* Académicos y politólogos advierten que el próximo gobierno de Donald Trump enfrentará el avance de potencias autoritarias en Centroamérica.
** El exvicepresidente colombiano Francisco Santos alerta sobre la expansión de modelos autoritarios desde Venezuela hacia la región.
*** Expertos instan a revalorar el papel de Estados Unidos en Centroamérica ante amenazas a la democracia occidental.
Eric Lemus / Expediente Público
El gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, que asumirá en enero de 2025, deberá decidir entre ignorar a Latinoamérica como una región en el olvido geopolítico o enfrentar la creciente influencia de Rusia, China e Irán, con modelos políticos que debilitan la democracia occidental, señalaron académicos y politólogos en el Foro América Libre.
El cónclave, organizado del 6 al 8 de noviembre por la Fundación Konrad Adenauer (KAS) de Alemania y la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), analizó el impacto de los autoritarismos en países de tradición democrática.
Francisco Santos, periodista y exvicepresidente de Colombia (2002-2010), instó a la administración Trump a prestar atención a la influencia de Irán, China y Rusia en Centroamérica.
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“Toda esa presencia está, pero no la queremos estudiar. Está y no la queremos ver. China ha logrado una captura importante de la academia, de medios”, afirmó Santos a Expediente Público.
El exvicepresidente de Colombia recordó el cambio de rumbo de Costa Rica al establecer relaciones con Pekín en junio de 2007, esperando obtener inversiones millonarias y un auge en el comercio.
En 2011, San José recibió un estadio de fútbol donado por China, diseñado como una versión del famoso «Nido de Pájaro» de Beijing. Sin embargo, Costa Rica enfrentó después múltiples proyectos fallidos con China, sumados a endeudamientos y escándalos de corrupción.
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Rusia: infiltración tecnológica y desinformación
Santos también expone el caso de Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Una parte fundamental de la inteligencia que ellos (Rusia) están haciendo en Centroamérica, inteligencia electrónica, sale de Nicaragua, pero no es de los nicaragüenses, sino de los rusos”, afirma.
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Santos explica que Rusia y China dirige toda la estrategia de infiltración y desinformación en la región, con un impacto notable en campañas que buscan desestabilizar la democracia y deslegitimarla.
El acercamiento de Moscú y Pekín a Centroamérica tiene un objetivo esencialmente político, sostiene el colombiano.
El 25 de septiembre de 2024, Moscú ingresó como observador al Parlamento Centroamericano (Parlacen). El proceso lo respaldaron 81 de 120 diputados de El Salvador, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Panamá y República Dominicana. China fue aceptada en 2023.
El expresidente colombiano advierte que la entrada de ambos países, China y Rusia, como observadores en el Parlacen es un favor que los regímenes, como el de Nicaragua, querrá cobrar en algún momento.
“Todo autócrata o todo dictador generalmente acaba teniendo gravísimos problemas económicos, sociales, políticos, etcétera. Entonces están preparando ese camino para mantenerse allí, pues no hay mejores aliados que China y Rusia”, remarca el exvicepresidente Santos.
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Expectativas con regreso de Trump
El politólogo e historiador cubano Armando Chaguaceda dijo a Expediente Público que “Centroamérica ahora es un terreno olvidado” por Estados Unidos, “después de ser un lugar privilegiado en la Guerra Fría, en el último tramo de los años 80”.
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Chaguaceda, director de investigación del centro de pensamiento Gobierno y Análisis Político AC (GAPAC), analiza el contexto histórico de la región y sus implicaciones.
“¿Qué podemos esperar con Trump? Primero una agenda aislacionista que complejiza más la situación, porque nos sigue enfocando como expulsores de migrantes y si acaso en un terreno de prácticas económicas o de tráfico comercial de otro tipo con sustancias ilícitas, de drogas, pero no mucho más”, explica Chaguaceda.
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Chaguaceda dijo a Expediente Público que el gobierno de Nayib Bukele, caracterizado por su tendencia liberal, populista y con rasgos autoritarios, podría establecer una cercanía simbólica con ciertos sectores alineados a Trump.
“Pero no preveo una mayor atención, sobre todo una atención integral, multidimensional, con cooperación para el desarrollo, con apoyo a la sociedad civil, con fortalecimiento al Estado de Derecho como Centroamérica en su conjunto”, añade el politólogo.
Amenaza contra valores occidentales
En tanto, Fernando Rodríguez Doval, diputado del Partido Acción Nacional (PAN) de México y vicepresidente de la ODCA, recuerda a Expediente Público la importancia del Foro América Libre como contrapeso a los espacios que utilizan Moscú, Teherán y Beijing para respaldar a regímenes antidemocráticos.
“América Latina es parte de ese conjunto de valores de lo que normalmente conocemos como Occidente y, por lo tanto, América Latina al igual que Europa, al igual que EE. UU., se encuentra amenazada por los enemigos de Occidente, que no son otros que los enemigos de la libertad y los enemigos de la democracia”, esgrime.
Rodríguez Doval milita en el PAN desde 1999 y actualmente integra el Consejo Nacional de la organización política mexicana.
Los regímenes autoritarios “están articulados y están apoyados por estos nuevos polos como pueden ser Rusia, China o Irán, que buscan justamente destruir estos valores occidentales de respeto al Estado de Derecho, de respeto a la libertad, de respeto a la dignidad humana”, dice Rodríguez.
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“Por eso es importante que Europa y EE. UU. vuelvan a ver a América Latina porque desgraciadamente Rusia, China e Irán se han volteado a América Latina y no necesariamente de la mejor manera”, insiste el político mexicano.
Punto de inflexión de China
Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, señala el ataque terrorista al World Trade Center en 2001 como el punto de inflexión que favoreció el ascenso de China frente a Estados Unidos.
“EE. UU. enfocó sus esfuerzos en la llamada guerra contra el terror y, simultáneamente, China salió de compras al mundo y así comienza un ascenso extraordinario de ese país, que hoy día llega a representar el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) global”, reflexiona Sahd.
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Sahd se ha desempeñado como miembro del Consejo Asesor de Política Exterior del ministro de Relaciones Exteriores de Chile y del Consejo de la Sociedad Civil de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales.
“Creo que América Latina se ha enfocado mucho en China desde el punto de vista de la oportunidad. Pero también tienen que analizar lo que son sus riesgos”, analiza.
En ese sentido señala que “esto no significa ser pro o anti-China, significa sopesar cuáles son las oportunidades, pero también dónde están las vulnerabilidades desde el punto de vista de seguridad nacional”.
“¿Qué puede representar un país con una cultura completamente distinta, con un partido único y con un sistema económico que podríamos llamar de capitalismo estatal?”, pregunta.
