* Académicos demostraron impacto del avance de China en la región durante audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos.
** Legisladores reconocieron el impacto que produce la congelación de la ayuda estadounidense al exterior cuando Pekín busca ocupar ese vacío en países que buscan cooperación internacional.
Eric Lemus / Expediente Público
Investigadores del Centro Woodrow Wilson y del Instituto Hoover alertaron al Senado de Estados Unidos sobre las estrategias utilizadas por el Gobierno de China para tomar posesión de los intereses estadounidenses en el hemisferio occidental.
En una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta del Congreso de EE. UU., presidido por el republicano Jim Risch y la demócrata Jeanne Shaheen, los investigadores presentaron sus conclusiones sobre el impacto del congelamiento de la ayuda internacional estadounidense que ordenó el presidente Donald Trump en un momento de expansión de la influencia del régimen de Beijing.
Este 5 de marzo de 2025, la audiencia giró en torno al avance geopolítico chino en América Latina, mientras Washington aumenta medidas coercitivas contra sus aliados políticos en la región para intentar frenar a Pekín.
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“Priorizar los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos significa priorizar el hemisferio occidental estable y próspero, porque Estados Unidos tiene adversarios que buscan dañar nuestros intereses y seguridad interviniendo en las acciones de nuestros vecinos más cercanos”, afirmó el senador Risch.
El político por el estado de Idaho escuchó a dos investigadores académicos propuestos por ambas alas políticas del Senado para sopesar el impacto que tiene la interrupción de la ayuda estadounidense al exterior, mientras China busca ocupar ese vacío.
“Mientras nuestros enemigos y competidores como Rusia, China e Irán expandan su fondo en nuestro hemisferio, necesitamos fortalecer la seguridad y la cooperación económica con nuestros vecinos democráticos para proteger nuestros intereses”, reconoció Risch antes de escuchar a los especialistas.
La estrategia de China
La consejera sénior de Diálogo Interamericano e investigadora del Centro Woodrow Wilson, Margaret Myers, disertó ante los senadores sobre el rol que desempeña China con países que son socios tradicionales de Estados Unidos, pero que buscan “otras formas de oportunidad económica”.

“Preocupa el progreso que China ha logrado en el desmantelamiento de los lazos de Estados Unidos en la región, ya sea a través de campañas de mensajería dirigidas, alianzas políticas o como resultado de su ahora extensa huella económica en el hemisferio”, declaró Myers.
La académica resaltó que “en solo unas pocas décadas, China ha asumido una posición económica dominante en ciertos sectores y espacios de la región. El comercio sustenta la relación entre China y América Latina, ya que muchas naciones dependen en gran medida de la demanda china de sus materias primas y de las importaciones chinas a menudo artificialmente baratas”.
Myers es directora del programa de Asia y América Latina de Diálogo Interamericano y autora de diversos artículos donde sigue el comportamiento de Beijing en relación con la política, economía e influencia cultural en el hemisferio.
“Los países latinoamericanos también buscan en China otras formas de oportunidad económica, incluida la financiación y la inversión. La presencia económica de China garantiza que los intereses de Beijing ahora jueguen un papel importante en la toma de decisiones económicas y políticas de la región”, remarcó.
Influencia extranjera maligna
El presidente del Comité junto a su colega Shaheen reflexionaron sobre el nivel de amenaza que representa China a largo plazo en el hemisferio occidental a medida desplaza a EE. UU. como el socio comercial más importante.
“A través de América Latina, China está extrayendo minerales valiosos y críticos, construyendo puertos estratégicos y profundizando la cooperación militar y provee el suministro más alto de fentanilo a los carteles mexicanos”, acusó.

El segundo invitado, Joseph Ledfor, quien es director asistente del Laboratorio de Historia del Instituto Hoover, recalcó la importancia de que EE. UU. siga siendo vigilante de su relación con sus socios latinoamericanos.
“El Partido Comunista Chino (PCCh) difundió oportunamente su influencia económica, militar y política de manera profunda y amplia, complementada por la expansión de la presencia de sus socios despóticos, Irán, Rusia y Corea del Norte”, declaró ante el Senado.
Para Ledfor, EE. UU. “debe lidiar con algo más que una mera competencia estratégica” ante la amenaza de las organizaciones criminales transnacionales (OCT) que “causan estragos desde Sudamérica hasta Canadá”.
Contexto: China está tras la minería a cielo abierto en Panamá
El académico opina que el hemisferio occidental es el escenario primordial para la contienda por el orden mundial entre China y Estados Unidos.
“El Partido Comunista Chino ha logrado ganancias económicas asombrosas. 21 países de América Latina y el Caribe se unieron a la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, exhortó.
Las audiencias en el Senado acaecen en un momento de extrema tensión luego que el presidente Donald Trump acudió al Congreso donde reiteró que mantendrá su campaña de “acción rápida e implacable” para reorientar la economía, la inmigración y la política exterior.
Priorizar las Américas
La modernización de China y la expansión de los mercados latinoamericanos son unos de los factores que la clase política estadounidense debe tomar en su política exterior, observaron ambos participantes.
“El comercio sustenta la relación entre China y América Latina, ya que muchas naciones dependen en gran medida de la demanda china de sus materias primas y de las importaciones chinas a menudo artificialmente baratas”, destacó Myers.
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En su opinión, la presencia económica de China garantiza que los intereses de Beijing “ahora jueguen un papel importante en la toma de decisiones económicas y políticas de la región”.
Por su parte, Joseph Ledfor, alertó ante el Senado que “los agresivos esfuerzos económicos de China en América Latina han resultado en que se convierta en el segundo socio comercial más grande de la región, así como en el mayor socio comercial de Suramérica”.
Centroamérica en primera línea
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, tuvo Centroamérica y República Dominicana como destino estratégico de su primera gira internacional en calidad de jefe de la diplomacia de la administración Trump.
La gira, del 1 al 5 de febrero, buscó contrarrestar la creciente influencia de China en el istmo empezando por Panamá, donde consiguió que el presidente José Raúl Mulino desistiera de la concesión de dos puertos a una empresa de capital chino.
Las empresas vinculadas a China controlaban los puertos Cristóbal, en el océano Atlántico, y Balboa, en el Pacífico, por lo que Washington esgrimió que constituye una violación del Tratado Relativo a la Neutralidad Permanente y el Funcionamiento del Canal.
El diplomático también consiguió que el gobierno de Mulino abandone el proyecto “La Ruta de la Seda”, el cual fue suscrito en 2017 bajo la administración del expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019).
Un consorcio de inversionistas liderado por la empresa estadounidense BlackRock acordó este martes 4 de marzo comprar a la transnacional china CK Hutchison participaciones mayoritarias en los dos puertos por US$22.800 millones.
Rubio luego se dirigió a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana para fortalecer la cooperación en temas de migración, seguridad y comercio.
Sin embargo, de todos los destinos, Guatemala es el único país que mantiene relaciones políticas con Taiwán y sortea la presión de Beijing para que reconozca el principio de una sola China.