*Debido al desconocimiento internacional a las votaciones, Ortega estalla con discurso de odio, atacando a los países europeos, Estados Unidos e insultando a los presos políticos.
**CSE logra acomodar resultados mínimos para «salvar» a partidos que no alcanzaron el 4% de votos nacionales ni departamentales.
***Presidenta del CSE, Brenda Rocha, reparte votos y curules en la Asamblea Legislativa a partidos que validaron reelección de Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder en Nicaragua.
Expediente Público
El presidente Daniel Ortega pareció enfurecido la noche del lunes 8 de noviembre, por el rechazo de 39 gobiernos que desconocen las votaciones en Nicaragua, y por tanto la tercera reelección consecutiva del sandinista por la falta de transparencia y equidad.
En un momento de su discurso llegó al nivel de calificar de «hijos de perra del imperialismo yanqui» (Estados Unidos) a los presos políticos, siete de ellos aspirantes a la presidencia, además, tildó de «sinvergüenzas» y «gusanos» a periodistas independientes y congresistas de Florida, provocando aplausos de militares, su familia y demás fanáticos presentes en el acto realizado un día después de las votaciones.
«Se los deberían llevar de aquí porque esos no son nicaragüenses, dejaron de ser nicaragüenses hace tiempo, no tienen patria», expresó el mandatario el alusión a los aspirantes presidenciales, empresarios, periodistas, líderes opositores y defensores de los derechos humanos que el régimen mantiene en prisión acusados, una parte de supuesto lavado de dinero y activos, y a otros con figuras jurídicas como “menoscabo a la integridad territorial” y “traición a la patria”.
La comunidad internacional, entre los que están Estados Unidos, Canadá, Perú, la Unión Europea entre otros, ha reaccionado a los resultados asignados por el tribunal electoral a Ortega desconociendo el proceso por ser ilegítimo, no reflejar la voluntad del pueblo debido al gran nivel de abstencionismo que de acuerdo al observatorio electoral de la sociedad civil, Urnas Abiertas, habría superado el 80%.
Premian con diputaciones a partidos aliados al FSLN
Pero las eventuales consecuencias políticas y económicas para Nicaragua parecen no importarle a quienes están en el poder en Nicaragua y a sus aliados. Con 97.74% de juntas receptoras computadas por el Consejo Supremo Electoral (CSE), controlado totalmente por el gobernante partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el presidente Daniel Ortega se agenció el 75.22% de los votos para garantizarse su cuarto mandato consecutivo 2022-2026, delante de Partido Liberal Constitucionalista (PLC) a quien asignaron el 14.5%.
Con 304 juntas pendientes de registrar entre 13,459 a nivel nacional, en el Centro Nacional de Cómputos del CSE se reportó la participación de 2,860,559 de electores.
El PLC, aliado político del FSLN, obtuvo 382,739 votos y el partido de Ortega, recibió 2,053,492 votos en las cuentas cuestionadas del Poder Electoral.
El árbitro electoral reiteró una «participación» de 65.23%, a pesar de que el observatorio independiente Urnas Abiertas considera que apenas el 18.5% acudió a las urnas el 7 de noviembre en Nicaragua.
Dudas y dudas en todo el proceso
Los recintos electorales bajo control partidario y policial, y el conteo controlado en secreto por el oficialismo, impiden comprobar los datos oficiales.
Tampoco se conoce la cantidad de boletas impresas y el origen de su impresión, los votos nulos, los resultados junta por junta y los datos de transmisión.
La prensa internacional y los medios independientes no fueron acreditados; en el primer caso, algunos enviados ni siquiera pudieron ingresar al país.
Tampoco hubo observación nacional e internacional, la cual fue sustituida por “acompañantes” que en la mayoría de casos eran simpatizantes extranjeros del partido de gobierno.
El CSE estaría eliminando a los partidos participantes que no alcanzaron el 4% como lo establece la Ley Electoral, ni siquiera el tercer lugar, Camino Cristiano con 3.3% conseguía mantener su personería jurídica.
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Salvados por la magistrada sandinista
Sin embargo, la presidenta del CSE, Brenda Rocha no leyó los porcentajes ni votos, sino, procedió a indicar la distribución parlamentaria que iniciará su periodo de cinco años a partir del 9 de enero de 2022. Rocha es una militante activa del FSLN.
Entre los diputados nacionales se otorgaron 15 curules al FSLN, dos al PLC y uno a los partidos Alianza por la República (APRE), Partido Liberal Independiente (PLI) y Alianza Liberal Nicaragüense (ALN).
En Managua donde se disputaron 19 escaños, el FSLN se asignó 15, al PLC dos y uno a CCN y otro a ALN.
Repartición entre aliados
En Nueva Segovia, las dos plazas se otorgaron al FSLN, del mismo modo en Madriz, los tres escaños de Estelí también.
El FSLN también copó las cuatro plazas de Masaya, las tres de Carazo, las tres de Granada, las tres de Jinotega, dos de Rivas, las dos de Boaco y el único de Río San Juan.
Los seis escaños de Chinandega fueron divididos cinco al FSLN y uno al PLC, en León ocurrió la misma distribución.
En Chontales el FSLN se quedó con dos curules y entregó uno al PLC. En Matagalpa la distribución fue 5 a uno a favor del FSLN y el PLC.
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Premio a Brooklyn Rivera
En las regiones del Caribe, el FSLN obtuvo dos curules y al partido regional Yatama uno. En el sur se dividieron los escaños el FSLN y el PLC.
El diputado Brooklyn Rivera, quien fue expulsado de la opositora Coalición Nacional por apoyar la reelección del magistrado sancionado Lumberto Campbell, repetirá como legislador de Yatama.
El candidato del segundo lugar en la elección presidencial también recibe un puesto parlamentario, por lo cual el PLC también estaría representado en la Asamblea Nacional por Walter Espinoza, quien conservaría el escaño porque actualmente es diputado.
En cuanto a los diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen) la distribución de los 20 escaños quedó con 15 a favor del FSLN, dos al PLC, y uno para ALN, APRE y PLI.
Ortega pierde control en discurso post-elección
El mandatario, que gobierna desde 2007 acompañado por parte del aparato estatal, incluyendo jefes policiales y militares, aprovechó el 45 aniversario del fallecimiento del fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador, para emitir un discurso público de transmisión obligatoria en todos los medios nacionales este 8 de noviembre por la noche.
En el acto estuvo acompañado por funcionarios y familiares sancionados por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, entre ellos el presidente de la Asamblea Legislativa, Gustavo Porras y el jefe del Ejército, general Julio César Avilés a quien el Departamento de Estado norteamericano sancionó por su complicidad en los crímenes contra las manifestaciones sociales que estallaron en abril del 2018.
La esposa del presidente y vicepresidenta reelecta Rosario Murillo, varios de sus hijos y su consuegro el jefe policial Francisco Díaz también han sido sancionados por la comunidad internacional por actos de corrupción y abusos a los derechos humanos.
La Unión Europea y Estados Unidos anunciaron nuevas sanciones contra el régimen Ortega-Murillo, las que, según sus altos representantes, no se limitarán a afectar de forma individual a los funcionarios. El presidente estadounidense, Joe Biden, está siendo presionado por congresistas republicanos para que firme en breve la Ley Renacer, aprobada la semana pasada por el Congreso y que amplia el ámbito de sanciones contra Nicaragua, incluida la revisión de la participación del país centroamericano en el Tratado de Libre Comercio firmado entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (DR-Cafta).