Pese a la represión y asedio de las dictaduras, defensores de derechos humanos como la cubana Laritza Diversent o la nicaragüense Wendy Flores Acevedo, siguen dando la lucha y denunciando y documentando la barbarie de los regímenes dictatoriales de sus países.
Diversent, directora ejecutiva de Cubalex, sostiene que lo que puede hacer la sociedad civil y víctimas en los casos de Cuba, Nicaragua, Venezuela, “es que no debemos perder las esperanzas, aunque muchas veces lo que sucede en nuestros países nos hace ver el futuro de manera pesimista. Debemos seguir documentando y analizando nuestros contextos en base a los estándares internacionales y seguir presión, presentando denuncia”.
Flores Acevedo coincide: solo pueden seguir denunciando y documentando las violaciones de derechos humanos para el futuro, “para tener presente siempre la demanda de justicia y libertad que nuestro pueblo necesita”, concluyó. Ambas defensoras de Derechos Humanos participaron en el foro organizado por Freedom House “La Voz de la Víctimas en el Camino a la Justicia. Una Mirada a los Derechos Humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua” Diversent, agrega que “debemos seguir realizando incidencia, especialmente ante los órganos políticos que muchas veces ignoran los informes de los órganos de derechos humanos sobre nuestros países. Debemos ser insistentes y persistentes”, dice
Unión de las sociedades civiles
Diversent tiene una propuesta: “Debemos unirnos y crear redes de apoyo dentro de nuestras sociedades civiles para determinar los elementos comunes que caracterizan a estos regímenes y los patrones de violaciones que se cometen. Estos estados se apoyan mutuamente. Nosotros, la sociedad civil, debemos hacer lo mismo”, enfatiza.
Dijo que ante la represión es necesario crear mecanismos para exigir responsabilidad individual a los perpetradores, especialmente los altos mandos y a los líderes de estos grupos políticos que a través de la represión y el miedo, intentan perpetuarse en el poder. “En el caso de Cuba, Nicaragua y Venezuela, la impunidad de las violaciones de derechos humanos es uno de los denominadores comunes que caracterizan a los tres sistemas. Es necesario crear mecanismos de prevención y sistemas de alerta temprana para evitar que este tipo de regímenes no se instalen y fortalezcan en nuestros países”, comenta la activista cubana.
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La directora ejecutiva de Cubalex elogia la buena práctica ha tomado países como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y recientemente la Unión Europea de “establecer mecanismos de rendición de cuenta para sancionar a perpetradores de violaciones de derechos humanos”.
Nicaragua, situación alarmante
El compromiso de Wendy Flores Acevedo, defensora de Derechos Humanos en Nicaragua exiliada en Costa Rica, es seguir “denunciando los atropellos de la dictadura en Nicaragua”.
Flores considera alarmante la situación nicaragüense donde indiscriminadamente se detuvieron miles de personas y más de 900 personas sometidas a procesos de persecución judicial. “En estos dos últimos años, la mayoría liberados por la Ley de Amnistía y a la fecha hay 118 presos y presas políticas, de esta cifra 10 corresponde a presos políticos antes de abril de 2018”, explica Flores.
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Sostiene que en su país nunca han existido garantías de respeto y protección a la labor de defensores y defensoras. Pone como ejemplo el caso de María Luisa Acosta, una defensora de comunidades indígenas a quien le asesinaron a su esposo en abril del 2002, cuando había intenciones de ejecutarla a ella.
“El caso estuvo lleno de irregularidades procesales. No hubo una línea de investigación dirigida a detener a los autores intelectuales del hecho. En 2016, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado de Nicaragua por violaciones a la Convención Americana relacionadas con la falta de protección judicial y entre otras violaciones de derechos humanos, y ordenó realizar un protocolo de protección a defensoras y defensores de derechos humanos, hasta la fecha ese protocolo no se ha cumplido, no existe, no se ha cumplido con la sentencia de la Corte”, afirma Flores.
Igualmente, “los periodistas se encuentran bajo constantes amenazas y persecución, ataques intensificado en este contexto, pero que tampoco son nuevos”. “Si recordamos que el 10 de febrero del 2004 fue asesinado de tres impactos de bala el periodista Carlos Guadamuz. Luego de constantes denuncias contra dirigentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional, el autor material, William Hurtado, fue detenido y condenado a 21 años de prisión, pero que en 2008 fue dejado en libertad por las autoridades penitenciarias y el Ministerio de Gobernación, luego de haber llegado al poder el FSLN”, recordó Flores.
“En síntesis, podemos afirmar que el Poder Judicial no ha tenido la independencia para frenar los abusos de los diferentes poderes, ya que todos los poderes están sometidos a la voluntad del Ejecutivo”, advirtió.