*El diputado Jorge Cálix, incumpliendo lo acordado entre el partido Libre de Xiomara Castro y la alianza encabezada por el partido Salvador de Honduras, fue electo presidente de la junta provisional del Congreso a través de polémica alianza con el Partido Nacional del presidente saliente Juan Orlando Hernández.
**Presidenta electa anuncia que no será juramentada por un presidente del Legislativo «surgido de la traición» y denuncia que «un grupo ensoberbecido» ha decidido continuar régimen de corrupción e impunidad.
Expediente Público
Se abrió una brecha política en el partido Libertad y Refundación (Libre) antes de que asuma el gobierno de Honduras la presidenta electa Xiomara Castro. 21 de los diputados electos de Libre le dieron la espalda al acuerdo que tenían con el partido Salvador de Honduras, de Salvador Nasralla, y en una polémica alianza con el Partido Nacional eligieron una junta directiva provisional en el Congreso Nacional (parlamento) que favorece a los nacionalistas para conservar el control político de la agenda legislativa.
Bajo ese pacto, el diputado de Libre Jorge Cálix fue electo este viernes 21 de enero como el presidente de la junta directiva provisional del Congreso Nacional de Honduras en una sesión en la que hubo gritos, golpes e interrupciones de los legisladores en desacuerdo con lo actuado y de un grupo de simpatizantes de Castro.
«Se consumó la traición!», reaccionó en su cuenta de Twitter la presidenta electa Xiomara Castro, sobre el primer revés político que sufre antes de asumir el cargo y que pone en la cuerda floja el plan de trabajo de su gobierno a partir del 28 de enero próximo.
La moción para nombrar a Cálix como presidente de la junta directiva provisional fue presentada por la diputada Beatriz Valle, quien aseguró que la propuesta contaba con 84 votos. Como vicepresidente, Valle propuso a Yavhé Sabillón y a ella como secretaria.
En el momento que presentaba su jurarmentación, la directiva provisional fue sacada a la fuerza del estrado por otros diputados de Libre, mientras en el Legislativo se coreaba «Xiomara», «se va Beatriz» y «traidores».
Los diputados de la bancada de Libre que apoyaban al diputado del PSH, Luis Redondo, para la presidencia del Congreso calificaron de ilegal la nueva directiva provisional y pidieron la expulsión de los disidentes. Redondo era el candidato para asumir el parlamento hondureño conforme el acuerdo entre Xiomara Castro con el PSH, de Salvador Nasralla.
Bajo la alianza electoral de Libre y PSH lograron vencer en las elecciones de noviembre pasado, que les permitió obtener 60 diputados entre ambos partidos. Libre obtuvo 50 legisladores, pero 20 encabezados por Jorge Calix han fracturado el partido lo que reduce la posibilidad de que se impulse el plan de nación de Castro.
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Jorge Cálix, quien conviene a JOH
La sesión para elegir a la directiva provisional del Congreso, donde el jueves 19 de enero realizó su última sesión el Pleno anterior, fue presidida por el aún ministro de Gobernación y Justicia Leonel Ayala, como establece el reglamento interior de ese poder del Estado.
El reglamento también indica que la directiva provisional “dictará las providencias necesarias para la elección de la directiva en propiedad” que se realizará el 23 de enero; sin embargo, se esperan pocos cambios entre los diputados elegidos este día.
Cálix ocupará el cargo de presidente del Congreso Nacional por los próximos cuatro años, mientras que el resto de la junta directa estará dos años en funciones.
Su nombramiento ocurre en medio de la mayor polémica posible, después que la presidenta electa Xiomara Castro acusara de traición a los 21 diputados de Libre que no asistieron a la reunión convocada para el jueves 20 de enero para designar a la junta directiva del Legislativo.
El llamado para ese encuentro fue realizado el 15 de enero por el coordinador de Libre y expresidente Manuel Zelaya Rosales, cuando ya el avispero por el rechazo de varios diputados a Luis Redondo estaba revuelto.
El encuentro de Castro y la bancada de Libre empezó pasadas las ocho de la noche en el club social del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), en la capital Tegucigalpa, donde se aplicaron pruebas rápidas para descartar el virus covid-19 entre los asistentes.
En su cuenta de Twitter, el expresidente Manuel Zelaya informó que la reunión con Castro se realizaba con 30 diputados propietarios y 32 suplentes.
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Entre los ausentes estaba Jorge Cálix, Yavhé Sabillón, Beatriz Valle, Dennis Chirinos, Eliud Girón y Edgardo Castro.
Durante el encuentro se acordó presentar en la moción para la junta directiva provisional a Luis Redondo, Hugo Noé Pino y Angélica Smith como presidente, vicepresidente y secretaria, respectivamente. Sin embargo, esa moción no llegó a presentarse.
Redondo fue nominado para ocupar la titularidad del Congreso hondureño por el ahora vicepresidente electo Salvador Nasralla, como había quedado establecido en el acuerdo político firmado entre su partido, Salvador de Honduras (PSH), y Libre. Esa alianza, según defienden algunos sectores, fue la que dio a Xiomara Castro el triunfo rotundo en las elecciones del 28 de noviembre pasado con más de 1.7 millones de votos.
Mientras, los diputados de Libre que respaldaban a Jorge Cálix para la presidencia del Congreso se reunían en la casa de este con los diputados del Partido Nacional Mario Pérez y Tomás Zambrano y algunos diputados del Partido Liberal. Posteriormente, los diputados nacionalistas habrían continuado reunidos en la casa del diputado nacionalista Antonio Rivera Callejas.
“¿Qué hacen reunidos con el Partido Nacional mientras su presidenta les ha convocado a la misma hora en otro lugar?”, publicó en su cuenta de Twitter el coordinador de la comisión de transición de Libre, José Cardoza.
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Castro no se juramentará con Cálix
Al término de la reunión con los diputados que apoyaron hasta el final el acuerdo con el PSH, la presidente electa Castro visiblemente molesta leyó un comunicado que calificó la ausencia de los 21 diputados como “el augurio de una traición” al proyecto político, y un intento de “imponer el plan de la élite corrupta que dirige Juan Orlando Hernández”.
Así mismo, anunció “que no aceptará que la juramente un presidente del Congreso Nacional surgido de la traición”, por lo que su promesa de ley será presentada ante un juez de la República, acorde con la Constitución.
“Hoy, un grupo ensorberbecido por la ambición del poder ha decidido dar continuidad al régimen de corrupción e impunidad que nos ha golpeado por más de una década”, señala el documento al que dio lectura la presidenta electa.
Será la primera vez desde la toma de posesión de Roberto Suazo Córdova en 1982 que un presidente electo no presentará su juramenta ante el titular del Legislativo, en la que podría ser considerada la mayor ruptura entre esos dos poderes del Estado.
El nuevo presidente del legislativo de Honduras llega con el apoyo de los dos partidos históricos, el Nacional y el Liberal, a quienes Libre derrotó en las urnas, lo que suma al recelo con el que es visto por algunos sectores.
Ante el incumplimiento del acuerdo por parte de un sector de Libre, Salvador Nasralla declaró en un canal de televisión que “lo que se viene en estos días es lamentable desde el punto de vista de la imagen del país”.
Consideró que “mienten” los diputados de Libre que apoyaron la presidencia de Cálix en el Congreso cuando dicen que harán cumplir el programa de gobierno de Castro.
“¿Cómo van a hacer cumplir lo que Xiomara prometió con gente del Partido Nacional? Imposible”, agregó Nasralla, para quien de los 44 diputados del Partido Nacional hay unos 40 que lo que quieren es que continúe el statu quo.
Cálix es primo de la jefa de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), Soraya Cálix, una dependencia que fue señalada de ocultar unas libretas confiscadas en 2018 al narcotraficante Nery López Sanabria que incriminarían al presidente de Honduras Juan Orlando Hernández y a su hermano Antonio Hernández, quien cumple una pena de prisión perpetua en Estados Unidos.
El parlamentario ha sido acusado de inflar las urnas a su favor en las pasadas elecciones de 2017.
Su elección en el Congreso Nacional representa un duro revés para el gobierno de Castro, quien no tendrá los socios deseables ni necesarios para combatir la corrupción y la impunidad, una de las principales promesas de su campaña.
La imposición de Cálix ocurre además en las narices de la comitiva de alto nivel, encabezada por la vicepresidenta Kamala Harris, que llegará a Honduras para la toma de posesión el próximo jueves 27 de enero.