Siegfried Herzog: Rusia y China dan suficiente a dictaduras para sobrevivir

Siegfried Herzog: Rusia y China dan suficiente a dictaduras para sobrevivir

* Director para América Latina de la Fundación Naumann para la Libertad, Siegfried Herzog, explica a Expediente Público, por qué el rol de Europa en la región es limitado. 

** Las prioridades defensivas de la Unión Europea, por la guerra rusa en Ucrania, restringen las posibilidades de asumir mayores compromisos con los grupos opositores en Cuba, Nicaragua y Venezuela, precisa Herzog.


Expediente Público

La cancelación del apoyo de Estados Unidos a los movimientos democráticos en América Latina, como parte de sus recortes de cooperación internacional, ponen la esperanza de muchos opositores en la Unión Europea.  

Sin embargo, Siegfried Herzog, director para América Latina de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad del Partido Liberal de Alemania, destaca que la capacidad de presión económica del bloque europeo es limitada, al menos, en los tres países con dictaduras como Cuba, Nicaragua y Venezuela. 

A pesar de eso, Europa está comprometida con las personas que luchan por la democracia en la región y podría continuar operando del mismo modo con los grupos democráticos para mantener la presión sobre los regímenes latinoamericanos, por ejemplo, brindando plataformas para la denuncia, financiamiento y asilo.

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Herzog es economista graduado de la Universidad de Tubinga, Alemania, con una larga carrera en la Fundación Naumann donde desarrolló sus competencias en Relaciones Internacionales, Análisis Político, Políticas Públicas y Desarrollo.

¿Cómo evalúa el apoyo de la Unión Europea a la lucha democrática en Venezuela, Cuba y Nicaragua?  

Europa ha sido solidaria con los demócratas y las luchas democráticas en estos tres países, pero, al fin del día, su influencia es limitada. La presencia económica de Europa en estos países no es tan alta. No tenemos tantos puntos de presión.  

También hubo una simpatía desde la izquierda, especialmente la izquierda socialdemócrata, hacia Cuba, que duró mucho tiempo, así como hacia los sandinistas. Por lo tanto, hubo una cierta reticencia a enfrentarse demasiado a ellos. 

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Sanciones económicas, ¿una política equivovada? 

Europa no coincidió con el bloqueo económico de Estados Unidos. Y esa es una pregunta: ¿fue eso una política sabia? 

Por otro lado, la posición de Europa ha dado excusas a Cuba para justificar la permanencia de su régimen, diciendo que todo se debe al bloqueo de Estados Unidos. Creo que lo que Europa hizo bien fue apoyar a los opositores políticos, brindarles asilo a los que llegaron, pero probablemente hubiera sido posible ejercer mucha más presión política sobre estos tres países.

Un factor que lo impidió es que la política de Europa hacia América Latina ha sido impulsada, históricamente, por España, que tiene más interés en la región.

España ha tenido una política tradicional, desde los tiempos de Franco, de no aislarse de América Latina. Aunque Franco fue muy fuerte en su postura anticomunista, nunca rompió relaciones con Cuba, ya que consideraba que España necesitaba tener relaciones con todos los países hispanohablantes. Esto limitó lo que Europa pudo hacer. 

¿Cree que la Unión Europea ha ejercido las sanciones adecuadas y suficientes para presionar a los regímenes autoritarios de América Latina y fortalecer la democracia? 

Creo que Europa debería hacer un poco más, sobre todo en cuanto a cortar el apoyo económico, pero la realidad es que no hace mucha diferencia. Estas dictaduras no sienten una gran presión, porque la relación económica con Europa es limitada.

Lo que hacen los Estados Unidos es más relevante, así como lo que hicieron (y siguen haciendo) Rusia y China, que han dado suficientes recursos a estas dictaduras para sobrevivir. Por lo tanto, no tenemos tanta influencia, especialmente en este momento.

¿Y los líderes sociales y políticos latinoamericanos que luchan por la democracia, especialmente en Cuba, Venezuela y Nicaragua, están viviendo situaciones de incertidumbre debido a la política exterior del presidente Trump? ¿Qué se puede esperar de la Unión Europea ahora?

Creo que Europa va a seguir haciendo lo que ha hecho durante muchos años o décadas: apoyar las iniciativas de oposición, apoyar también sus comunicaciones. Darles espacio público en el Parlamento Europeo, en los medios de comunicación, recibirlos desde nuestros gobiernos… apoyamos sus voces y también ofrecemos asilo.  

En el caso de España, por ejemplo, ha ofrecido la nacionalidad española a los presos políticos nicaragüenses que perdieron su nacionalidad. Eso es un gesto bastante generoso. Este apoyo directo a los que luchan por la libertad y la democracia es importante, y es lo que Europa puede hacer. 

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¿Cree que Europa podría aumentar su apoyo a los grupos políticos opositores, dado la incertidumbre y el temor de perder el apoyo de Estados Unidos?

Sí, esta incertidumbre es real, y lo hemos visto en los últimos días: Trump quiere quitar la estancia humanitaria a personas de estos tres países, lo cual es algo que me sorprendió. ¿Cómo quitar esta solidaridad básica con personas que han huido de una dictadura?  

Europa podría incrementar su apoyo, quizás un poco, y ofrecer una alternativa: si la gente no puede quedarse en Estados Unidos, como España lo ha ofrecido, pueden mudarse a Europa. Pero el presupuesto para cooperación internacional en Europa también está disminuyendo drásticamente porque tenemos que reorientar nuestras políticas públicas hacia la defensa.  

En el Reino Unido, por ejemplo, han recortado drásticamente el presupuesto para cooperación internacional, y en Alemania también ha habido una reducción, aunque no tan drástica. Lo vemos en cada país, lo que limita el involucramiento de Europa.

¿Cómo ve la situación de los populistas de derecha en América Latina, como Nayib Bukele y Daniel Noboa, en relación con las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua?

En Europa se habla mucho sobre el autoritarismo de la derecha, como el de Nair Bolsonaro, Bukele, etc. Es un tema en discusión.  

Las tres dictaduras, Venezuela, Cuba y Nicaragua son dictaduras puras. Si hablamos de Bukele o Noboa, son autoritarios, y están siguiendo un camino muy problemático, pero no son dictaduras tan abiertas como las de Venezuela, Cuba o Nicaragua, y eso marca una diferencia.

La dictadura de Cuba ha sido bastante normalizada en los medios de Europa; no es un gran tema. En general, Europa no sigue cada paso hacia el autoritarismo en países como Ecuador, por ejemplo. Sin embargo, la excepción fue el ataque a la embajada mexicana en Ecuador, que sorprendió a todos, ya que ni las dictaduras más graves, como las de Venezuela, atacaron embajadas de esa manera. Esto ha sido un choque, pero es parte de un rumbo hacia el autoritarismo general. 

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¿Y sobre los desafíos que enfrenta la Fundación Naumann en el apoyo a los activistas democráticos, sobre todo de países como Cuba, Nicaragua y Venezuela?

A veces es difícil saber a quién apoyar. En Venezuela, la oposición se ha unido, por lo que está bastante claro con quién se puede hablar. En Nicaragua, también hay más unidad en la oposición. Pero en Cuba hay una impresión de que hay tantos grupos que ni siquiera ellos mismos se entienden completamente.  

Es difícil encontrar quién realmente representa a los cubanos que no tienen voz. En Venezuela y Nicaragua, los vínculos con la gente son más claros, por lo que las voces son más auténticas. Pero los cubanos que viven en Estados Unidos desde hace décadas no están tan conectados con la realidad cubana.  

Es difícil escuchar a voces qué provienen de Cuba, aunque sabemos, por las protestas recientes, que los cubanos no se han rendido con la dictadura. Si tuvieran la oportunidad, defenderían sus derechos. Sin embargo, los regímenes autoritarios han aprendido que, contra las protestas y las revoluciones democráticas, deben usar la represión máxima.  

Esto lo hemos visto en Irán y también en Ucrania en 2014. Aunque la unidad del régimen en Cuba, Venezuela e Irán no ha fallado, en algunos casos, como en Ucrania, el régimen finalmente sucumbió a la presión.

¿Cree que Europa podría reforzar la aplicación de la cláusula democrática del Acuerdo de Asociación al régimen de Ortega?

Este es un tema difícil. No conozco todos los detalles de esta cláusula. Si se aplica, sería un paso muy drástico excluir a un país de un acuerdo de cooperación regional. Hay un peligro en mezclar cooperación económica con demasiados temas políticos.  

También es una queja que proviene de Brasil, por ejemplo, en relación con las cláusulas ambientalistas impulsadas por la Unión Europea. Dicen que, si vamos a comerciar, no nos metamos en detalles sobre nuestra política interna.  

Además, España tradicionalmente no quiere romper relaciones de manera drástica. El instinto de Europa siempre ha sido evitar romper relaciones de forma abrupta. No sé si eso es lo más adecuado, quizás deberíamos ser más estrictos, pero esa es la realidad de cómo Europa maneja sus relaciones exteriores.