*Un 57% de los nicaragüenses apoya la democracia, a pesar de vivir, en el país más autoritario del continente, según encuesta de Barómetro de las Américas.
**Inseguridad, hambre y corrupción incrementan en la Nicaragua de Daniel Ortega.
Expediente Público
La mitad de los nicaragüenses tiene intención de migrar (50%), e incluso, el 23% afirma que está “muy preparado” para abandonar el país en un futuro cercano, según la encuesta del Barómetro de las Américas: Pulso de la Democracia 2023 publicado este 29 de noviembre.
Las intenciones de migrar de los nicaragüenses hace cinco años era 35%. Ahora solo Haití (79%) y Jamaica (53%) tienen indicadores más altos, pero son los que toman más acciones para desplazarse, indica el estudio.
“El nivel de esperanza para el futuro” es un predictivo importante, describe el estudio.
Las personas con perspectivas optimistas no tomarían la decisión de migrar, pero el sentimiento común expresado por muchos migrantes cuando se les preguntó por qué emprender una empresa tan arriesgada es que simplemente “habían perdido la esperanza viviendo en su país de origen”.
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Mayor aumento de migración de nicaragüenses
Desde 2018 hasta noviembre de 2023, alrededor de 670 mil nicaragüenses han abandonado el país centroamericano, según datos oficiales recopilados por Expediente Público. Esto equivale al 10.8% de la población de 6.2 millones.
En 2024 la salida de nicaragüenses podría ser similar a la de 2023, explicó a Expediente Público Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano.
La continuidad de este flujo podría ocurrir porque está el programa del parole humanitario de Estados Unidos. También porque hay una gran la disposición de migrar si se cree o rumora que el riesgo de deportación es menor, indicó Orozco.
Anhelo por democracia en Nicaragua
La mayoría de los nicaragüenses apoya la democracia (57%). Sin embargo, están bajo un régimen que ocupa el puesto 174 de 179 países del Índice de Democracia 2023, solo por encima de Siria, Eritrea, Afganistán, Chad y Corea del Norte.
Desde la última encuesta en 2021 el porcentaje de los que apoyan la democracia disminuyó seis puntos porcentuales, antes marcaba 63%.
Pero la cantidad de encuestados satisfechos con la democracia disminuyó en este periodo de 41% a 36%.
El Barómetro de las Américas es publicado cada dos años por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) acogido por la Universidad de Vanderbilt. Se entrevistaron a 1,512 personas por país, en el caso de Nicaragua y Haití, vía telefónica.
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A pesar del apoyo a la democracia, solo el 27% de los encuestados nicaragüenses cree que pueden influir cambios por medio del voto, mientras el 31% confía actualmente en las elecciones y 24% cree aún que el voto es secreto.
El caso particular de Nicaragua es que el Consejo Supremo Electoral (CSE) está copado por cuadros leales a la familia de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Desde las elecciones municipales de 2008, existen acusaciones fundamentadas de fraudes a todos los niveles.
Represión a todos los niveles
“Nicaragua está actualmente calificado como uno de los países de la región con peor ranking en términos de libertad de expresión, según la encuesta de LAPOP.
Esto se debe a que el régimen Ortega-Murillo está tomando medidas enérgicas contra la oposición y la disidencia”, expuso Deborah Ullmer, directora regional para Programas de América Latina y el Caribe del Instituto Nacional Demócrata (NDI).
Este 29 de noviembre LAPOP y la fundación Diálogo Interamericano presentaron los resultados del estudio bianual en Washington, DC.
Ullmer como panelista reconoció que la encuesta destaca que, en los últimos cinco años, las caídas más significativas y generalizadas en la libertad de expresión se han producido en El Salvador y Nicaragua.
De hecho, entre 26 naciones Nicaragua es donde hay más preocupación de hablar negativamente contra su presidente, Daniel Ortega, con un 90%. En 2016 era 75%.
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“El resultado es la desconfianza, el miedo, la violencia sobre las personas y la emigración, en muchos casos como expulsión”, indicó Orozco.
Deborah Ullmer: Abusos imparables en Nicaragua
Ullmer señaló que las represalias alcanzaron incluso a miembros de la Iglesia católica, medios independientes y, sobre todo, más recientemente a Sheynnis Palacios, Miss Nicaragua, ahora Miss Universo 2023.
“El régimen expulsa, priva arbitrariamente de la ciudadanía y confisca las propiedades de cientos de críticos nicaragüenses”, dijo.
La delincuencia, la pobreza, el cambio climático y otras vulnerabilidades, lo que resulta en crisis humanitarias en el hemisferio occidental, suman para potenciar la migración.
Manuel Orozco: Estado talibanesco
A la vez, existe gran desconfianza en los poderes del Estado. Solo el 31% cree en el Poder Judicial, 29% en la Asamblea Nacional, 34% en el Poder Ejecutivo, según el Barómetro de las Américas.
Los nicaragüenses tienen el porcentaje más alto de víctimas de soborno, con 18%. Más que Bolivia (15%) y México (12%).
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“La situación nicaragüense es la de la conformación de un estado totalitarista, un talibanismo tropical, en donde la ley de autodeterminación de la soberanía se impone sobre la constitución, y de derecho de la familia Ortega Murillo a tener toda discreción para criminalizar los derechos ciudadanos”, sostuvo Orozco.
Hambre e inseguridad
Nicaragua es después de Haití (72%) y República Dominicana (52%) el país donde a las personas más les falta alimento (42%). En 2012 eran menos (32%).
Más de cuatro de cada diez personas en Nicaragua respondieron que en algún momento de los tres meses previos a la entrevista de LAPOP no habían podido comprar comida.
También un 30% señaló que habían sido víctimas de un delito, solo superados por Ecuador (36%) y Argentina (33%).
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Región en declive de su democracia
El Barómetro de las Américas subraya que en muchos países de la región solo la mitad de los pobladores apoya la democracia. Incluso, desde el pico más alto en 2009 con 69%, actualmente la media es de 59% de respaldo a este sistema.
Ullmer considera que uno de los principales hallazgos de la encuesta es que el apoyo público a la democracia, y las actitudes que conducen a su estabilidad, son menores en América Latina y el Caribe hoy que hace dos décadas.
“Han surgido numerosos desafíos a la gobernabilidad democrática, como el aumento del autoritarismo y una mayor preferencia por líderes populistas que desmantelan las instituciones democráticas a su paso”, explicó.
Gobiernos corruptos se benefician
Además, “hay esfuerzos para deslegitimar los resultados electorales por parte de gobiernos corruptos que modifican las reglas del juego a su favor y abusan del poder para beneficiarse”.
Orozco relaciona la disminución del apoyo a la democracia en América Latina y el Caribe con la desconfianza institucional después de la recesión global de 2009, que tocó economías poco competitivas, y permitió la consolidación de actores populistas.
Una década después llegó la pandemia de la Covid-19 que agravó la situación regional. Ahora hay incertidumbre y la gente está optando por emigrar para no arriesgarse a la confrontación y la protesta frente a estructuras represivas, sostuvo.
A pesar de ese contexto, Orozco considera que “los desgastes internos de los círculos de poder pueden generar contradicciones que desemboquen en oportunidades de democratización” como ocurrió en Guatemala, posiblemente Honduras, Nicaragua, Perú y Colombia.
“El tema clave es acerca de la preparación de organizaciones, líderes, de aprovechar esas oportunidades y asumir riesgos necesarios”, sostuvo.
Remilitarización
La directora para América Latina y el Caribe del NDI mostró preocupación por el uso cada vez más profundo del ejército, la manipulación del sistema judicial y estados de emergencia para hacer frente a las pandillas y el crimen organizado. Además, a la prevalencia de información falsa e influencias antiliberales de Rusia y China.
Por su parte, el director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano afirmó que, “junto a los pilares de control político de naturaleza agresora como represión policial, desprestigio reputacional, y extorsión y corrupción, hay alianzas internacionales con estados no democráticos y forajidos como Rusia, Corea del Norte o Irán”.
