El gobierno de Daniel Ortega, un día después de la liberación de los presos políticos el pasado 11 de junio y luego de aprobar una Ley de Amnistía unilateral y oficialista, inició una campaña dirigida a sus bases para que la reproduzcan en barrios, escuelas y redes sociales. La campaña se centra en explicar a sus adeptos el significado que tiene para el sandinismo la excarcelación de centenares de manifestantes sin antecedentes penales que mantuvo detenidos sin procesos legales y violando el debido proceso, tras el levantamiento popular y cívico de abril de 2018 que pedía masivamente la salida del sandinismo del poder.
“Hemos cumplido con el acuerdo de la liberación de los terroristas presos, hemos desmontado una bandera de lucha de la derecha nicaragüense: los famosos presos”, es el mensaje de la campaña.
Y continúa, “la derecha maldice la vaca (ley de amnistía) y se bebe la leche (celebra la liberación de presos)”, en un lenguaje ofensivo que contradice el llamado a la paz y la reconciliación que pide cada mediodía por los medios oficialistas la esposa y vicepresidenta de Ortega, Rosario Murillo.
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“Hemos desmontado el pretexto de las sanciones de la derecha imperial”, expresa el tercer mensaje fuerza que se propaga por los medios controlados por el régimen y que se refiere a las sanciones económicas recibidas por altos miembros del gabinete de gobierno de parte de Estados Unidos. Las sanciones también castigan los crímenes de lesa humanidad confirmado por organismos de derechos humanos nacionales internacionales que habría provocado la muerte de más de 325 personas durante que duró el levantamiento cívico y que fue respondido con armas de guerra por la policía y paramilitares organizados por el gobierno.
Divisionismo en la oposición
“Se avecinan problemas internos en la derecha ya que “los dirigentes” que han salido de la cárcel les harán competencia a los que han estado afuera”, expresan en alusión a la forma novedosa en que se ha organizado la oposición, integrada en la Alianza Cívica que aglutina a todos los sectores que se oponen al gobierno y en el que no participan partidos políticos, contando con simpatía popular.
“La derecha en este momento no posee una bandera de lucha viable para mantener a sus bases activadas”, es otro de los puntos del discurso oficial en clara alusión a que lo que motivaba la presión popular era la liberación de los presos políticos.
“El tema de las elecciones adelantadas evidentemente no es una realidad”, dice en su campaña el partido sandinista. La Alianza Cívica, los movimientos sociales y la Organización de Estados Americanos, OEA, se han pronunciado para resolver la crisis, el adelanto de elecciones para dar una respuesta cívica y de paz al conflicto que ha dejado más de cien desaparecidos, 62,000 refugiados en otros países, más de 2000 heridos y una crisis económica profunda.
Ni perdón ni olvido
A pocos días después de la excarcelación de los presos políticos, se espera que la Alianza Cívica y los organismos internacionales de derechos humanos planteen al gobierno la necesidad de abrir el proceso de justicia para las Madres de Abril que perdieron a sus hijos y claman justicia.
El gobierno respondió al levantamiento cívico con armas y mató a centenares en marchas públicas, toma de universidades, barricadas en los barrios, en las principales ciudades del país y en zonas rurales de fuerte oposición al sandinismo. Por ello la Ley de Amnistía aprobada por la mayoría de la bancada sandinista en la Asamblea Nacional, el pasado ocho de junio intenta ser la salvación de todos los involucrados en las masacres que defendían al gobierno central.