*El país centroamericano llega nuevamente al 8 de Marzo con al menos 176 organizaciones que defendían los derechos de las mujeres clausuradas desde 2018.
**Previo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer el régimen agregó a su lista de violaciones de derechos humanos, el destierro y la desnacionalización de decenas de mujeres que estuvieron secuestradas en las cárceles hasta más de dos años.
Expediente Público
Nicaragua llega a otro 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, marcada por una serie de hechos de violencia en contra de ellas, sin poder manifestarse y con un creciente autoritarismo del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Con un saldo de 16 femicidios en 2023, 176 organizaciones que defienden derechos de las mujeres canceladas desde 2018, 33 líderes opositoras desterradas y otras 26 desnacionalizadas, las nicaragüenses enfrentar esta fecha.
Mientras en otros países también se usa este día para manifestarse por los avances en materia de derechos de las mujeres, el país centroamericano continúa sin permitir que las mujeres y organizaciones feministas puedan marchar y recordar la reivindicación de sus derechos, demandar igualdad de oportunidades y el fin de todo tipo de discriminación por cuestiones de género.
La última vez que las mujeres y organizaciones feministas salieron a las calles fue el 8 de marzo de 2018, previo al estallido sociopolítico que puso en la mira del régimen a las mujeres. Este 2023, se cumplen cinco años de no poderse movilizarse como lo hacían antes de esa fecha.
Un régimen machista
Una feminista que por seguridad quiere mantener el anonimato y ser nombrada como Rosibel afirmó que el régimen ha “cercenado los derechos de las mujeres” en Nicaragua. Debido a la situación de represión se vuelve imposible avanzar con la agenda de derechos de las mujeres, agregó.
“No hay un Estado al cual demandarle esos derechos, no existen instituciones garantes de esos derechos, aquí no hay dónde buscar apoyo (…) Llegamos a un 2023 sin garantías por ningún lado, ni el Estado, ni la sociedad civil, porque la sociedad civil está cercenada y toca regresar a la clandestinidad tratando de sobrevivir y evitar la furia del Gobierno contra las feministas”, explicó Rosibel a Expediente Público.
¿Cuántas organizaciones de mujeres han sido cerradas?
En el contexto de represión estatal y violencia parapolicial que vive actualmente Nicaragua, un total de 176 organizaciones feministas y por los derechos de las mujeres fueron ilegalmente canceladas por el régimen entre abril de 2018 y octubre de 2022.
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El Colectivo de Mujeres de Matagalpa, Fundación Xochiquetzal, Colectivo de Mujeres 8 de Marzo, Asociación de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra, Asociación Programa Regional Feminista La Corriente, Fundación para la Promoción y Desarrollo de las Mujeres y la Niñez Blanca Aráuz, Asociación para la producción de la mujer de Waslala, Colectivo de Mujeres Itzá y Grupo Venancia, han sido algunas de las organizaciones clausuradas y que tenían más de 25 años de trabajo continuo en defensa de los derechos de las mujeres.
La clausura forzada de estas y otras organizaciones representa un atropello al tejido social que construyeron las organizaciones y un retroceso en materia de derechos humanos de las mujeres. Además, significa un aumento de la violencia hacia las mujeres porque no tendrán el acompañamiento necesario por el cierre de albergues, centros de salud sexual y reproductiva o de espacios para llevar procesos de recuperación psicosocial de quienes han vivido violencia.
“El cierre de esas organizaciones significa ahorita y va a significar una crisis de salud serio en nuestro país, porque esas organizaciones llenaban una demanda que el Estado no logra atender (…) Las luchas por los derechos humanos de las mujeres regresaron al closet en Nicaragua y es realmente dramático, porque como mujeres y feministas nos está tocando intentar sobrevivir y no caer en las garras de quien detesta a las feministas”, aseveró Rosibel.
Feministas siguen defendiendo derechos
El cierre de las organizaciones, apoyado en procedimientos arbitrarios, va acompañado del “desmantelamiento de sus oficinas, el requisamiento de sus bienes y, en algunos casos, de la criminalización, el hostigamiento y otros ataques en contra de sus integrantes”, denunció la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras).
La socióloga y feminista nicaragüense, María Teresa Blandón, explicó a Expediente Público que la acción del régimen no limita el trabajo que hacen y venían realizando las organizaciones destacadas por su labor en la defensa de los derechos de las mujeres antes de ser despojadas de su personería jurídica.
“Nos han quitado nuestro tendido, nos han quitado nuestros recursos, digamos la estructura política con la que se puede hacer acción en defensa de los derechos de las mujeres. Eso no quiere decir que hemos dejado de ser feministas y no quiere decir que hemos dejado de defender públicamente los derechos de las mujeres”, señaló Blandón.
¿Qué se conmemora el 8 de marzo en Nicaragua?
En noviembre de 2022, la IM-Defensoras presentó la investigación “Perseguidas por defender y resistir. Criminalización de mujeres defensoras de derechos humanos en Honduras, México y Nicaragua”, que evidencia la criminalización como una herramienta de control para impedir la defensa de los derechos humanos en el país centroamericano.
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La investigación expone que los ataques del régimen contra el movimiento feminista y contra quienes lo integran tienen antecedentes que datan de finales de los años 90, cuando respaldaron a Zoilamérica Narváez, quien denunció pública y penalmente por abusos sexuales a Ortega, esposo de su madre, Rosario Murillo.
“Las condiciones son realmente limitadas. El cierre de las organizaciones y la confiscación es una catástrofe en este país. Las mujeres están en la calle a merced de la violencia y a merced de un Estado que históricamente ha promovido la impunidad en los casos de violencia contra las mujeres”, denunció Rosibel.
¿Cuántas mujeres han sido asesinadas en Nicaragua?
El Observatorio Voces, del Colectivo Católicas por el Derecho a Decidir, registra 16 femicidios en Nicaragua en los primeros dos meses del 2023, ocho de los asesinatos ocurrieron en el extranjero, confirmó a Expediente Público su coordinadora, Martha Flores.
Uno de esos crímenes cometidos en el extranjero que le dio la vuelta al mundo ocurrió el 11 de enero en el condado estadounidense de Waller, Texas. La joven inmigrante de 21 años, Anggy Díaz, fue decapitada por su esposo Jared Discus.
La joven nicaragüense migró a Estados Unidos en el 2019 convencida de que podría cumplir el sueño americano para ayudar económicamente a su madre de crianza, quien necesitaba vencer el cáncer de mama.
El cuerpo de Anggy fue repatriado a su natal Chinandega, departamento ubicado en el occidente del país y sepultado el pasado 25 de enero.
¿Cuántos femicidios hay en Nicaragua?
El año pasado, Nicaragua cerró con una “cifra roja” de 67 casos de femicidio. Este 8 de marzo se conmemora con la ausencia de 872 mujeres que fueron víctimas de la violencia machista desde 2010 a febrero 2023, según cifras de Católicas por el Derecho a Decidir.
“Es un problema grave no atendido por el Estado y las mujeres están ahorita en indefensión. La problemática de violencia va a seguir mientras no se genere educación en una cultura de paz, educación en derechos de mujeres y el derecho de vivir libre de violencia. Mientras eso no se genere difícilmente vamos a cambiar la situación, las cifras de violencia son altísimas”, añadió Rosibel.
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Los últimos datos acumulados del Instituto de Medicina Legal, muestran que en el año 2021 se realizaron 4,803 peritajes por violencia sexual, de los cuales 4,224 eran casos donde las víctimas eran mujeres de entre 12 y 60 años.
“Más del 80% de las denuncias por violencia sexual contra las mujeres y las niñas y los niños han sido desestimadas y ni siquiera han llegado a la Fiscalía”, detalló Blandón.
¿Cuántas mujeres opositoras han sido desterradas?
La estrategia de represión del régimen tomó otro giro en febrero de este año cuando liberó a 222 personas presas políticas y las desterró a Estados Unidos, entre ellas 33 mujeres que permanecieron cautivas en la Dirección de Auxilio Judicial “El Chipote”, el Centro Penitenciario Integral de Mujeres (EPIM) y otros penales del país en algunos casos más de dos años.
Mientras iban volando con destino a Estados Unidos, el régimen desnacionalizó a las 33 mujeres liberadas.
En menos de una semana, el 15 de febrero, los magistrados del Tribunal de Apelaciones de Managua leyeron otra resolución en la que se declaró apátridas a 94 nicaragüenses, incluyendo 26 mujeres entre periodistas, defensoras de derechos humanos, campesinas y líderes opositoras.
“Las mujeres abiertamente opositoras han tenido que enfrentar una virulencia, una represión con una clara marca misógina por parte del régimen Ortega Murillo… (entre ellas) las que fueron desterradas y desnacionalizadas, pero también las mujeres que están en sus comunidades y que son víctimas de amenazas, vigilancia y chantajes”, añadió Blandón, quien sufre de manera forzada un exilio tras ser impedida de retornar a Nicaragua en junio de 2022.
La lucha pendiente del feminismo
Frente a un saldo de impunidad muy grande, las mujeres y las organizaciones feministas en Nicaragua consideran que existe una deuda pendiente para lograr una verdadera equidad de género y justicia sin tintes políticos en el país centroamericano.
Disminuir el número de muertes maternas en Nicaragua – 37 registradas en el 2022 y reconocidas en un “contexto de deterioro de las políticas de salud reproductiva”- lograr la despenalización del aborto y dar acceso a la tierra a las mujeres, son algunas de las tareas pendientes en el país centroamericano.
En Nicaragua, por ningún motivo las mujeres, adolescentes y niñas pueden realizarse un aborto, aunque sea para salvar sus vidas.
Las mujeres bisexuales, transexuales y lesbianas no tienen tampoco derecho al reconocimiento por parte del Estado.
Según Blandón se necesita una nueva democracia que ponga en el centro la “equidad de género y los derechos de las mujeres” como “parte de estas transformaciones que necesita Nicaragua para dejar atrás la violencia, la pobreza, la desigualdad, el autoritarismo y la corrupción que tanto daño nos ha hecho”, puntualiza Blandón.