* Siete de cada 10 cubanos han dejado de desayunar, almorzar o comer, debido a la falta de dinero o la escasez de alimentos en Cuba. Esos son parte de los resultados de encuesta realizada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
** El 91% de los cubanos desaprueba la gestión económica y social del régimen de Miguel Díaz Canel.
Expediente Público
Nueve de cada diez cubanos viven en la extrema pobreza y eso redunda en una crisis alimentaria, escasez de medicamentos y una reprobación generalizada del régimen comunista encabezado por Miguel Díaz Canel, según una encuesta sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, realizada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
La encuesta, con una muestra de 1,148 entrevistas en 78 municipios de la isla, revela que el 89% de las familias cubanas sufren pobreza extrema. El estudio fue hecho entre el 8 de mayo al 2 de junio de 2024.
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La encuesta revela también que se mantiene la crisis alimentaria como la principal preocupación entre los cubanos, con un 72%.
Le siguen los apagones, la inflación, el bajo poder adquisitivo de los salarios y la sanidad.
“El cubano sobrevive literalmente con unos estándares de vida muy bajos, soportando hambre, desnutrición y todo tipo de escasez”, explicó a Expediente Público, Yaxys Cires Dib, director de estrategias del OCDH.
“Suplir las necesidades básicas es el reto diario para la mayoría; incluso un 30% de las familias que reciben remesa desde el exterior no tiene ni para sobrevivir y un 34% de estas sobrevive mínimamente”.
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El estudio revela que los adultos de la tercera edad tienden a considerarse a sí mismas como las más desfavorecidas llegando hasta el 89% en los mayores de 70 años.
“La supervivencia cubana tiene su propia filosofía y gramática, con ideas y palabras como: “inventar”, “resolver” y “lucharla”, todas, un reflejo del empuje de un pueblo, pero también de la miseria acumulada”, señala Cires.
Hambruna prolongada
Según la encuesta, el 86% de los hogares cubanos se mueven en los márgenes de la supervivencia; de estos al 61% no le alcanza ni para comprar lo esencial para sobrevivir.
“Siete de cada 10 cubanos han dejado de desayunar, almorzar o comer, debido a la falta de dinero o la escasez de alimentos”, dice el estudio.
Solamente el 15% de los cubanos ha podido realizar las tres comidas sin interrupción.
El 80% de las personas de raza negra se declaran afectadas por la crisis alimentaria, así como el 83% de quienes no reciben remesa familiar.
Migrantes, sostén insuficiente
La situación es mejor relativamente en los hogares que reciben remesas familiares, aunque más del 30% de estos siguen presentando problemas incluso para comprar los productos más básicos.
“La pobreza es generalizada, sin embargo, como dice el estudio el 80% de las personas de raza negra se declaran afectadas por la crisis alimentaria. También son quienes menos reciben remesas, y aunque recibir ayuda del exterior no es como para tirar fuegos artificiales, en este contexto, ayuda a sobrevivir”, explica Cires.
Según Cires, estudiosos serios como la Dra. Marlene Azor señalan que en Cuba hay “una hambruna latente y prolongada”.
Azor publicó en 2016 Sesenta años de la «Revolución cubana»: dictadura y desarrollo sostenible son procesos antagónicos, que reflejan el fracaso del régimen en materia social y económica.
“La propaganda del régimen es superada por la triste realidad. Pero tan reprobable como esa propaganda, es que organismos internacionales sigan tomando como referencia de manera acrítica las escasas cifras estatales”, critica el representante del OCDH.
Desempleo masivo
Solo el 23% de los encuestados dice trabajar a tiempo completo, mientras que el 12% de los consultados se declara en situación de desempleo.
El 51% de los consultados no está integrado al mercado laboral formal, estando en edad laboral.
Entre la población desempleada, el 69% lleva más de un año sin empleo.
Entre las mujeres la situación más frecuente es la de “encargada de las labores domésticas”, el 27% de las encuestadas.
Según Cires, los cubanos que no pasan hambre “son la élite en el poder y sus socios”.
“También hay un reducido grupo de emprendedores y sus colaboradores que con mucho sacrificio pueden vivir un poco mejor, pero la mayoría de los participantes en el llamado sector no estatal sobrevive con mínimos. Igual hay gente que dice que no pasa hambre pero sus estándares de lo que significa alimentarse están distorsionados”, señala Cires.
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Salud en números rojos
El estudio revela que el 89% valora negativamente el sistema de salud público cubano, tan propagandizado por el régimen como una de las “conquistas de la revolución”.
La visión crítica del sistema de salud la comparten todas las etnias, con una ligera mayoría de afrocubanos con 92%.
“El sistema de salud cubano se cae a pedazos, no es una prioridad del régimen. Los datos oficiales sobre inversión así lo evidencian. Los hospitales están destruidos, a los cuales hay que llevar hasta las sábanas y lo que es más grave, los pacientes deben llevar los insumos médicos incluidos el material quirúrgico”, asegura Cires.
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El estudio también muestra que la escasez o el costo de los medicamentos afecta mayormente a los ancianos.
Un 38% de quienes tienen entre 61 y 70 años no pudieron conseguir fármacos, tampoco un 43% entre los mayores de esa edad.
Cires explica que Cuba tiene un gran reto demográfico con unas de las poblaciones más envejecidas de la región.
“Según cifras oficiales hay 1.6 millones de jubilados, de los cuales, más de la mitad cobra una pensión mínima mensual que es de 1,528 pesos cubanos (5 dólares al cambio actual), menos que un cartón de huevos o un kilogramo de leche en polvo. En todos los estudios que hemos realizado los que más mal la pasan son los adultos mayores”, asegura.
Además, Cires señala que “la grave situación afecta a las infraestructuras, a los medicamentos y demás insumos, pero también a los servicios médicos como tal, los cuales han sido socavados por la exportación de galenos a otros países”.
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Alto nivel de desaprobación
El estudio ilustra un nivel de desaprobación generalizado de la gestión económica y social del gobierno de Miguel Díaz Canel.
El 91% de los cubanos reprueba la gestión gubernamental. La valoración favorable al gobierno se ubica en un 4%.
Esta valoración es generalizada entre la población, sin diferencias apreciables entre grupos etarios, étnicos o de género.
Solamente el 3% cree que el modelo cubano actual debe ser la referencia para el desarrollo futuro del país.
Con un 53%, el modelo norteamericano (EE.UU.) es el preferido por la mayoría de los cubanos para salir de la situación actual, según la encuesta.
Esa respuesta sube hasta un 63% entre los más jóvenes (18 – 30 años). El modelo español/europeo con el 21%, es el segundo preferido por los cubanos para su futuro.
