otra manera según la experta es mejorar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.

Es crucial garantizar el acceso a servicios de salud con métodos anticonceptivos gratuitos, atención prenatal y apoyo emocional para adolescentes embarazadas. Montenegro agregó que el sistema de justicia debe fortalecerse para investigar y sancionar eficazmente los casos de abuso sexual y violencia contra menores.

La impunidad perpetúa el ciclo de violencia.

La siguiente manera a criterio de Montenegro sería, promover campañas de sensibilización para cambiar las normas culturales dañinas y en educar a la población sobre los derechos de las niñas.

La última recomendación que da Montenegro es crear redes de apoyo comunitario que puedan ayudar a prevenir el abuso, fomentar la denuncia, y proporcionar un entorno seguro.

Te puede interesar: Cierran casas para migrantes en Guatemala dejando a miles desprotegidos

Un llamado a la prevención

El problema de los embarazos en menores de edad en Guatemala es complejo por la falta de atención a las madres. Sin embargo, según Molina, puede resolverse con un esfuerzo coordinado de gobierno, sociedad civil, comunidades, familias y jóvenes.

Las niñas y adolescentes merecen un futuro en el que puedan crecer, educarse, y desarrollarse plenamente sin enfrentar los riesgos y desafíos de un embarazo prematuro.

Es momento de actuar para garantizar que cada niña tenga la oportunidad de vivir libres de violencia y con plenas oportunidades, demandó la psicóloga Laura Mota.

Te puede interesar: Secuestran o desaparecen más de 4 mil niños en Guatemala en ocho meses

Aumentan embarazos de niñas en Guatemala

La violencia sexual y sus repercusiones

La psicóloga Laura Mota afirma que el abuso sexual infantil en Guatemala es una realidad silenciosa que afecta a miles de menores cada año. La mayoría de esos delitos son perpetrados por personas cercanas a la víctima.

“Más allá de las heridas visibles, este tipo de violencia genera un daño profundo en la mente de una niña. Se afectan su desarrollo emocional, psicológico y social”, reiteró Mota a Expediente Público.

Según la experta cuando una niña es víctima de violencia sexual, su mundo cambia de manera radical e irreversible.

Desde el momento en que ocurre el abuso, su mente comienza a procesar una experiencia traumática que no tiene las herramientas para entender ni manejar.

“Las cicatrices psicológicas que deja la violencia sexual no desaparecen con el tiempo. Sin una intervención adecuada, estas heridas invisibles pueden seguir afectando a la víctima durante toda su vida”, mencionó Mota.