*Autocracias regionales presentan a China y Rusia como “socios humanitarios”, aunque se trata de regímenes represivos, revela estudio de la NED.
**En contraparte, el ecosistema informativo ruso y chino es utilizado para socavar principios democráticos y atacar a actores claves que van contra sus objetivos en América Latina con el argumento de “imperialismo occidental”.
Expediente Público
Los regímenes autoritarios de Rusia y China se apoyan en los gobiernos represivos de Cuba, Venezuela y Nicaragua para promover sus intereses y reforzarse mutuamente, demuestra un informe de dos investigadoras venezolanas.
Estos países están intensificando sus esfuerzos por manipular el ecosistema de información a nivel mundial para socavar las instituciones democráticas detalla el estudio “Profundizando la respuesta a las operaciones de información autoritaria en América Latina” de Iria Puyosa y Marví Marín Vásquez, con el apoyo de la National Endowment for Democracy (NED), el cual fue presentado esta semana en Washington DC, Estados Unidos.
Puyosa sostiene que la colaboración entre Rusia y China con sus homólogos autoritarios regionales, como los de Venezuela, Nicaragua y Cuba, “está impulsando la manipulación de la información en torno a la región”.
Se fomenta operaciones de información malignas respaldadas por el gobierno ruso y por el Partido Comunista Chino (PCC) que se basa en narrativas trilladas del imperialismo occidental para atacar la democracia.
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“Estas narrativas son llevadas por una infraestructura de comunicaciones construida en Rusia que inunda los canales de noticias y la televisión”, asegura Puyosa.
El análisis de esta investigadora de DFRLab Democracy + Tech Iniative señala que el Kremlin ha invertido enormes sumas de dinero en el desarrollo de medios y operaciones de información con alcance global con el fin de reunir apoyo para la política exterior rusa; y presentar a Rusia como un socio humanitario a sus aliados.
“En América Latina y el Caribe, las autoridades rusas están particularmente enfocado en asociaciones en Brasil, Cuba, Nicaragua y Venezuela”, señala Puyosa.
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Los medios rusos y chinos
Rusia se basa en sus embajadas y gobiernos aliados en la región que colaboran estrechamente. En esa estrategia, los medios Rusia Today y Sputnik, financiados por el estado, desempeñan un papel central en la difusión de narrativas pro-Kremlin.
Mientras tanto, la estrategia informativa del Partido Comunista Chino (PCC) busca una mayor percepción favorable de su expansión global e influencia.
“Este enfoque tiene sus raíces en la doctrina de política exterior china conocida como los «Cinco principios de paz y coexistencia». Estos principios incluyen supuestamente el no intervencionismo; respeto mutuo por la soberanía y la integridad territorial; no interferencia en asuntos internos de otros países; igualdad y beneficios mutuos; y la coexistencia pacífica.
“Estos conceptos pretenden transmitir una intención puramente benigna sobre los esfuerzos de Beijing a la influencia internacional, que en realidad suele ser de naturaleza coercitiva, particularmente en el espacio de la información”, advierte Puyosa.
Para llegar a audiencias en América Latina, el PCC instrumentaliza su medio de comunicación en español, Xinhua Español, y China Global Television Network (CGTN), así como plataformas diplomáticas como el Foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Foro China-CELAC).
“Esta última institución es un pilar de los esfuerzos chinos para influir en la opinión de las elites de la región”, subraya la investigadora.
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Apoyo tecnológico
El Partido Comunista Chino también basa su influencia en ayudar a los gobiernos autoritarios y a los de tendencia autoritaria de América Latina a consolidar su poder proporcionando tecnologías que facilitan la vigilancia y la represión.
Puyosa cita como ejemplos el sistema de Identificación Patria de Venezuela, desarrollado por el gigante chino de las telecomunicaciones ZTE, como un claro ejemplo de una tecnología para el registro y control de la población.
Además, Puyosa señala que diez empresas con sede en la República Popular China también construyeron sistemas de videovigilancia en espacios públicos en Ecuador, Venezuela, y Bolivia.
Beijing proporciona a La Habana tecnología para bloquear sitios web y vigilancia de los usuarios de Internet.
“Los regímenes apuntan a controlar los espacios en línea a través de información proactiva, operaciones que promueven narrativas autoritarias, así como la vigilancia y censura de las voces democráticas”, señala.
El ataque a Boric
Puyosa muestra el ejemplo de los ataques sufridos por el presidente chileno Gabriel Boric, luego que condenara las violaciones de derechos humanos en Nicaragua y Venezuela, y su descripción de la invasión a gran escala del ejército ruso en Ucrania como una “guerra de agresión inaceptable”.
“Medios pro-Kremlin y pro-venezolanos, redes de trolls en la red X, adversarios y personas influyentes en ambos extremos del espectro político acusaron a Boric de inexperto, incompetente y no apto para gobernar”, señala Puyosa.
“Desde diciembre de 2022, RT en Español de Rusia ha redoblado la publicación de noticias y artículos de opinión antagónicos a Boric, incluidos aquellos que amplifican las críticas provenientes de Venezuela y Brasil, y que hacen desfavorables comparaciones con el presidente salvadoreño Nayib Bukele”, dice el informe.
De tal manera, sostiene Puyosa, el contenido que difama al presidente chileno se ha vuelto más agresivo desde la Cumbre Presidencial Sudamericana en Brasil el 30 de mayo de 2023, donde Boric llamó la atención sobre las violaciones generalizadas de derechos humanos por parte del régimen de Maduro en Venezuela.
Desde entonces, altos funcionarios del gobernante Partido Socialista de Venezuela han atacado regularmente a Boric en televisión, acusando al presidente chileno de ser un agente del imperialismo estadounidense y darle el apodo burlón de “Boboric”.
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La tríada Cuba-Nicaragua-Venezuela
Puyosa señala que el apoyo ruso a los regímenes autoritarios de Venezuela, Nicaragua y Cuba ha aumentado notablemente desde 2019, como lo demuestra el informe regional de cobertura de noticias de RT en Español.
El estudio apunta la narrativa del Kremlin que sostiene que estos países están siendo sometido a una agresión imperialista por parte de Estados Unidos en forma de sanciones económicas. Según RT en Español, la Unión Europea estaría al borde de retractarse de sus sanciones contra Venezuela debido a su actual crisis energética, pese a la presión de Estados Unidos.
Además, el medio estatal chino Xinhua Español publicó decenas de artículos en el año pasado sobre la “guerra” económica de Estados Unidos contra Venezuela y acusó también al “intervencionismo europeo disfrazado de defensa de los derechos humanos”.
“Estos medios retratan a Cuba, Nicaragua y Venezuela como países progresistas que soportan ataques de Estados Unidos”, señala Puyosa.
“Mientras tanto, actores más encubiertos vinculados a los regímenes venezolano, cubano y nicaragüense difunden narrativas egoístas de resistencia heroica contra el imperialismo estadounidense, en ocasiones coordinando sus operaciones en las redes sociales”, subraya.
Puyosa indica que las campañas dirigidas al público estadounidense se disfrazan de “solidaridad popular con el socialismo”, una marca registrada de la propaganda cubana, y difunden narrativas caracterización de sanciones internacionales por violaciones graves de derechos humanos como actos del imperialismo.
“En consecuencia, algunos actores políticos en países democráticos se han sumado a las solicitudes para levantar las sanciones a Venezuela, Nicaragua y Cuba, citando una variedad de razones para justificar estas propuestas, incluyendo preocupaciones humanitarias, necesidades energéticas e incluso el principio de no interferencia”, dice Puyosa.
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Ataques a la democracia
Puyosa sostiene que el gobierno venezolano y las embajadas rusas en América Latina “son destacados defensores de la narrativa del “mundo multipolar”, que se despliega en parte para atacar la credibilidad del sistema internacional de normas orden basado en la democracia y su consagración de principios democráticos como los derechos humanos y el estado de derecho”.
La investigadora Maravi Marín Vásquez, directora ejecutiva de ProBox, que estudia las tendencias sociales y políticas en Twitter en América Latina, coincide con Puyosa en su estudio.
Marín sostiene que “con la ayuda de aliados internacionales como Rusia y la República Popular China (RPC), los “valores” y perspectivas autoritarias dominan el discurso público, llevando a la decadencia de pilares críticos de la democracia como la rendición de cuentas del gobierno, la libertad de expresión, igualdad de derechos para todos y elecciones libres y justas”.
Usan fondos públicos para propaganda
“Regímenes autoritarios en América Latina como Venezuela, Cuba y Nicaragua despliegan consistentemente operaciones de información para dañar a sus oponentes y reforzar sus propias posiciones a nivel nacional y en toda América Latina”, advierte Marín.
“Con el apoyo del Kremlin y el Partido Comunista Chino (PCC), los gobiernos autoritarios de la región utilizan recursos estatales para amplificar su propaganda en las plataformas de redes sociales”, señala.
Marín advierte que el régimen venezolano es particularmente hábil en esta estrategia, tanto en su propaganda interna como en sus operaciones de información en la región.
“Estas tácticas son promovidas por asesores de medios rusos que brindan asistencia técnica al régimen de Maduro para desarrollar su estrategia de comunicación”, subraya.
Marín sostiene que los autoritarios colaboran cada vez más para socavar la democracia.
“Las potencias autoritarias globales están invirtiendo enormes recursos en apoyo de regímenes socios que comparten sus objetivos de socavar la democracia a nivel regional».
Señaló como un componente clave del amplio esfuerzo de los autócratas es la producción y difusión de narrativas mediáticas que cuestionan la democracia. Además de «elevar el gobierno autoritario y apuntar a desafiar la legitimidad del gobierno central, los principios democráticos como la separación de poderes, el estado de derecho, la libertad y elecciones justas y derechos humanos”, subraya Marín.