El obispo nicaragüense Abelardo Mata Guevara se expresa con palabras muy claras cuando se le pregunta por el rol del nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag, los políticos, la empresa privada y los entes armados.
En esta segunda parte de la entrevista concedida a Expediente Público el 6 de agosto de 2020, Mata habla sobre la crisis y como líder espiritual aconseja posibles salidas a la encrucijada nicaragüense.
¿Cuál es el papel de las organizaciones políticas que no son partidos, qué podrían hacer?
Insistimos que se dejen de ver intereses partidarios y se vea el futuro de la nación, no podemos romper una coyuntura en este momento, (decir) que me valen los presos políticos que hay, eso no es justo. tanta gente inocente que está sufriendo, y si este esfuerzo de diálogo o sentarse a la mesa nació a raíz de la sangre de esta gente y la muerte de tantos, cómo puedo yo decir que aquí no pasó nada y al mismo opresor poner al mismo nivel, no podemos. No podemos decir aquí no pasó nada, eso no es solución, eso no edifica a la república.
Eso es lo que estamos pidiendo, una cosa y la otra. Que en verdad se empujen las reformas electorales, pero también que se tenga en cuenta la justicia en el país. Algunos han querido decir que la justicia vendrá después, pero no es así, eso es lo que aconsejamos.
Estoy convencido que hay grupos que tienen fuerza en sí mismos, el campesinado por ejemplo que ha dado cuotas de sangre, no solo ahorita, sino, desde hace mucho tiempo, yo vivo en zona campesina, las Segovias son eminentemente campesinas y hablo también de Matagalpa y Jinotega, donde se ha derramado tanta sangre, a eso se agrega Chontales, Río San Juan, Granada y Rivas, la gente de aquellos lados que han vivido momentos de persecución, a esta gente tienen una experiencia, tienen un aporte, les he dicho que tienen luz propia. Los mismos estudiantes, nunca pensé que los hijos de la gente que armó la revolución y mamó al Estado, porque eso es lo que han hecho en estos 40 y pico de años, enriquecerse a costillas del Estado, no pensé que estos mismos muchachos sean gestores de un cambio, ahí se cumple lo que dice Freud, que el hijo mata al padre. Quiere decir que hay un despertar de la juventud, que las consignas en que las formaron en sus universidades la generación anterior ya no funcionan, y que es necesario hacer los cambios que se están pidiendo en la república. Ese es otro sector enorme que se está latente y al que se ha querido marginar, y la gente que tiene mayor experiencia en el manejo de la cosa pública ha querido sofocar, en estos días en la mesa de trabajo de la Alianza Cívica, Unidad Nacional Azul Y Blanco y la Coalición están en esa pugna que sirven para para prolongar más los días del gobierno que tenemos, y llevar más sus programas de fuerza contra los que no piensan como ellos.
Entre cruces y balas: la tormentosa relación del FSLN con la Iglesia Católica
¿Los partidos políticos con elecciones para el próximo año podrían tener mucha influencia?
Creo que el concepto caudillista con el que han surgido muchos grupos políticos debe cambiar, por más conciencia de la participación ciudadana, y del derecho de un ciudadano de decidir qué patria quiere heredar a sus hijos, qué nación quiere edificar para sus muchachos, la generación que viene detrás es la que va a ser más afectada o beneficiada de todo esto.
Los más importantes empresarios del país pidieron en algún momento a Ortega y la Iglesia, a través del cardenal Brenes, arreglar la situación del país. ¿Qué opinión tiene usted de la posición que ha tenido el gran capital?
Tuvieron sus bodas de oro, su idilio haciendo buenos negocios, año con año se decía que el crecimiento per cápita iba en aumento, de 4 a 5 por ciento, pero cuando bajamos a los barrios y el campo, la pobreza campea más, la teoría de la abundancia no se cumple. Según el puro capitalismo la copa de champaña hay que llenarla y cuando reboza el beneficio cae a medio mundo, no es así, todo queda en una copa que tiene más grande su boca, el mismo capital se va enriqueciendo. Se acabó el idilio, se acabaron los negocios, sin mayor obstáculo un nuevo capital conectado con el grupo de gobierno surgió y a su sombra los capitales antiguos crecieron más, y ¿qué pasa con el pueblo?
Eso lo tocamos en la carta que presentamos en 2014, que los beneficios llegaran más al pueblo, tanto en educación como en salud. el capital cuando ve mermado sus intereses nunca quiere. En las huelgas que se armaron (en 2018), nunca quisieron oficialmente apoyar, hubo gremios como los farmacéuticos, muchas farmacias cerraron, ¿qué pasó después?, les clausuraron el derecho a muchas farmacias, entonces se acobardaron. El gran capital nunca quiso doblar la rodilla, cuando al prolongarse la crisis ven que los movimientos de capital ya no son iguales, ellos son los que empujaron, llamaron al nuncio, al cardenal, al gobierno que se sentaran a la segunda fase del diálogo y lo volvieron a cerrar, porque en cuanto se siente el gobierno orillado, aquí no hay más diálogo, se acabó y por mis pistolas, entonces me voy con los partidos zancudos que es la fase en la que estamos ahorita. Ojalá que los señores tengan una debilidad y piensen en Nicaragua.
¿Cuál sería el llamado suyo a la gente con influencia económica que podría terciar por un cambio democrático?
Los hemos llamado hartas veces en comunicados o en privado, yo nunca he tenido contacto directo con algún empresario fuerte, el empresariado de estos lados es pobre con respecto al gran capital que se maneja en la Costa Caribe, Chinandega, Granada, Managua o Rivas. Aquí tratamos de alcanzar, en la medida de lo posible, a los tabacaleros, pero muchas de estas fábricas cerraron por el antitabaquismo norteamericano, que ha reducido la compra, más con el problema del covid-19. Llamamos oficialmente y en privado, que por el bien de su propio capital deberían pensar más en el beneficio de la población, a mí en lo personal me parte el alma ver a tantos pobres trabajadores a la hora del almuerzo van a la calle a la cuneta a comerse el almuerzo, ¿eso es pensar en el obrero que me está haciendo dinero? Se qué hay tabacaleros donde han hecho un galerón para que coman más dignamente, pero la mayor parte no, hay que invertir en el pueblo para que este pueblo rinda, no con pequeñas prebendas, también pedir a un gobierno que mire más al pueblo, si eso lo hiciera el gran capital, bendito sea, pero sentimos que falta agresividad.
Mucho se plantea ir o no a elecciones y si se va no hay confianza en la transparencia del CSE
Hay que cambiar los jueces, cambios cosméticos se han hecho, en el fondo no es fulano, es toda una estructura que propicia la facilidad de adulterar el resultado del voto, todo el mecanismo que se ha armado hay que cambiarlo.
No podemos tratar de igual a igual a algunos. Suponiendo que no importa que Daniel Ortega se lance de candidato, ¿puede tener derecho quien ha asesinado a un pueblo? ¿qué derecho se le otorga a ese ciudadano que ha delinquido y que no ha dado cuenta de sus delitos todavía? Es donde digo que no hay visión de nación, deberían presionarse más para que se responda a los desmanes a los abusos de poder que se han cometido, dirán que nunca vamos a salir de eso, una cosa y otra hay que hacerla.
¿Ha jugado un papel importante monseñor Sommertag, quien vino a Nicaragua en 2018? ¿Lo conoció antes cuando fue Secretario de la Nunciatura?
MI espíritu no es andar en cuestiones de palacio. Si voy a Roma y acudo a las reuniones concretas, pero estar enterado que dijeron o no, no va con mi psicología. Sé que estuvo (antes en Nicaragua), el mandato de un secretario es de dos a cuatro años, no le sé decir si cumplió con todo el periodo de servicio, pero esa es la normativa, es rarísimo que el secretario o nuncio que le permitan renovar por otro periodo, pasado dos periodos, generalmente lo cambian.
De cara lo conocía, su mentalidad no. Insisto, no me meto a menos que me llamen. Voy, platico y viajo para atrás, yo sé que las cosas de palacio van despacio y llevan su ritmo y su mundo que no es lo mío, como pastor no es lo mío, me muevo en el campo de la evangelización y en lo académico.
Es conocido sobre todo por el señor arzobispo, por la cercanía de Managua.
Vine en el 90 y estábamos en guerra todavía, aunque se hizo el desarme, pero aquí la guerra continuó hasta en el 95, a mí me tocó quitarle las armas al Frente Norte 3-80 y a sus grupos remanentes, si hubo pacificación fue porque organizamos al campesinado en la defensa de los derechos humanos y haciendo ver que hay una ley natural que debe ser respetada y unas leyes positivas que nos abarcan y cubren a todos, eso me ocupó todo mi tiempo.
El señor nuncio actual es un hombre muy valioso de mucho conocimiento del código canónico, con experiencia de iglesia limitada, generalmente lo mandan a nuncio a comunidades eclesiales pequeñas, no conferencias episcopales de 500 o 600 como Brasil y Estados Unidos, sino, a pequeñas conferencias como la nuestra que somos 10 personas, donde más fácil es el intercambio.
Sabemos que este es su primer servicio como nuncio y está desarrollando lo que como secretario aprendió y en la formación para la diplomacia en el Vaticano.
No sé si va a contestarme esta pregunta, pero…
Ustedes lo sienten mucho cercano a la presidencia (ríe).
Esa ha sido la pregunta que me han hecho muchas veces. Todo nuncio habla de sus superiores, yo también hablo de mis superiores, en el Vaticano hay varias cabezas bajo el Santo Padre, pero hay autonomía interna, ponen en común y en consenso del Santo Padre no cada acción. En el cuerpo diplomático del Vaticano hay una tendencia a evitar los roces con los gobiernos y si hay una Conferencia Episcopal como la nuestra, beligerante, sobre todo con un país pequeño, más grande se sienten los problemas, ellos procuran encontrar un punto de equilibrio, es lo que ha buscado con toda justicia el señor nuncio, cumpliendo con su tarea, pero una cosa no quita la otra, he repetido no por estar en contra de la acción de la Nunciatura, sino, por ser más fieles a nuestra vocación como iglesia, que necesitamos una iglesia más pastoral y menos diplomática, porque la diplomacia está bien, el lenguaje afable es excelente, la prudencia muy bien, pero una cosa es la prudencia y otra es pactar con cosas que no se pueden callar, que no se pueden postergar. Gracias a Dios el señor nuncio es heredero del nuncio anterior (monseñor Fortunatus Nwachukwu), podemos decir, que entre nuncio y nuncio hay diferencias. He conocido a varios hombres que por la experiencia en el caminar, cosechamos mucha riqueza, cuando el nuncio comienza, a veces, sigue más el libro que aprendió y no lo que la vida va corrigiendo en el libro, la enseñanza, la cátedra hace al maestro, y no la nota que sacó como alumno y por la que recibió el título de maestría.
Este está más cercano a nosotros todavía (que Nwachukwu), en cuanto a esta voz a favor de la Conferencia. Creo que es mi deber hacer ver lo otro, cómo supo el Santo Padre de lo que pasó en Managua (bomba), qué reacción diplomática ha tomado la iglesia contra este loco paramilitar que le dicen el Gato y salió acusándonos a nosotros y amenazándonos de muerte en las redes sociales, salió un encapuchado con un listado de gente para matar iniciando con mi persona. Estoy convencido que las balas también atraviesan las sotanas de los curas, como decía aquel ilustre personaje cuyo féretro vimos pasar. ¿Qué reacción hubo? De protesta, como debe hacerse.
No podemos juzgar a una persona solo por una imagen que un gobierno trata de vender para justificar sus posiciones, no me aceptan los obispos, pero si me acepta el nuncio, pero con la Nunciatura estamos a otro nivel, muy diverso del nivel en que se mueve un obispo tierra adentro o de a pié, que está en el fragor de la batalla.
30 meses de represión continua: crítica situación de derechos humanos en Nicaragua
En base a su experiencia y análisis de la situación actual, ¿cuáles serían los cambios para reformar la policía?
En los 90 hubo enfoques excelentes, aunque hubo una ley marco que maniató muchos procesos, sin embargo, con el gobierno de Alemán en su primera fase se comenzaron muchos cambios estructurales que doña Violeta Barrios incipientemente inició, pero la señora hasta amenazas de muerte recibió cuando exigió que se cumplieran los relevos en los mandos del ejército, recuerden a los hermanos Ortega en su momento, y el ejército se fue democratizando y dando el relevo y el coronel o militar que le llegaba su hora, se retiraba pacíficamente y venían otros, pero todo eso se ha roto. La policía peor, desde que se cambió la ley y se quitó que estuviera bajo Gobernación en el mandato supremo de la policía para depender directamente de la Presidencia, que sigue el proyecto unidad partido, gobierno y armas, La cosa se descompuso y el proceso de servicio de la policía desapareció y se ha vuelto policía de un grupito, ni siquiera de un partido, estamos en manos de forajidos.
Usted cree que es justo que gente irregular ande armada y se le dé potestad de circular libremente con sus armas protegidos por la misma policía, esa es señal que estamos sembrando el caos. Decían que era apoyo civil de la policía, falso. Aquí en Estelí, a ciertas horas de la noche se ven grupos, hombres de café con sus motos y pistolas, patrullando la ciudad, se autollaman Los Cadejos, tal vez, porque andan en la noche, con qué autoridad, dicen que son policías que se disfrazan, pero por qué tienen que recurrir a eso, ¿estamos en guerra acaso? ¿en estado de sitio?
Los cambios radicales no están simplemente en las estructuras, están en las cabezas, pienso que no habrá cambios en esa institución (la Policía) que es la que más duele porque está más cerca del pueblo que el ejército, se mueve a los conflictos de barrio o en las calles, es muy urgente si hay un cambio de gobierno, un cambio de gente más calificada, mejor preparada y profesional en su servicio
Tantas barbaridades que crean, causales ficticias, falsean la realidad para condenar a inocentes, eso no puede ser así o a la misma fiscalía sin ley o la ley la manda el jefe que dice hay que condenar a este sea como sea, su tarea es condenar. Tuve un alumno que era fiscal, a varios fiscales he tenido en la escuela de formación teológica y el muchacho me contaba los malos momentos que tenía que pasar, le dije que dejara eso, ejecutar lo que mandaban, que actuara conforme su conciencia y la ley, qué ganó, lo expulsaron.
¿Me puede confirmar que se mantienen los paramilitares en Estelí?
Sí, siguen actuando, pueblo pequeño infierno grande, aquí todos se conocen. Tengo tres años de vivir acá (en la nueva casa cural), mucha gente aunque no da la cara frontal, sé que están con nosotros, nos avisan, nos informan.
Hace cuatro días salí a comprar una medicina, mi chofer parqueado en la esquina, caminé media cuadra, miré a dos fulanos que conocía, anduvieron en los tranques volando balas y cuando me vieron se fueron, al poco rato aparece mi chofer todo nervioso porque se acercó un muchacho con una moto, amenazándolo y enviando mensajes de muerte a mi persona, estaba preocupado porque no regresaba. Están activos, sabemos dónde se reúnen y cuando pasamos por ahí, ya conocen mi camioneta.
El ejército ha dicho que no pueden desarmar a los paramilitares porque la orden debe darla el presidente.
(ríe) ¿A quién se deben? A la voz de un hombre o a la Constitución que es la ley fundamental y que también debe sujetar a ese hombre, una cosa es la obediencia militar y otra cosa es la obediencia a la conciencia. Como le decía a un policía, si a usted lo mandan a matar, ¿lo haría? Tenemos derecho a la debida obediencia, como ciudadano tiene derecho a detenerse. El ejército no se debe a la voz de un jefe, la misma enseñanza moral de la iglesia dice que un padre no puede mandar cosas indebidas a sus hijos, el hijo tiene el derecho de rebelión ante su padre. Lo que va contra la conciencia rectamente iluminada no se puede obedecer. Si hay una carta magna que cubre al ejército, y de ahí deriva su ley interna, que sí manda obediencia, se manda en el marco de la carta magna. ¿A quién le compete desarmar a quien anda irregularmente armado y con armas de guerra? ¿No son ellos? Pues que cumplan con su deber y dejen de estar justificándose.
Movimiento Campesino denuncia militarización de Río San Juan
¿Tendria que desobedecer el ejército a su comandante en jefe, el presidente?
Podrá ser su comandante en jefe, ¿pero si está dando malas indicaciones?, lo mismo pasa en la iglesia que existe a la obediencia, yo tengo derecho a mandar, pero no a mandar lo que se me ocurre, hay una ley canónica que yo debo obedecer, yo mando en el contexto de esa carta magna de la iglesia católica. Por desgracia, aquí hay ley, pero no voluntad política que se cumpla y la ley se convierte en el capricho de una persona.
Usted que vive en esta zona donde sabemos que el ejército tiene mucha presencia, ¿podría decir que no han sido beligerantes?
Hay periodos que sí, me he topado con autoridades de la región uno (Estelí, Madriz y Nueva Segovia), pero también con autoridades de Jinotega y Matagalpa, cuando estuvimos en el proceso del desarme, fueron muy consecuentes y leales a una palabra dada, otra gente no. Eso se ha venido descomponiendo desde hace once años, donde el ejército con pretexto de capturar a delincuentes, narcotraficantes y abigeato, entraban sin orden de ningún tipo en las casas, en las comarcas a media noche, torturaban, golpeaban, mataban y después justificaban. Esto se ha venido dando desde el 2000 hasta la fecha, más fuerte a partir del 2008-2010, No digo que todos los miembros del ejército son así, pero la institución se va desviando de lo que en la nación gestó para ellos una vez que hubo el cambio en la república y se abortó una revolución que nació muerta, fue una robolución, aprovecharse de las armas para espolear a otros, los pudientes de entonces.
Si es salvable el ejército, creo que algunos miembros sí, pero como institución no ha venido caminando, debería cumplir con lo que mandata para ellos la república que es la seguridad en las fronteras y la seguridad interna, no como la policía, sino (contra) gente que anda de forma irregular.
Hay que reformarlo, se ha desvirtuado todo el proceso que inició doña Violeta con mucha dificultad, en modo especial donde más se progresó en ese proceso de cambio, fue en el ejército, que en cierto periodo se hizo respetable por el orden que se les había dado, podríamos ingresar a los cuarteles en formación humana, en derechos humanos a los soldados y la formación en valores morales. Eso lo hice varias veces, ahora qué va, mucho menos a las cárceles donde nos han prohibido, si dejan ir bajo condiciones y solo a personas que ellos quieren.
¿Tiene una salida el ejército para no perder totalmente la credibilidad?
Que empiece a desarmar, así como tiran balas en la montaña para quitar a grupos irregulares, porque los hay, y no estamos de acuerdo con ellos (con los rearmados), entendemos las razones, pero eso no justifica que tomen el arma y huyan, pero dejando tendido en el terreno al que me dio de comer y a ese le pasan la cuenta, lo terminan matando, provocando la muerte de un inocente. No es la vía armada la solución, hay que quitar el arma, pero hay que abrir espacios, ahí vienen los partidos políticos y que en verdad que hagan política, la construcción de la ciudad y la relación humana, no el provecho personal, eso no es civismo. Es egoísmo.
Hay armas, sabemos muy bien que las han distribuido, porque temen que el pueblo vuelva a alzarse, no hablo de teoría, ni puedo ser específico porque inmediatamente le pasarían la cuenta a quien me da información. Yo sé que han distribuido armas de calibre, como si fuéramos a una guerra, porque no se está dispuesto a entregar el poder.
