*“La erosión que hemos visto en valores democráticos, del cierre del espacio cívico y ataques contra la libertad de expresión” son algunos conflictos de la región, alertó Adriana Beltrán, directora ejecutiva de la Fundación Internacional de Seattle.
**El sistema de justicia es importante para combatir la corrupción, por eso es crucial la elección de cortes transparentes, imparciales y dispuestas a erradicar la impunidad.
Expediente público
La pobreza, desigualdad, la migración, el declive de los valores democráticos, derechos humanos atacados y la censura, son los principales problemas a los que se enfrentan los países de Centroamérica.
Así lo consideró Adriana Beltrán, directora ejecutiva de la Fundación Internacional de Seattle (SIF, por sus siglas en inglés), institución que organiza el Foro Centroamericano de Donantes (CADF, por sus siglas en inglés), cuya edición del 2022 se desarrolla en Honduras.
“La erosión que hemos visto de valores democráticos, del cierre del espacio cívico, ataques contra la libertad de los medios de la libertad de expresión, abonado a eso, el tema del impacto del cambio climático es un tema fundamental que hay que tener que abordar porque también impacta en las diferentes aristas, diferentes áreas de la vida cotidiana”, expresó Beltrán al ser entrevistada por Expediente público.
A fondo: Blinken y Nichols comprometidos en apoyar el retorno a la democracia en Nicaragua, Venezuela y Cuba.
Asimismo, la directora ejecutiva agregó que precisamente lo que busca el CADF es “abordar estas temáticas y ver cómo de manera conjunta podemos generar una agenda alianzas relaciones que nos permitan apoyar al cambio que se necesita en la región”.
Los retrocesos
Para Beltrán hay mucha preocupación en torno a la promoción y la defensa de los derechos humanos.
“Centroamérica a nivel regional, esto varía, ha tenido índices bastante altos lamentablemente de ataques contra defensores derechos humanos particularmente en aquellos países que se dedican a la defensa de los territorios, de la tierra, a la lucha en temas de medio ambiente”, manifestó.
Así lo confirma el Informe Centroamericano sobre Derechos Humanos y Conflictividad Social en Centroamérica 2020-2021, elaborado por el Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica, con apoyo de la Federación Luterana Mundial (FLM). en el que demuestra que “al no contar con Estados democráticos, las instituciones no garantizan el goce de derechos humanos y la población se encuentra en constante temor e incertidumbre de su integridad física y mental, afectando su desarrollo pleno”.
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Honduras (5.36) y El Salvador (5.9) han pasado de una democracia defectuosa, a un régimen híbrido, o sea una combinación de elementos democráticos y autoritarios; y Nicaragua fue calificado como un país con “régimen autoritario” obteniendo una calificación de 3.6.
Según el apartado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha señalado a Nicaragua “como un Estado de Excepción de Facto, donde no existen garantías ciudadanas, respeto a los derechos humanos, ni separación de poder y se cometen graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad”.
Combate a la corrupción
La experta en gobernanza analizó que el sistema de justicia juega un rol importante para combatir la corrupción y fortalecer el Estado de derecho, “y por ello el tema de las elecciones, por ejemplo, de las altas cortes de los líderes de estas instituciones es tan crucial para asegurar un sistema que asegure imparcialidad y un funcionamiento equitativo de la justicia”, consideró.
Además, según su criterio, también el Poder Legislativo y otras instituciones juegan un papel fundamental “para asegurar que tienen esa base legislativa sólida que te permita tener los elementos, las herramientas para poder combatir la corrupción”.
La sociedad civil, a opinión de Beltrán, también desempeña un papel esencial, debido a que incluye a los medios de comunicación, los cuales aseguran una veeduría en el manejo de recursos estatales y en ventilar cuando detectan erosión o cualquier regresión en la lucha contra la corrupción.
Sociedad civil asediada
Para Beltrán, “la sociedad civil, entendida de una manera amplia, juega un papel fundamental en cualquier sistema democrático, es un pilar fundamental”, pero es evidente el asedio que vive en Centroamérica.
“Considero que la sociedad civil a nivel de la región centroamericana, ha mostrado un nivel de resiliencia, un nivel de creatividad, de innovación para tratar de impulsar, de promover iniciativas y acciones que permitan generar la reformas estructurales e institucionales”, opinó.
La situación es hostil, pero por suerte las organizaciones han resistido: “A pesar de los enormes desafíos que enfrentan, a pesar de los ataques, a pesar de las amenazas, a pesar de que muchos se han visto obligados al exilio, a pesar de la criminalización, ves ese compromiso y resiliencia”
No dudó, en ese sentido, que hay que apostar “a poder apoyar esas perspectivas y voces locales para que puedan tener el apoyo, para poder atender estos desafíos y poder avanzar con el importante trabajo que realizan en la región”.
Libertad de expresión bajo ataque
En los últimos meses, diferentes medios y espacios de comunicación de la región centroamericana han sido blanco de ataques y censura, particularmente a periodistas y comunicadores sociales por denunciar la corrupción e impunidad en sus países.
Beltrán, dijo a Expediente Público que “a nivel de la libertad de prensa y de expresión, ese ha sido unos derechos que también se han visto atacados, criminalizados crecientemente diría.”
“Hemos visto también a nivel regional cómo personas que se dedican a la lucha contra la impunidad a la lucha contra la corrupción también se han visto víctimas de ataques, de campañas de difamación, de criminalización, del uso malicioso perverso del sistema de justicia para buscar callarlos y silenciarlos”, lamentó.
Por consiguiente, explicó que el CADF aboga por el apoyo a la prensa independiente, al cual denominan como “un pilar fundamental de la democracia”, e inclusive se destinó un foro para discutir el tema.
Pobreza, detonante de la migración
Para la directora del SIF, la equidad y la pobreza son los mayores desafíos a los que se enfrenta la región centroamericana. “Uno de los mensajes que queremos lograr con este tipo de encuentros es que se requiere de un enfoque sostenible y de largo plazo para poder avanzar y poder enfrentar estos desafíos como es el tema de la equidad y el tema de la pobreza”, estimó.
En perspectiva: Con democracias y economías débiles frenar la migración en Centroamérica es un asunto de largo plazo.
Según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) “América Latina ante la crisis de la covid-19: vulnerabilidad socioeconómica y respuesta social “, la pobreza está disparada en Centroamérica.
Honduras alcanza un alarmante 73% de pobreza, seguido de Guatemala (60%) y Nicaragua (52%), según reportes que datan de entre 2020 y 2021.
Costa Rica tiene un 26.2% de su población bajo el umbral de pobreza; El Salvador, un 22.8%; y, siendo la excepción en la región, Panamá tiene un 12.3% de su población en estado de pobreza.
Ante este escenario, Beltrán aseguró que “dados los desafíos y la problemática en le región”, como, por ejemplo; cuestiones de seguridad, económicas e incluso el cambio climático”, entiende la decisión que “lleva a tanto centroamericano, lastimosamente, a tener que dejar sus casas y comunidades para buscar un futuro mejor”.