*Apertura de embajada en Corea del Norte, un país controlado por una dictadura, representará gastos de al menos 40 mil dólares mensuales.
**Esta delegación diplomática podría resultar tan infuncional como la sede de la Embajada de China en Managua, que ni siquiera emite visas.
***La embajada hasta tendría que gastar anualmente más de 600 dólares en flores para cada aniversario de la muerte de Kim Il-sung, fundador de la República Popular de Corea.
Expediente Público
La intención del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de establecer una embajada en Corea del Norte, país geográficamente ubicado en la parte norte de la península de Corea en Asia Oriental, lejos de ser una sede para representar al Estado, será una oficina que servirá para desarrollar los intereses “políticos” con Pionyang y podría sumar un gasto de casi medio millón de dólares en el presupuesto del país centroamericano, coinciden exdiplomáticos y analistas internacionales consultados por Expediente Público.
Según los exdiplomáticos, el gasto dependerá del personal asignado en la embajada, el costo de vida en el país donde operará la sede y las “actividades” oficiales que se desarrollan en el marco de esas funciones. Por “muy pequeño” que sea el equipo que laborará en la oficina, puede ser u gasto de entre US$25,000 y US$40,000 mensuales.
“Por más pequeño que sea, no será menos de cuatro funcionarios en Corea, entre cónsul, embajador y al menos los secretarios de ambos (…) Si Nicaragua abre una embajada en Corea del Norte, debe alquilar una oficina para la embajada, que tiene un precio de mercado de acuerdo al país donde una va, eso es un costo que carga al presupuesto nacional de la República. Hay que pagar el salario al embajador que es un costo que carga al presupuesto también”, explicó Vladimir de la Cruz, exembajador de Costa Rica ante Venezuela.
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En el Presupuesto General de la República (PGR) al Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua se le asignó una partida de C$962.7 millones (US$26.7 millones) para el gasto 2023, de lo cual ha ejecutado el 34%, es decir C$331.4 millones (US$9.2 millones) en los primeros seis meses, según el informe de Ejecución Presupuestaria que publica el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Gastos extras en las embajadas
“A veces hay gastos oficiales, ceremonias en los que las embajadas envían flores y en el caso de Corea del Norte le puedo decir que cuando se celebra el aniversario de Kim Il-sung, el fundador de la República Popular de Corea, hay que enviar coronas de flores gigantescas que pueden costar 600 dólares y esos son gastos oficiales, no son gastos del embajador, y eso debe ser presupuestado”, menciona de la Cruz.
Una embajada no es más que la representación diplomática de un gobierno otro, para lo cual se nombran representantes. En ocasiones existe un reconocimiento diplomático sin la necesidad de que haya un “intercambio de embajadores”, es decir figuras que representen al “país, al gobierno y al presidente”, dijo de la Cruz.
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Con una embajada en Corea del Norte lo peor que puede pasar es que sea tan infuncional como la de China que opera en Managua, que ni siquiera hace el trámite de visado tal y como confirmó en un artículo la periodista de Canal 4, María Noelia Aráuz, en el que narra que a inicios de agosto viajó a Panamá para solicitar en la sede diplomática china en ese país una visa en su pasaporte que le permitiera viajar a Pekín.
“Ellos tienen un interés político de fortalecer lo que yo llamo la internacional totalitaria que es un grupo de países con regímenes dictatoriales, enemigos de la democracia, enemigos de Estados Unidos y los países democráticos (…) Pese a la distancia, invertir en esa red efectiva de regímenes totalitarios el costo puede ser irrelevante, pero los gastos operativos en una embajada pequeña, puede andar en unos US$40,000 mensuales”, refirió un exdiplomático nicaragüense bajo anonimato, debido a la deriva totalitaria del régimen de Ortega.
Interés político del régimen de Ortega
En Corea del Norte al igual que en Nicaragua existe un régimen totalitario que se caracteriza por mantener serias restricciones en contra de su población, que niega el derecho a la información, tortura a presos políticos y reprime a la disidencia.
Napoleón Campos, experto en relaciones internacionales, integración regional y migraciones, considera que la política exterior del régimen nicaragüense ha sido una “saturación cíclica”, llena más bien de “decisiones fuera del realismo político”.
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«Millones de norcoreanos en hambre, mientras la dinastía tiránica dictatorial en Corea del Norte prioriza el despilfarro en armamento nuclear, en armamento atómico, pero a Daniel Ortega se le ocurre que es algo bueno para Nicaragua abrir una embajada en Pyongyang (…) Pensar en una embajada en Corea del Norte es no tener los pies sobre la tierra, es no tener claro que el mundo cambió, que el tirano de Corea del Norte está mucho más aislado que Daniel Ortega (…) Daniel Ortega, una vez más está tomando el lugar equivocado de la historia”, menciona Campos.
En el marco de la celebración de la revolución nicaragüense, Murillo anunció la apertura de una embajada en Corea del Norte, una intención que de concretarse convertiría a Nicaragua en el único país centroamericano en tener relación diplomática con el régimen de Kim Jong-un.
No hay beneficios comerciales
Las embajadas y los consulados juegan un papel importante en la promoción y consolidación de las exportaciones, pero una relación con Corea del Norte no representaría ningún beneficio para el país centroamericano que, en el primer semestre de 2023, apenas exportó US$114.2 millones a países de Asia, que incluyen Corea del Sur, Japón y China particularmente, según estadísticas de comercio exterior del Banco Central de Nicaragua (BCN).
“Esos socios en el plano internacional, aliados o a quienes sirve Daniel Ortega, porque a lo mejor lo financian a él, a su familia, a sus cómplices y a sus esbirros a sueldo y no al país, no contribuyen al desarrollo del país. Por ejemplo, tan solo en el indicador de exportaciones sumadas Corea, Irán, Siria, Cuba, Rusia, China, Venezuela y otros aliados no representan juntos ni siquiera el 3% del valor de las exportaciones que se envían solo a Estados Unidos”, reiteró Campos.
Un exdiplomático nicaragüense calificó la medida del régimen como un acto de “simbolismo y desafío de correlación de fuerzas en el mundo”, al pretender establecer relaciones diplomáticas con países que no tienen sistemas democráticos y son autoritarios como el de Pionyang.
“Es para demostrar que pueden hacer lo que quieren, pero beneficios tangibles no veo ninguno (…) Estas misiones cuestan mucha plata sobre todo las que están más alejadas de nuestro país y nuestro continente, eso implica la logística y después mantener la nómina, pero la mayoría de esos cargos son partidarios y no están preocupados por el concepto de la representación diplomática, sino por la presencia y el desafío”, señaló el exembajador que no quiso ser identificado.
Hasta ahora, la diplomacia de Ortega y Murillo está enfocada en mantener relaciones con regímenes similares al de Nicaragua y mantener lazos con personajes que se mueven entre las sombras —como Mohamed Farrara Lashtar, sobrino del asesinado dictador libio, Muamar Gadafi — quien ostenta varios cargos diplomáticos.
