Rafael Uzcátegui: Oposición y diáspora superan el duelo del fraude en Venezuela 

Rafael Uzcátegui: Oposición y diáspora superan el duelo del fraude en Venezuela  

* La oposición y la diáspora se reorganizan tras el fraude electoral del 28 de julio de 2024 en Venezuela, según Rafael Uzcátegui, director de Laboratorio de Paz. 

** Hay decepción de la oposición de Venezuela con gobierno de Donald Trump.


Expediente Público 

A diferencia de Cuba o Nicaragua, en Venezuela existe una oposición interna, liderada por María Corina Machado. La ventaja son las mismas debilidades del régimen como la corrupción y la falta de cohesión del aparato represivo, explicó el director de la ONG Laboratorio de Paz, Rafael Uzcátegui, a Expediente Público

Laboratorio de Paz trabaja en áreas de fortalecimiento a la democracia y los derechos humanos con énfasis en fortalecer a las organizaciones venezolanas. 

Uzcátegui anunció que la organización convoca a exiliados de todo el continente, no solo venezolanos, para compartir sus experiencias en la diáspora bajo el autoritarismo. Estas historias se publicarán en un libro. 

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Venezuela: aprendiendo a ser migrantes  

Uzcátegui destaca que Venezuela siempre recibió migrantes, beneficiándose de distintas bonanzas petroleras y de un largo período democrático desde 1958, mientras la región enfrentaba numerosos conflictos armados. 

«El venezolano no tenía la experiencia de la migración”, afirma. 

Rafael Uzcátegui: Oposición y diáspora superan el duelo del fraude en Venezuela 

¿Qué aborda el libro sobre exilios que publicarán? 

Una de las narrativas más importantes de María Corina Machado durante su campaña fue hablar de los dolores de la migración. Una de sus consignas centrales fue traer a los hijos (migrantes) de vuelta a casa, lo cual sintonizó con amplios sectores populares en Venezuela. 

A veces, se habla de las consecuencias sociales y políticas, incluso económicas de los flujos migratorios, pero el tema que menos se habla es el impacto emocional. Es muy duro el desarraigo.  

A nuestro ciclo migratorio se incorporan activistas sociales, defensores de derechos humanos, periodistas, sindicalistas, activistas comunitarios. Los venezolanos estamos descubriendo lo que significa la migración. 

Reconocerse como víctima, como sujeto que necesita protección y que necesita ayuda, eso es precisamente lo que queremos hablar en este libro.  

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¿Cómo articular la oposición en el exilio? 

Los principales partidos opositores, en el caso de Primero Justicia, Voluntad Popular y más recientemente Vente, han sido muy eficientes en organizar a la diáspora. 

Creo que la diáspora venezolana tiene que seguir procesando la idea de constituirse como una comunidad de exiliados, que no solamente reivindique la cultura venezolana, su idiosincrasia, sino que también se constituya en un actor político, en el mejor sentido de la palabra, para que defiendan los derechos de los migrantes venezolanos en los países de acogida. 

Es igual en el caso de Nicaragua, el caso de Venezuela, las autoridades de Venezuela no tienen ningún tipo de políticas públicas para ayudar a los migrantes. 

¿Cómo sobrevive la oposición en Venezuela?  

Nos favorece a los venezolanos que el gobierno no tiene condiciones para generar una política de represión masiva sistemática por mucho tiempo.  

Funcionarios de la línea más dura con la posición de exterminar y neutralizar a la oposición por cualquier medio, no tienen condiciones materiales para hacerlo. 

El gobierno tampoco tiene todos los recursos, está sumido en una crisis importante, donde hay, además, una corrupción estructural que hace que los recursos no lleguen a la población. 

Eso también, digamos, tiene una contraparte, que estamos en un momento de mucha extorsión generalizada de los funcionarios. A las personas las detienen en la calle no por razones políticas, sino precisamente para extorsionarlas, para quitarles dinero. 

Represión disciplinada  

Cuando uno compara la situación de Venezuela con Cuba y con Nicaragua, uno se da cuenta que en esos países hay una represión férreamente disciplinada y que es menos permeable. 

Hay casos de presos políticos o de concejales que han estado detenidas y que, en Venezuela, finalmente han logrado escapar porque han pagado. 

Por otra parte, Venezuela tiene un músculo de sociedad civil, que se desarrolló mucho y a pesar de todo el deterioro de las condiciones, todavía queda. 

Los venezolanos tenemos esa experiencia de ejercer nuestros derechos de libertad, asociación y reunión, de crear comunidad, de hacer incidencia conjunta. 

Toda la experiencia democrática que tuvimos nos ayuda a ser mucho más visibles. 

¿Qué se puede hacer desde el exilio tras el fraude? 

El trabajo político tiene que ser protagonizado por las personas que están adentro, por los partidos, por la sociedad civil. 

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Ellos están en el terreno y conocen todas las circunstancias difíciles para poder hacer presión y resistencia desde adentro. No hay ningún actor externo que pudiera sustituir en ningún momento a la presión que puedan hacer los venezolanos dentro del país. 

Sin embargo, la diáspora puede servir para fortalecer y acompañar esos procesos organizativos internos. Por ejemplo, generar recursos materiales, no solamente para la asistencia humanitaria, sino también para el trabajo político que se hace dentro de Venezuela.  

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¿Temen que EE. UU. apoye una oposición de derecha?

Bueno, una de las decisiones del Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump ha sido congelar la cooperación externa a la democracia y el desarrollo.  

Eso ha quedado congelado por un plazo de 90 días. Está generando, por supuesto, preocupaciones y alertas al modelo de trabajo basado en las organizaciones no gubernamentales. Eso nos obliga a tener que repensar cómo continuar el trabajo de la sociedad civil y diversificar las fuentes de financiamiento. 

Podemos tener una vocería articulada que acompañe y que permita darles voz a las denuncias que dentro de Venezuela no se pueden hacer. 

También hay un conocimiento técnico de todos los que hemos salido, que debe estar al servicio de la causa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela.  

Hay un aprendizaje que podemos compartir con otros colegas que están viendo algunos signos autoritarios en sus países, creo que ese diálogo entre pares nos puede ayudar a aumentar los niveles de información y de sensibilidad. 

¿Cómo enfrenta la diáspora el Gobierno de Trump? 

Antes de la toma de posesión del presidente Trump, en una segunda oportunidad, había mucha expectativa entre los venezolanos y venezolanas, sobre lo que él pudiera hacer para presionar a las autoridades para que permitieran una transición a la democracia. 

El expresidente Joe Biden tuvo algunas iniciativas que tuvieron efectos positivos sobre la situación venezolana. Por ejemplo, utilizar las sanciones como un incentivo para lograr el acuerdo de Barbados. Pero en general la actuación de Biden fue bastante tibia con respecto a la situación venezolana. 

Había muchas expectativas entre la población de que alguien intempestivo con el estilo de Donald Trump pudiera generar mucha más presión entre las autoridades venezolanas.  

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Sin embargo, a nivel personal siempre he intentado contrastar al Donald Trump político del que tiene una lógica empresarial y económica, porque ese es su origen. Hay que esperar. 

Un Alto Representante designado (Richard Grenell) estuvo en Venezuela con Nicolás Maduro y, por supuesto, eso ha generado digamos, muchas interrogantes. 

Rafael Uzcátegui: “En Cuba y Nicaragua hay una represión disciplinada”
Richard Grenell, enviado especial del Donald Trump con Nicolás Maduro.

¿Qué esperar de Trump?

Hay, mucho desconcierto en las personas que pensaban que este gobierno iba a tener solamente una política de generar más presión y que aumentarían las sanciones.  

Digamos que esa política seguramente va a ser mucho más compleja que eso. Pudiera ser una mezcla entre `el garrote y la zanahoria´ o solamente estar motivada por los intereses económicos de Estados Unidos. 

La gran enseñanza que nos debería dejar a los venezolanos es que, si bien la presión de la comunidad internacional es importante, será una consecuencia de la organización social y política dentro de los países, es decir, esa organización social y política que logró una participación masiva en julio del 2024. 

La gran enseñanza que nos deja esto es que nadie va a hacer la tarea por nosotros. Nosotros tenemos que llevar el liderazgo. 

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¿Qué tan sólida es la coalición opositora? 

El fenómeno electoral reciente en Venezuela fue protagonizado por un fenómeno político que se llama María Corina Machado. Sigue teniendo una valoración por encima del 60%, es muchísimo mayor que la de cualquier otro líder político en el país.  

Quizás hayan personas que opinen que compartir ese liderazgo mediante una herramienta política, un frente, una articulación, pudiera debilitarla, pienso absolutamente lo contrario.  

Si ella va a tener un rol central en ese instrumento político que se organice, más bien fortalecería los procesos de toma de decisiones. 

Quienes acompañaron a María Corina Machado fueron básicamente Primero Justicia y Voluntad Popular. Pero hay otros sectores, incluso de izquierda o que vienen del chavismo, como el Partido Comunista de Venezuela y otros activistas políticos que están enfrentados a Maduro. 

Ya se han convocado comicios para el 27 de abril para gobernadores y alcaldes. Hay la tentación de algunos sectores políticos no oficialistas en Venezuela de ganar espacios de poder a nivel local y regional, y a partir de allí seguir haciendo política y resistencia. 

Las trampas del gobierno intentan debilitar esa unidad creada en torno a María Corina Machado y, en segundo lugar, generar desconfianza en la población y un sentimiento de derrota y desánimo. 

Es un momento de entender las nuevas circunstancias, es un momento de repliegue, pero sigo insistiendo que deberíamos aprovechar este momento de cautelas y repliegues para repensar y construir. 

Pero este es un momento muy difícil emocionalmente, esa imagen de Nicolás Maduro juramentándose, pues nos ha pegado a todos. 

Tenemos que hacer esfuerzos para superar el duelo del 28 de julio. Ponernos en actitud de continuar esta la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela.