Especial para Expediente Público.- Este viernes periodistas y comunicadores independientes de Nicaragua desarrollaron una cadena radial “Por el derecho a informar, no vamos a callar, en la que participaron unos quince medios de comunicación, entre ellos emisoras de Matagalpa, Jinotega, Nueva Segovia, Estelí, Bluefields y Boaco, y cibermedios como “Confidencial”, “Artículo 66”, “Nicaragua Investiga” y “Despacho 505”.
La transmisión se originó en “Onda Local”, el cibermedio que dirige Patricia Orozco que se transmite en radio Universidad y la Internet, y que cuenta con los periodistas Julio López, Duyerling Ríos y Cristopher Mendoza. Como invitados en el estudio participaron los colegas Claudia Rivas y Guillermo Cortés Domínguez, contó con intervenciones a distancia de Carlos Fernando Chamorro, José Denis Cruz y Juan Carlos Duarte y con una lluvia en “Facebook” de condenas a la dictadura por la represión a la libertad de expresión.
Tras demandar la libertad de Miguel Mora y Lucía Pineda, Carlos Fernando Chamorro hizo ver que al margen del fracaso del diálogo nacional en el que se gestó un incumplido acuerdo para respetar los derechos y garantías, “la libertad de expresión se mantiene viva”, y recordó que este día, diarios de todo el continente publicaron un editorial elaborado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) solidario con la resistencia ante la dictadura de los periodistas de Nicaragua y de exigencia de libertad a los colegas encarcelados desde hace más de tres meses.
Para Chamorro, los alegatos “inocuos e inútiles” de representantes de la dictadura en la «Evaluación Periódica Universal” (EPU), en las Naciones Unidas –que cada cinco años examina la situación de derechos humanos en cada país del mundo, y que ahora le corresponde a Nicaragua–, no son relevantes, “lo importante es que no detendrán las sanciones contra el orteguismo que prepara la ONU”.
Más presión hasta que se llegue a una solución definitiva
El absurdo monólogo orteguista que incluye una prédica de supuesto amor y paz, según el Director de “Confidencial”, “Esta Semana” y “Esta Noche”, no genera ninguna confianza en la comunidad internacional, aunque admitió que el diálogo produjo expectativas equivocadas en el exterior, pero el incumplimiento de la dictadura al no liberar a todas las presas y presos políticos e impedir las libertades de prensa y de movilización de la ciudadanía, provocará que haya más presión hasta que se llegue a una solución definitiva.
Lea: 30 meses de represión continua: crítica situación de derechos humanos en Nicaragua
Por otro lado, “Radio Camoapa” sigue y continuará informando pese al asedio policial que constantemente sufre el personal de la emisora, para lo cual es decisivo el apoyo ciudadano, pues nueve de cada diez personas de la población de Boaco ha expresado su solidaridad con los periodistas de este medio de comunicación, según su director, Juan Carlos Duarte.
Los policías y paramilitares pasan despacito y enderezando fieras miradas hacia el local de Radio Camoapa, “pero no me intimidan, no dejaremos de reportear sobre el quehacer ciudadano, seguiremos haciendo periodismo e informando a la población, de todos modos, yo ni siquiera los miro”, afirmó Duarte, aludiendo de modo sarcástico a su condición de no vidente.
En Jalapa, frontera con Honduras, la Alcaldesa de la ciudad entregó concesiones para manejar taxis a paramilitares del lugar. El periodista segoviano José Denis Cruz le hizo ver este desatino, a lo que la funcionaria preguntó si tenía pruebas, como fotos, el colega dijo que sí y se las envió, pero los beneficios no fueron retirados. Esto es parte del protagonismo periodístico que desarrollan los colegas en los departamentos de Estelí, Nueva Segovia y Madriz, pese a la represión.
Periodistas asediados por policías
Aunque los corresponsales en la región segoviana del diario “La Prensa”, “Canal 10” y “Radio Corporación, se unieron para protegerse ante la represión, fueron perseguidos por la Policía cuando se dirigían a darle cobertura a una reunión de medio centenar de caficultores en la localidad de San Juan de Río Coco. Vivieron tres horas de asedio tras las cuales alguien del gobierno “les recomendó” que se fueran del lugar porque los efectivos policiales los podrían encarcelar.
Seguir informando en las condiciones de extrema represión que impone la dictadura con sus políticas de terrorismo de Estado, un estado de sitio de hecho y una situación como de país ocupado por un ejército invasor, es un comportamiento casi heroico de los periodistas y comunicadores independientes de Nicaragua, quienes desarrollan una resistencia inclaudicable ante la tiranía, dijo por su parte el editor y coordinador del equipo periodístico de “Expediente Público”, Guillermo Cortés Domínguez, quien resaltó la valentía de sus colegas.
Pese al asesinato del periodista Ángel Gahona, al encarcelamiento de Miguel Mora, Lucía Pineda y comunicadores como Edwin Carcache, a detenciones momentáneas de varios colegas, al incendio de radio Darío, la confiscación de 100% Noticias y las instalaciones de Esta Semana, Esta Noche y Confidencial, a las heridas, golpizas, agresiones verbales, amenazas, intimidaciones, campañas mediáticas hostiles, robo de teléfonos celulares y de cámaras fotográficas y de video, etcétera, sufridas por un buen número de periodistas, estos se niegan a dejar de informar como quisiera el orteguismo, y en contra de la corriente y resistiendo la represión, siguen adelante defendiendo la libertad de prensa y libertad de expresión, añadió Cortés.
Así mismo, el ex Director de la revista especializada en comunicación, “Medios y Mensajes”, destacó la contribución de la ciudadanía a la publicación de información sobre el acontecer nacional, como los miles de videos sobre la matanza que ordenaron los Ortega-Murillo y que fueron soportes fundamentales para la elaboración de los informes sobre violaciones a los DD. HH., de la CIDH, la Oacnudh y el GIEI. Finalmente afirmó: “Los periodistas independientes son un baluarte de la resistencia pacífica de la ciudadanía que se está reactivando en todo el país”.
Televisión oficialista fracasó estrepitosamente
La cadena radial “Por el derecho a informarnos no vamos a callar”, es una actividad extraordinaria que realiza la organización gremial Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua, surgida el primero de diciembre del 2018 para defenderse ante la represión de la dictadura. Esta es la tercera que realizan.
Claudia Rivas, ex periodista del Canal 10 de televisión, el de más audiencias, y por mucho, en el país, hizo ver el fracaso del llamado “imperio mediático de la dictadura”, constituido por los canales de televisión, 2, 4, 6, 8 y 13, y decenas de radioemisoras en todo el país, pues la mayoría de la población no los ve y no los oye, hasta el extremo que el régimen ha tenido que recurrir a la televisora del magnate de medios, Ángel González (El Fantasma), para que su mensaje se difunda de manera masiva.
“El medio de comunicación que se convierte en partidario, pierde. A la gente no la engañás”, agregó Rivas, para quien el favor de la ciudadanía ha fortalecido al periodismo independiente. A propósito, en el programa se hizo ver cómo hombres y mujeres de prensa oficialistas se han lanzado con agresividad sobre el miembro de la Alianza Cívica, Dr. Carlos Tünnermann Berheim, y, por otro lado, solo extienden los brazos para acercar con timidez sus micrófonos, y permanecen silenciosos, como mudos y atontados, grabando los monólogos de Rosario Murillo, sin atreverse a realizar ni una pregunta.
La conductora del programa “Onda Local”, Patricia Orozco, trata de leer rápidamente los mensajes que aparecen en “Facebook”, pero es imposible seguir el ritmo, las audiencias están participando activamente. También fue reproducido un reportaje de Duyerling Ríos sobre ¿Cómo el periodismo vive la libertad de prensa?, en el que aparecen dramáticos y desafiantes testimonios de Álvaro Navarro, director de “Artículo 66”, muy hostigado en las últimas semanas; de Nelson Sequeira, de Telenorte, recientemente golpeado; y de David Quintana, quien está siendo perseguido por la Policía.
El nombre de esta cadena radial, recoge con exactitud, la batalla que el gremio le está dando a la dictadura: “Por el derecho a informarnos no vamos a callar”