* Durante foro previo a la Asamblea General de la OEA se criticó por qué los organismos multilaterales continúan ofreciendo asistencia financiera mientras en Nicaragua se persigue a líderes indígenas.
Eric Lemus / Expediente Público
El presidente de la Fundación del Río, Amaru Ruiz, inquirió este 25 de junio a los organismos multilaterales por qué siguen financiando a un régimen que persigue a los activistas comunitarios y líderes indígenas en Nicaragua.
Ruiz hizo el reclamo durante el foro “El apoyo financiero internacional a Nicaragua y la crisis democrática y de derechos humanos”, en el marco de la 54ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se desarrolla en Asunción, la capital de Paraguay.
“La comunidad internacional está aportando significativamente a mejorar las condiciones ambientales en Nicaragua, mientras hay muy poca voluntad política del régimen de Ortega Murillo”, fustigó el biólogo y defensor ambientalista.
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El foro convocó a reconocidos especialistas que discutieron la paradoja que enfrentan las víctimas de persecución política, mientras los regímenes que los acosan siguen recibiendo financiamiento multilateral.
Dyann Barberena, coordinadora técnica del Observatorio de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de la Muskitia (OPIA Muskitia); Manuel Orozco, director del Programa sobre Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano y Javier Palummo, relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fueron parte del panel.
Situación crítica en contexto global
Manuel Orozco, de Diálogo Interamericano, reflexionó sobre la complejidad que atraviesa la geopolítica mundial debido al debilitamiento del modelo democrático que es aprovechado por los regímenes autoritarios.
“Nos encontramos en una situación crítica en el contexto global y es que el número de democracias que hay en el mundo ha venido disminuyendo y el número de dictaduras con las que nos encontramos ha crecido sustancialmente”, argumentó Orozco, quien es politólogo por la Universidad de Texas en Austin.
Orozco recordó que las dictaduras en el continente americano «tienen una cosa en común: una fuerte dependencia de China (…) y una fuerte dependencia de las instituciones financieras internacionales”.
Reclamo por respeto a indígenas
Por su parte, Dyann Barberena, coordinadora técnica de OPIA Muskitia, denunció que pese a la importancia de la llegada de financiamiento de proyectos de conservación con fondos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la región miskita no tuvo una “consulta previa e informada” entre las comunidades.
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“Me refiero a que se consultó pero no desde su formulación, fue previa pero no antes de su aprobación. No fue libre porque en alguno momento sí hubo coacción y en ningún momento se habló en nuestra lengua materna”, criticó Barberena.
Dicha dinámica predomina tanto en la Región Autónoma del Atlántico Norte como el Sur, en opinión de los organizaciones indígenas que denuncian la persecución y el encarcelamiento de líderes comunitarios reconocidos como Brooklyn Rivera, por ejemplo.
“A partir de 2020 la importancia del proyecto Bioclima cuyo fin era frenar la deforestación, principalmente en la reserva biológica Indio Maíz, pero también sus zonas adyacentes y, asimismo, en el norte, en la reserva de Bosawás”, destacó Barberena.
Préstamos multilaterales vigentes
De acuerdo al Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua la nación centroamericana tiene US$ 3,513 millones de dólares en préstamos activos a la fecha del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), de los que han desembolsado US$ 1,345 millones.
Durante la administración del economista Dante Mossi al frente del BCIE, la institución prestó US$ 1,7 mil millones de US$ 8.6 mil millones de dólares al margen de la violencia política del régimen Ortega-Murillo que, incluso, cerró cámaras empresariales nicaragüenses.
En tanto, una investigación de Expediente Público reveló que Ortega-Murillo desvió fondos destinados para la crisis sanitaria derivada de la pandemia del Covid-19.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó en 2020 un préstamo de US$185.32 millones de dólares que fueron utilizado para saldar un adeudo que tenía la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Enacal) con la Distribuidora de Electricidad del Norte (Disnorte) y Distribuidora de Electricidad del Sur (Dissur).
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Además, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó a Managua en diciembre de 2023 US$ 687,758 para financiamiento de un proyecto de cooperación técnica en gobernanza climática.
Durante el panel foro se fustigó la responsabilidad de las instituciones financieras internacionales que mantienen sus programas de asistencia técnica en países donde se han cometido crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos, como es el caso de Nicaragua.
Los participantes urgieron a estas instituciones anteponer el respeto a los derechos humanos para reconocer los efectos colaterales que implica el desarrollo de sus proyectos en los países.