*En audiencia sobre la persecución religiosa en Nicaragua, Patrick Ventrell, director de la Oficina para América Central del Departamento de Estado se mostró preocupado por las acciones de Daniel Ortega contra la Iglesia católica.
** Ryan Berg, director del Programa de las Américas del Centro para Estudios Estratégicos, demandó sanciones internacionales contra el Ejército de Nicaragua por su complicidad con el régimen.
*** Ortega «utiliza el miedo, la violencia, el odio» para gobernar, denunció Manuel Orozco, director del Programa de Migración de Diálogo Interamericano sobre la persecución a la Iglesia católica.
Expediente Público
Patrick Ventrell, director de la Oficina para Asuntos de América Central del Departamento de Estado de Estados Unidos, sostuvo que su gobierno mantiene una abierta y constante comunicación bilateral “a través de una variedad de canales” con el régimen de Nicaragua, aunque recientemente ha aplicado nuevas sanciones y más presión multilateral por sus abusos a los derechos humanos y los ataques a la democracia.
“Hemos mantenido constantemente canales abiertos de comunicación bilateral en repetidas ocasiones a través de una variedad de canales”, mencionó, sin aclarar si en estos momentos continúan las conversaciones.
Las declaraciones se dieron durante la audiencia “La Campaña contra la Libertad Religiosa en Nicaragua” de la Comisión Internacional de Libertad Religiosa (USCIRF, por sus siglas en inglés), del 15 de noviembre.
Ventrell expuso que han dejado claro al régimen de Ortega que “nos comprometernos en la negociación y el diálogo directamente sobre nuestras preocupaciones y ese sigue siendo el caso”.
“En este punto no ha indicado (el régimen) ninguna vía seria de qué estén dispuestos a hacer, pero creo que la administración del (presidente Joe) Biden ha sido bastante clara a través de una variedad de diferentes canales que se abrieron para el diálogo diplomático, que seguimos dispuestos a discutir nuestras posiciones directamente con el régimen”, agregó.
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Agencia federal monitorea abusos contra Iglesia
El comisionado presidente de la USCIRF, Nury Turkel, aseguró que mantendrán el monitoreo sobre la situación en el país controlado por la familia Ortega-Murillo.
Turkel respondió así a las solicitudes de panelistas y testigos para continuar la fiscalización e incrementar la presión sobre el régimen nicaragüense, tras los ataques continuos a las libertades civiles, incluyendo la religiosa y su persecución a actores críticos, particularmente los sacerdotes católicos.
“Este año, el gobierno de Nicaragua ha incrementado su patrón de hostigamiento contra la Iglesia católica, con acciones que han traspasado claramente un umbral de severidad no presenciada previamente”, manifestó Turkel.
El director del a USCIRF mencionó la detención y encarcelamiento de sacerdotes, en particular el obispo Rolando Álvarez y la expulsión en marzo pasado del nuncio papal Waldemar Stanisław Sommertag.
Situación de la Iglesia es monitoreada
Christopher Ljungquist, consejero para América Latina de la Oficina para la Justicia y Paz Internacional de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, indicó que “necesitamos continuar monitoreando lo que está sucediendo» en Nicaragua.
Esa información es necesaria para «hablar por aquellos que no pueden y debemos continuar brindando apoyo a la Iglesia porque en este momento desesperado, el trabajo espiritual que podemos hacer es crucial para mantener a la población en esa necesidad constante de aferrarse a algo”.
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En la audiencia participaron varios testigos, entre ellos los nicaragüenses Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de la fundación Diálogo Interamericano, así como la directora de programa de Outreach Aid to the Americas (OAA), Irela Guevara.
Nuevas estrategias contra Ortega-Murillo
El comisionado Frederick Davie mencionó, además, que los testigos llamados a la audiencia dan una descripción general a los EE.UU., sobre “las actuales estrategias para disuadir la persecución de la dictadura orteguista”.
“También tenemos la intención de explorar opciones políticas adicionales para EE. UU. considerando algunas de las formas en que el gobierno y la comunidad internacional pueden trabajar mejor para proteger la libertad religiosa de todos los nicaragüenses”.
La USCIRF es una agencia federal independiente de carácter bipartidista que monitorea la libertad religiosa en el mundo y hace recomendaciones al presidente, el secretario de Estado, el Congreso y da seguimiento a la implementación de las mismas.
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Sanciones a la Policía y al Ejército
Entre las recomendaciones de los panelistas, Ryan Berg, director del programa para las Américas del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS, por sus siglas en inglés”, mencionó impulsar y apoyar un caso contra Nicaragua en la Corte Penal Internacional, a la vez, de destinar un enviado especial para negociar con Managua.
Además, sugirió la necesidad de pedir al Papa Francisco una voz más enérgica hacia Ortega, mantener la presión por la liberación de presos políticos, entre ellos una decena de sacerdotes y seminaristas, así como declarar al régimen del FSLN como ilegítimo.
Berg mantiene la posición de aplicar la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, asimismo, sanciones más estratégicas, particularmente a la Policía y el Ejército, recordando instrumentos de presión con el tratado de libre comercio, y las leyes NICA Act y Renacer.
Ortega enemigo de la fe católica
El congresista republicano Mario Díaz Balart expuso que la oficina de libertad religiosa del Departamento de Estado llamó a la acción sobre la creciente supresión de ese derechos en el régimen sandinista.
La administración de Joe Biden impuso nuevas sanciones a la dictadura de Ortega este año, “pero queda mucho más por hacer para mantener la solidaridad con Nicaragua mediante el corte de recursos a los abusadores y hacer que los perpetradores rindan cuentas por sus derechos humanos, por ejemplo, la represión de Ortega contra la libertad religiosa”.
“Los abusos del régimen de Ortega merecen mucha más atención en cuanto al número de víctimas que el régimen está ampliando… Hoy todos debemos mantener la presión para que los nicaragüenses finalmente tengan libertad de expresión, asociada con el derecho a votar y adorar según ellos crean”, concluyó el legislador.
La también congresista republicana María Elvira Salazar consideró que Nicaragua es uno de los países más peligrosos para los cristianos, y dijo no estar satisfecha con las medidas de presión de la Casa Blanca contra el régimen de Daniel Ortega.
Para Salazar, Ortega quiere destruir la fe católica porque “es la única organización que no se inclinará ante él su única lealtad es a Dios”.
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Los testigos
Orozco, de Diálogo Interamericano, recordó que la actitud del régimen sandinista contra la Iglesia católica está relacionada con la década de los 80 y se explica ahora por la obsesión de poder y control de Ortega y su esposa Rosario Murillo.
El analista indicó que hay desesperanza en Nicaragua, por lo cual muchos ven la migración como única opción. Antes de 2018 había 300 mil nicaragüenses en Estados Unidos, pero actualmente la cifra se ha duplicado.
Además, desde 2018 se duplicó la cifra de policías en servicio activo de 10,000 a 20,000, con un incremento del 3 a 10% del total del presupuesto general en el lapso de cuatro años.
Guevara explicó que desde 2018 cuando las iglesias católicas “abrieron sus templos para proteger la vida de los ciudadanos que inicialmente estábamos protestando por la reforma social”, se convirtieron en blanco del régimen.
“Los sacerdotes en ese entonces fueron la voz de las demandas del pueblo nicaragüense denunciando la ilegalidad de los abusos de poder y violaciones a los derechos humanos y religiosos de los nicaragüenses”, manifestó.
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La directora de programa de OAA, una organización sin fines de lucro que promueve la libertad religiosa, indicó que como Cuba, Nicaragua es un país cerrado a la oposición, altamente represivo, cuya única diferencia con la dictadura de la isla, es que existe libre mercado.