*La nueva resolución del Parlamento Europeo pide a Daniel Ortega que devuelva la soberanía popular y democracia a los nicaragüenses por lo que califican de “farsa electoral» en noviembre de 2021.
**Diputados reiteran al Consejo de la Unión Europea activar la cláusula democrática del Acuerdo de Asociación con Nicaragua y pide a la comunidad internacional incrementar presión al régimen.
Expediente Público
La Eurocámara condenó este jueves 16 de diciembre el proceso de votaciones del 7 de noviembre en Nicaragua, que considera una “farsa electoral”, pues garantiza el cuarto mandato consecutivo de Daniel Ortega a partir del 10 de enero de 2022.
Los eurodiputados piden “a la comunidad internacional y a los socios democráticos afines que incrementen su presión política sobre el régimen nicaragüense de manera coordinada en foros multilaterales, con el fin de contribuir una transición rápida mediante la que el pueblo nicaragüense pueda recuperar plenamente el orden democrático y la soberanía popular”.
El Parlamento Europeo con sede en Estrasburgo, Francia, votó en la tarde del 16 de diciembre, una nueva resolución sobre la situación de Nicaragua.
Con 625 votos a favor, 25 en contra y 41 abstenciones, los diputados aprobaron la séptima resolución por la crisis sociopolítica del país centroamericano.
Insistencia en presos y presas políticas
El Parlamento Europeo reiteró su llamado a la “liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos, activistas de la oposición, defensores de los derechos humanos y del medio ambiente y periodistas detenidos arbitrariamente, así como de la anulación de las actuaciones judiciales contra ellos».
Además «condena los continuos maltratos psicológicos y físicos que estas personas padecen a manos de la policía y las autoridades penitenciarias, maltratos dirigidos especialmente contra las mujeres, y la situación de incomunicación en la que se encuentran algunas de ellas, sin acceso ni a sus abogados y familiares ni a atención médica”.
Sin embargo, Ortega en dos ocasiones diferentes mencionó esta semana que no liberará a los presos políticos, a quienes tildó de «terroristas».
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La resolución recuerda que Nicaragua debe cumplir las reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos, “algo que sigue siendo una obligación en virtud del derecho internacional; pide que el régimen aporte inmediatamente pruebas de que las personas encarceladas siguen vivas, así como de su paradero; rechaza la decisión del régimen de Ortega de paralizar los procesos judiciales contra ellas, lo que prolonga indefinidamente su detención preventiva”.
El documento también recuerda que “de conformidad con el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, Nicaragua debe respetar y consolidar los principios del Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos; reitera su petición de que, a la luz de las circunstancias actuales, se active la cláusula democrática del Acuerdo de Asociación”.
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Después del debate parlamentario del martes 14 de diciembre, la Eurocámara votó la nueva resolución sobre la situación de Nicaragua; por la mañana aprobaron una enmienda en la cual “lamenta que el 10 de diciembre de 2021 el régimen nicaragüense rompiese sus relaciones diplomáticas con Taiwán, un Estado democrático, para buscar el apoyo de la República Popular China, un Estado totalitario».
Parlamento Europeo presenta un Estado refallido
La resolución toca en sus 14 consideraciones la crisis nicaragüense desde el rompimiento democrático, la persecución política, el tratamiento ambiental, la corrupción, el sistema de justicia y las violaciones a los derechos humanos.
Sobre “la farsa electoral” se considera que el proceso del 7 de noviembre “vulnera todos los parámetros democráticos internacionales de unas elecciones creíbles, inclusivas, justas y transparentes; rechaza la legitimidad de los resultados de estas falsas elecciones y, por tanto, la legitimidad democrática de cualquier autoridad institucional que surja de estos comicios amañados; apoya las declaraciones en las que se afirma que estas elecciones completan la transformación de Nicaragua en un régimen autocrático”.
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La resolución recomienda para resolver la crisis política “un diálogo nacional integrador y sustancial», así como “elecciones libres, justas y transparentes, el restablecimiento del Estado de Derecho y de las libertades, el cese de la represión y el miedo, la liberación de los presos políticos detenidos arbitrariamente”, la reinstauración de los partidos políticos cancelados, “la vuelta sin exclusiones y con plenas garantías de los exiliados, y el retorno de los organismos internacionales de derechos humanos”.
Los eurodiputados lamentan la petición de Nicaragua de salir de la Organización de Estados Americanos (OEA) que le impedirían acceso a fondos del Banco Interamericano de Desarrollo, pero señalan que el Estado aún está obligado a cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos.
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Del mismo modo, indica que se deben “considerar todos los instrumentos a disposición de la Unión para adoptar medidas adicionales, incluidas las que puedan ir más allá de las restricciones individuales, tratando al mismo tiempo de evitar cualquier medida que pueda agravar las dificultades del pueblo nicaragüense”.
“Destaca que la corrupción de la que se beneficia directamente la familia Ortega-Murillo y el patrimonialismo del régimen nicaragüense, que también incluye el saqueo de los recursos naturales del país, son endémicos y generalizados y conducen al país a un colapso económico y humanitario”, indica el documento aprobado.
