*El Salvador introdujo el bitcoin como moneda de curso legal en septiembre de 2021 tras una orden emitida por el presidente Nayib Bukele, los salvadoreños siguen prefiriendo el dólar para realizar sus transacciones cotidianas.
**Pese a pérdidas del bitcoin, ahora el Gobierno impulsa una nueva ley que brinda respaldo jurídico a criptoinversionistas.
Eric Lemus / Expediente Público
La Asamblea Legislativa salvadoreña aprobó el 11 de enero una Ley de Activos Digitales para brindar certeza jurídica a las transferencias o emisiones de deuda con criptomonedas en un nuevo intento por consolidar el uso del bitcoin en la economía nacional.
El Salvador utiliza el bitcoin desde septiembre de 2021 como moneda de curso legal luego que el presidente Nayib Bukele anunció la iniciativa en el marco de la Conferencia Bitcoin celebrada en la ciudad de Miami.
El 7 de septiembre de ese año, el mandatario anunció el lanzamiento de Chivo Wallet como la billetera electrónica creada para incentivar el uso del bitcoin a través de una red de cajeros automáticos.
Chivo, que es una palabra que al utilizarse como adjetivo tiene una connotación positiva, pero al conjugarse como verbo significa apuesta fraudulenta, está bajo escrutinio público debido a fallas de seguridad electrónica.
La organización Cristosal, por ejemplo, interpuso una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por pérdidas millonarias de alrededor de 200 usuarios por robo de identidad.
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En tanto, el portafolio con los fondos bitcoin de El Salvador, que administra personalmente Bukele, presenta un descenso sistemático desde mayo de 2022 sin que las cifras remonten.
Desde que la Asamblea aprobó la Ley Bitcoin, el Gobierno compró 2,381 bitcoins por aproximadamente $107 millones. Y pese a que el valor disminuye drásticamente, Bukele tuiteó el 16 de noviembre del 2022 que El Salvador seguiría comprando un bitcoin diario. En menos de un año la moneda ha pasado de valer 46 mil dólares, a menos de 20 mil dólares.
¿Qué busca la nueva ley?
La iniciativa de Ley de Activos Digital, que obtuvo 62 votos en la Asamblea de 84 escaños, fue presentada a fines de 2022 por la ministra de Economía, María Luisa Hayem Brevé, con el objetivo de “promover el desarrollo eficiente del mercado de activos digitales y proteger los intereses de los adquirientes”.
La Asamblea, que controla el partido oficialista Nuevas Ideas al que pertenece Bukele, ofrece con el nuevo marco legal la emisión de deuda con criptoactivos y generar incentivos para inversionistas de estos activos de riesgo, pese a la baja del valor de las monedas digitales.
“El Salvador debe adoptar medidas innovadoras que le permitan competir por la atracción de la inversión extranjera directa de importantes empresas tecnológicas a nivel mundial”, reza un segmento del documento.
El diputado Rodrigo Ávila, del partido opositor Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), votó en contra porque “el Gobierno no se apega a los mecanismos ya existentes en el mercado de valores, sino que busca una regulación mucho más débil de supervisión a los instrumentos que de por sí son de mayor riesgo”, manifestó a Expediente Público.
Preferencia por el dólar
Poco más de un año más tarde de la apuesta por la criptomoneda, los ciudadanos de este país centroamericano siguen prefiriendo el dólar para realizar sus transacciones cotidianas y el sistema financiero nacional sigue girando en torno a la divisa global.
“Una moneda tiene tres funciones: medir el valor de los productos, ser un medio de pago y preservar el valor. Pero el bitcoin no hace todo eso. En primer lugar, nadie mide el valor de nada en bitcoin o ¿has oído alguna vez esta bebida cuesta 0,00005 bitcoin?”, cuestiona a Expediente Público el economista César Villalona.
Villalona pone en perspectiva los experimentos monetarios en este país centroamericano.
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“En 2001, cuando El Salvador introdujo el dólar fue para luchar contra la inflación, bajar las tasas de interés, propiciar más inversiones extranjeras, aumentar la producción y el empleo”, recuerda.
“En primer lugar, no había ningún problema de inflación elevada en aquella época. Antes de la introducción del dólar, la inflación rondaba el tres por ciento; después fue de alrededor del dos. Así que el dólar no tuvo un impacto significativo”, ejemplifica el economista.
Para Villalona la estrategia en aquel momento fue convertir este país en importador comprando productos en el extranjero con el dólar duro y financiando “con nuestra única exportación: mano de obra barata para los Estados Unidos”.
Con la nueva normativa, el profesional advierte que la criptomoneda “se utiliza principalmente para la especulación y para mover o blanquear dinero de origen ilegal”.
Además, “creo que el Gobierno sabía desde el principio que casi nadie usaría el bitcoin. Era completamente obvio que seguiríamos siendo un país dolarizado”.
Experimento playero del bitcoin
Ubicado 35 km al suroeste de la capital, El Zonte, el poblado pesquero donde nació el experimento de la criptomoneda, sigue siendo un lugar bohemio donde la economía precaria de los pescadores artesanales coexiste con una incipiente oferta hotelera que disfrutan turistas amantes del surf.
El anuncio de Bukele atrajo a microempresarios con emprendimientos que ofrecen bocadillos típicos, bares o un centro de nutrición a precio de bitcoin.
Junto a estos lugares está la sede de Hope House, el proyecto que introdujo el surfista californiano Michael Peterson hace 13 años.
Peterson y su esposa Britney crearon un lugar de formación en liderazgo y emprendimiento dirigido a los jóvenes de El Zonte. Con ellos estaban los salvadoreños Jorge Valenzuela y su esposa Cristina Guillén, quienes sirvieron de enlace con la comunidad.
Peterson, que quedó enamorado de la longitud del tubo de las olas que crean las formaciones rocosas en torno a la playa El Zonte, introdujo la criptomoneda para estimular el comercio dentro de este poblado de pescadores y el valor fue transándose entre tiendas locales. Así nació Bitcoin Beach, el proyecto que Bukele adoptó como parte de su plan de Gobierno.
Por eso es que El Zonte fue sede la segunda semana de noviembre de la conferencia internacional Adopting Bitcoin al que acudieron bitcoiners, surfers, periodistas, turistas y curiosos interesados en aprender sobre la oportunidad de hacer negocios.
El cónclave fue organizado por Bitfinex, una plataforma que promueve el comercio de tokens digitales y ofrece al Gobierno salvadoreño tecnología financiera para la emisión y comercialización de los “bonos volcán”.
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Los criptobonos
La legislación allana el camino para que la administración Bukele gestione la adquisición de $1.000 millones en criptobonos que son denominados “bonos volcán”.
El gobernante anunció en noviembre de 2021 el lanzamiento de “Bitcoin City” al pie del volcán Conchagua, una elevación de 293 metros, ubicado en el departamento de La Unión, junto al Golfo de Fonseca, cuyas aguas limitan con Honduras y Nicaragua.
Bukele efectuó un lanzamiento en un evento más cercano a una fiesta de música electrónica en el que aseguró que la energía geotérmica de la montaña es un atractivo energético que permitirá el minado de bitcoin.
Pero en el lugar todavía no hay obras en ejecución conforme a la promesa del mandatario.
Por su parte, el economista Rafael Lemus observó con preocupación la normativa porque “crea un mercado de activos especulativos, capta fondos del público con activos digitales, se fomenta no pagar impuestos por especular y se fomenta activos con más riesgo pro fraudes”.
“Lo que hay es una apuesta especulativa (…) es estar como recreando espacios de hábitat para fraudes”, opinó el profesional.
El rechazo al bitcoin
Un estudio de opinión efectuado por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) demostró que el 65.5 por ciento de la población entrevistada consideró la adopción del bitcoin como un fracaso.
El sondeo, que fue publicado en octubre, reveló que el 77.1 por ciento manifestó que el Gobierno no debería seguir gastando el dinero público en la criptomoneda.
La encuesta que fue realizada a nivel nacional por el Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA (IUDOP) entre 1281 entrevistados mayores de edad y con un margen de error de más o menos 2.76 por ciento.
El centro de estudios demostró que ocho de cada diez salvadoreños no tienen ninguna confianza en la criptomoneda. Además, el 89.8 por ciento tiene una idea equivocada porque no entienden que el bitcoin no es una moneda ni dinero en efectivo, sino un activo financiero.