* El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, viaja esta semana a Panamá, pero alertó de los riesgos por el control de dos puertos del canal por una empresa que considera responde a los intereses políticos de Beijing.
** Analistas consultados por Expediente Público destacan que los dos puertos de salida están a cargo de subsidiarios de China, una amenaza potencial al flujo del comercio mundial por dicho paso.
*** El presidente de los Estados Unidos Donald Trump inició su mandato con un fuerte guiño geopolítico por el Canal de Panamá, actualmente bajo la influencia de China.
Eric Lemus / Expediente Público
La gira por Centroamérica del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, encontrará un escenario particularmente enervado a su arribo a Panamá debido al reclamo del presidente Donald Trump por la influencia de China en la administración del paso interoceánico.
El excongresista republicano por el estado de Florida y ahora jefe de la diplomacia estadounidense esgrimió durante la audiencia que lo confirmó en el cargo, este 15 de enero, que “los términos bajo los cuales se entregó ese Canal (de Panamá) han sido violados”.
“Si bien técnicamente la soberanía sobre el Canal no ha sido entregada a una potencia extranjera, en realidad una potencia extranjera sí la posee hoy a través de sus compañías que sabemos que no son independientes”, denunció Rubio, en referencia a las empresas que tienen relación directa con China y administran los dos puertos.
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Los estadounidenses aseguran que las empresas aplican tarifas especiales a los mercantes chinos. En tanto, el presidente de Panamá, Raúl Mulino, rechazó que apliquen tarifas exorbitantes a los buques estadounidenses o que China controle el Canal.
En una declaración de Mulino, el 20 de enero a través de la cuenta X, reiteró que la administración “seguirá estando bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente”.
Canal de Panamá: Razón estratégica militar
El politólogo y catedrático del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de EE. UU., Robert Evan Ellis, aduce que la posición de Trump responde a una razón estratégica militar debido a que los dos principales puertos están en manos de una empresa de logística de capital chino.
“En mi opinión no se trata de usar estos puertos que opera Hutchinson Port para hacer algo explícito, sino utilizar todos los aspectos de su cercanía, de su presencia para poder usar el Canal de otras formas”, argumenta a Expediente Público el profesor Ellis en atención a la empresa de origen asiático.
Hutchison Port Holdings (HPH), que es un conglomerado multinacional con sede en Hong Kong, opera dos de los cinco puertos más importantes del Canal de Panamá.
El Puerto Balboa, en el lado del océano Pacífico, y Cristóbal, en el Atlántico, tienen capacidad para movilizar miles de contenedores anualmente.
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En 2016, la empresa fue rebautizada como Hutchinson Port y efectúa operaciones en 53 puertos en 24 países alrededor del mundo.
“Por ejemplo, si hubiera un barco grande a su paso por ‘Culebra Cut’ podría sabotear de forma física o cibernética las esclusas y afectar la seguridad del tránsito naviero”, describe Ellis a Expediente Público.
“Hay interés legítimo estratégico comercial, pero también desde el (enfoque) prospectivo de la inteligencia china, desde el prospectivo del ejército chino”, sostuvo Ellis.
«El Ejército Popular de Liberación debe estar considerando ‘si tuviéramos que luchar hoy día contra EE. UU. ¿qué relación y qué presencia tenemos para meter fuerzas especiales, operadores de inteligencia para poder hacer daño al Canal?”, vaticina el catedrático que está concentrado en estrategia militar.
Preocupación “infundada”
El especialista panameño en Derecho Internacional, Alonso Illueca, esgrime que las preocupaciones sobre el control del Canal por parte de China “son infundadas y carecen de sentido alguno”.
Illueca, un abogado que trabajó en el ámbito diplomático, argumenta a Expediente Público que la vía interoceánica de 80 km de longitud es administrada por Panamá desde hace 25 años, en apego a la Constitución Política y la ley orgánica de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), que es una entidad de derecho público.
“Una cosa muy distinta es la creciente influencia de China en Panamá, la cual se manifiesta en puertos y en grandes obras de infraestructura aledañas al Canal”, observa Illueca.
Sin embargo, el experto consultado por Expediente Público opina que el tema panameño está en la órbita del discurso inaugural de Trump por una motivación “meramente expansionista”.
“La influencia de China en Panamá se concentra en estos momentos en el control, directo e indirecto, de operaciones portuarias y grandes obras de infraestructura aledañas al Canal, pero no involucra directamente al Canal. Es decir, China no tiene control sobre el Canal de Panamá”, refuta Illueca.
Visita a prueba de fuego
La visita de Marco Rubio empieza en Centroamérica para mostrar el nivel de importancia América Latina en la política exterior de Trump, según lo adelantó la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
De hecho, Rubio empezará la gira en El Salvador el 31 de enero donde planea conversar con el presidente Nayib Bukele.
El mandatario que simpatiza ideológicamente con Washington también tiene a China como uno de sus principales socios políticos.
Pero la relación con Washington es tensa, por las críticas pasadas de la administración de Joe Biden al estilo autoritario del gobernante salvadoreño.
El Salvador y Trump
Además, durante la campaña presidencial Trump denunció que El Salvador envió pandilleros a suelo norteamericano.
“Envía a todos estos criminales, traficantes de drogas, personas que están en las cárceles, a Estados Unidos. Él no lo dice y trata de convencer a todos del maravilloso trabajo que hace”, dijo Trump sobre Bukele, durante la campaña electoral.
El politólogo salvadoreño Napoleón Campos trae a cuenta el tema porque “hay una investigación judicial en Nueva York contra jefes pandilleros salvadoreños”.
Sin embargo, el 24 de enero Trump puso a Bukele de ejemplo y conversó con él por teléfono para afinar una política conjunta contra la migración y las pandillas.
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Campos objeta la posición de Trump respecto a Panamá porque “su sola amenaza de reclamo es una violación a la Carta de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), en particular lo establecido sobre la inviolabilidad de fronteras”.
De hecho, en Panamá es donde Rubio permanecerá más tiempo pues prevé una visita de tres días de 1 al 3 de febrero, mientras que los dos últimos días serán para visitar Costa Rica, República Dominicana y Guatemala.
Illueca también remarca la importancia de la gira del Secretario de Estado al suelo centroamericano, luego del mensaje del presidente Trump sobre sus intereses en el Canal porque “en cuanto a la formas no ameritaría una amenaza en contra de la integridad territorial de un aliado político como es Panamá”.
La administración panameña del canal
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) es un ente autónomo creado el 11 de junio de 1997 por el Gobierno panameño.
Esto se hizo cuando la administración del paso interoceánico fuera cedida por EE. UU. en cumplimiento del Tratado Torrijos-Carter, que fue suscrito en 1977 entre los mandatarios Omar Torrijos y Jimmy Carter.
La importancia de la ACP es fundamental en la sociedad y política panameña, dice el periodista panameño Dilmar Rosas a Expediente Público, pues “debido a su importancia y naturaleza para el comercio mundial, goza de autonomía financiera, patrimonio propio y el derecho a administrarlo”.
La ACP está integrada por 11 directores nombrados para un periodo de nueve años por el presidente de la República, la Asamblea Nacional y el Consejo de Gabinete tras negociaciones políticas entre los tres sectores.
Desde su nacimiento, cuatro administradores han encabezado la ACP, y el periodo de Jorge Luis Quijano, entre 2012 y 2019, generó la atención de la opinión pública.
Quijano coincidió con el Gobierno del expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019), quien estableció relaciones diplomáticas con China en 2018.
Posteriormente, la administración del presidente Laurentino Cortizo, que sucedió a Varela, cesó al directivo Jorge Luis González Barrios debido a su cercanía con Beijing.
“Lo tienen visto como alguien que habla mucho con China y él tiene una relación tan cercana con ellos, que en EE. UU. se percibía que tenía el potencial de afectar sus intereses estratégicos y de seguridad”, dijo una fuente a Expediente Público que reservó su identidad.
Cuando González Barrios dejó el cargo directivo aseguró que ese fue el costo político por ser cercano de Varela cuando abrieron relaciones con China.
Una llamada amistosa entre Trump y Xi
A medida se acercó la toma de mando de Trump, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China anunció que el presidente Xi Jinping telefoneó este 17 de enero a su homólogo estadounidense para felicitarlo.
El texto menciona el tema de Taiwán y afirma que “China y Estados Unidos inevitablemente tendrán algunas diferencias” y destaca que “la clave es respetar los intereses fundamentales y las principales preocupaciones de cada uno para encontrar soluciones adecuadas a los problemas”.
“La cuestión de Taiwán está relacionada con la soberanía nacional y la integridad territorial de China y esperamos que Estados Unidos la maneje con prudencia”, reza el texto.
Pero añade que “la esencia de las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos es el beneficio mutuo y los resultados beneficiosos para todos, y la confrontación y el conflicto no deberían ser nuestra elección”.
El reclamo por los peajes
A nivel global, el Canal de Panamá continúa siendo la ruta por la cual transita el 57.5% del total de la carga que se transporta en buques portacontenedores de Asia a la costa este de los Estados Unidos, mismo porcentaje que en el año 2022, según indica el Portal Oficial del Canal de Panamá.
En ese contexto, fue que el presidente Trump afirmó que Panamá les cobra más peaje, pero las autoridades centroamericanas rechazan la acusación.
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De hecho, el actual administrador de la ACP, Ricaurte Vásquez, recordó que EE. UU. está entre los 40 países adheridos al Tratado de Neutralidad que establece que todas las naves deben respetar las mismas reglas.
“Las reglas de precios son uniformes para todos los que transitan por el Canal absoluta y claramente definidas”, sostuvo Vásquez ante la prensa panameña en respuesta a Washington.
Expediente Público solicitó una entrevista con Vásquez, pero no obtuvo respuesta.
En tanto, Saúl Méndez, dirigente de la principal organización de trabajadores portuarios, dijo a Expediente Público que ante la visita del Secretario de Estado “debe quedarle claro a Rubio que aquí en Panamá no tiene absolutamente nada, ni él, ni el Gobierno de Trump, ni el ejército norteamericano”.
Méndez encabeza el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (SUNTRACS), el gremio que paralizó Panamá en 2024 para expulsar a una empresa minera de capital canadiense, pero con accionistas chinos.
“Aquí se va a respetar la soberanía del pueblo panameño sobre su territorio, sobre su Canal, sobre su autodeterminación y bajo ningún criterio aceptamos chantajes de ningún tipo”, insiste.
Un gran socio ante una amenaza global
El arribo de Rubio, como emisario de la administración Trump, lo coloca en un escenario complejo en Panamá donde todos los sectores de la sociedad defienden la soberanía nacional.
Sin embargo, durante su audiencia ante el Senado, Rubio alertó sobre la amenaza geopolítica que representa China frente a los valores democráticos, desde la caída de la antigua Unión Soviética.
“Panamá es un gran socio en muchos otros asuntos, y espero que podamos resolver este tema del Canal y su seguridad. Y también continuar trabajando de manera cooperativa en una serie de temas que tenemos en común, incluida la migración”, en relación con la crisis humanitaria que sufre la región del Darién.
De hecho, el profesor Evan Ellis opina que Panamá tiene varias opciones para amortizar la preocupación de la administración Trump que pasa por una negociación por el permiso de operaciones cedido por 25 años a Hutchinson Port.
“Vamos a ver una dualidad en la estrategia de la administración Trump para negociar el aumento de las tarifas al paso naval, así como de otros recursos políticos diseñados con el objetivo de detener el avance de China”, dice el politólogo a Expediente Público.
La visita de Rubio es vista como una oportunidad con el mandato de Trump, en el sentido que Panamá se consolide en tanto socio estratégico de Washington sin afectar su soberanía.
