* El exdirector del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en Latinoamérica de la Fundación Konrad Adenauer dijo a Expediente Público que debe esperarse el retorno de Donald Trump al Gobierno de EE. UU., para conocer sus “sorpresas para bien y mal”.
** El politólogo alemán remarca que los regímenes autoritarios latinoamericanos siguen el guion de Rusia, China e Irán.
Eric Lemus / Expediente Público
El autor de “La galaxia rosa”, un libro que estudia los claroscuros de la ola reformista que protagonizó la izquierda latinoamericana a principios del presente milenio, Sebastián Grundberger, expone cómo dos décadas después esta esperanza democrática termina en una decepción política.
Grundberger presidió desde 2020 la dirección del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina de la Fundación Konrad Adenauer, con sede en Montevideo, capital del Uruguay, hasta este 2024 que regresó a Berlín para desde allí hacerse cargo de los países andinos.
Politólogo e historiador por la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, en su libro analizó la forma en que iniciativas políticas de izquierda acuerpan gobiernos corruptos y autoritarios cuya finalidad es socavar la democracia occidental.
Entre estas iniciativas están el Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla, la Internacional Progresista o el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
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En esta entrevista a Expediente Público el politólogo alemán traza un mapa de actores autoritarios en América Latina, como el Foro de São Paulo y CLACSO, en alianza con China, Rusia e Irán, cuyo objetivo es socavar la democracia liberal.
El autor de la Galaxia Rosa advierte que estos gobiernos y narrativas antioccidentales, amplificadas por desinformación han encontrado terreno fértil en la región.
Propone contrapesos democráticos como el Foro América Libre y mayor involucramiento de Europa y los Estados Unidos para contrarrestar a los autoritarios.
Expediente Público: Si tú miras el libro “La Galaxia Rosa” en perspectiva geopolítica, ¿qué aporte ofrece para la región latinoamericana?
Creo que lo que pretende hacer es dibujar un mapa de actores que actúan en conjunto con el fin de socavar la democracia y la libertad.
No se centra solamente en actores conocidos como son el Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla y actores latinoamericanos menos conocidos como artífices de esta “galaxia rosa”, como es el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, o la Internacional Progresista; sino de extender esta mirada hacia la influencia de China, Rusia e Irán en la región.
En contexto: Buscan contrapesos a populismos y autoritarismos en América Latina
Además, países gobernados por la izquierda de ‘la galaxia rosa’, o sea por la izquierda autoritaria antidemocrática, son la perfecta pista de aterrizaje para los discursos y las narrativas antioccidentales antidemocráticas, prorrusas y proautoritarias.
O sea, un ejemplo de ello es cuando uno ve gente como (Gustavo) Petro, como (Luiz Inácio) Lula (da Silva) que están hablando de geopolítica hoy en día y están diciendo que Israel está haciendo un genocidio en Gaza o cuando hay declaraciones en la Internacional Progresista que están hablando del ataque terrorista de Hamás como una “operación militar”.
También cuando tenemos discursos del Foro de Sao Paulo donde dice que la OTAN es la agresora y no el señor (Vladimir) Putin en la guerra en Ucrania y que hay neonazis gobernando en Kiev.
Todos esos discursos son narrativas que vienen directamente de la ‘cocina’ de Teherán y de Moscú.
Eso se está difundiendo porque ellos tienen un interés común que es destruir y desprestigiar la democracia liberal. Eso lo quiere China y Rusia. Por eso son perfectos aliados, porque tienen los mismos adversarios.
Los adversarios son EE. UU. y Europa. El modelo que ellos representan: un modelo abierto democrático, en el cual se puede criticar a quien sea y en donde no es un solo líder, sino que hay un poder compartido, un poder institucional, un poder democrático. Y creo que eso es el aporte que trato de hacer con mi libro ‘La galaxia rosa’.
Expediente Público: En tu libro haces un enfoque crítico hacia el papel que desempeña CLACSO donde –en tú opinión– los científicos sociales están alineados en función de los intereses de Teherán, Moscú y Beijing.
Mira, sobre CLACSO yo quiero decir algo. No estoy juzgando a cada persona que colabora con ellos. Creo que dentro del entorno de CLACSO también hay personas que ni siquiera saben muy bien qué hace. Pero su estructura orgánica no solamente está alineada con la llamada ‘galaxia rosa’, sino que son operadores.
Por ejemplo, recordemos cuando la señora Karina Batthyány, la directora general de CLACSO, está en La Habana agradeciendo que le dejaran entrar a la Academia de Ciencias diciendo: ‘nos une el pensamiento crítico, abierto y con incidencia social”, en un país donde no hay nada de pensamiento crítico.
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Cuando es una adulación y una sumisión total al discurso cubano por una científica social que cree en la libertad de la academia, significa que la organización está violando sus propios estatutos y su propia razón de estar.
Además, cuando hacen seminarios en 2023, CLACSO junto con la Universidad Estatal de San Petersburgo y la Agencia Sputnik –que es la agencia de desinformación del Estado ruso– todos los ponentes son del laboratorio del Kremlin, el saludo oficial del Gobierno ruso viene por parte de Sergei Lavrov, el ministro de Relaciones Exteriores.
Están ahí sin ningún tipo de vergüenza presentando en un espacio académico en plena guerra de agresión rusa a Ucrania. Entonces uno se puede dar cuenta de qué tipo de organización es.
Deseo que quien lea este libro, incluso gente buena que colabora con CLACSO, diga: ‘no, hasta aquí llego’. Lo que siempre digo: espero que la izquierda democrática –que realmente son socialdemócratas que luchan por la justicia social, por sus causas, pero dentro de la democracia y la libertad– por una vez se distancie de toda esta gente autocrática y antiliberal.
Entonces estaríamos aliados con ellos, por mucho que hay otros temas donde no vamos a estar de acuerdo. Pero bendito sea el país, el lugar, donde yo como demócrata cristiano pueda pelear con un socialdemócrata, pero estamos juntos por la democracia.
Eso tenemos que volver a recuperar.
Expediente Público: ¿Hay contrapesos democráticos ante la influencia del Foro de Sao Paulo o el Grupo de Puebla?
Creo que el Foro América Libre es una respuesta. Este es un espacio de centro democrático para hacerle frente a la “galaxia rosa” y el autoritarismo.
Ojalá que se unan tanques de pensamiento, centros de prensa, como ustedes, que son un medio muy importante porque hacen esa tarea francamente, educan, sacan a la luz cosas como la financiación de esa reunión en Honduras que yo llamo “el campamento de la galaxia rosa”.
Ustedes hicieron esa investigación, de toda esa plata que costó (dice en referencia a una investigación de Expediente Público sobre el financiamiento del Foro de Sao Paulo, llevado a cabo en Honduras). Eso es lo que necesitamos cada vez más y muchos más para ganar el tema noticioso porque nosotros tenemos los hechos, mientras que esa gente quiere desinformar y manipular para acceder al poder y, francamente, no entregarlo nunca más.
Expediente Público: En Centroamérica tenemos a Moscú ligada históricamente a Nicaragua, mientras que Managua sirve de plataforma a los intereses de Beijing y también hay un acercamiento muy denodado de Teherán. Entonces al venir el cambio de Gobierno en EE. UU. con la nueva presidencia de Trump, ¿cómo deben mirar a Centroamérica, una región que parece que no la mira nadie?
Tú dijiste el punto: hay que mirar. No hay que tomar a Centroamérica como una especie de patio trasero al cual uno solo mira cuando explota, sino que es un lugar estratégico para los intereses europeos y norteamericanos, pero también para la defensa de la libertad y la democracia porque si nosotros no les estamos apoyando vienen los chinos, los rusos o los iraníes y toman nuestro lugar.
Respecto a la nueva administración de Donald Trump hay que esperar qué van a hacer. Tiene muchas sorpresas para bien o para mal.
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Con Kamala Harris todos sabíamos por dónde iba la cosa, parecido a lo que tenía (Joe) Biden con sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, pienso en la actitud (indulgente)de la administración de Biden frente a Venezuela y en alguna cercanía con Petro.
Los europeos a veces miran a estos movimientos en América Latina (Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla) como una izquierda moderada, pero poco a poco ponen en marcha un guion autoritario, de confrontación con los medios, de confrontación con la justicia.
Expediente Público: ¿Es optimista ante los cambios en EE. UU.?
Necesitamos urgentemente más EE. UU. en el lado correcto y apoyando porque son una de las mayores fuerzas, son el país por excelencia, democrático y ejemplar en América Latina porque tiene un modelo ininterrumpido desde 1776.
O sea, muchos en Europa tenemos historias democráticas mucho más cortas. Cuando esa luz empieza a disminuirse es muy triste porque quita ese ejemplo. Con todos los problemas geopolíticos y errores que ha tenido EE. UU., sigue siendo un referente que necesitamos en esos tiempos más que nunca.