La participación de la Corte Suprema de Justicia en Nicaragua en la criminalización de las protestas y el enjuiciamiento a los líderes opositores, no fue inesperada en un país donde se conoce como una de las instituciones con más escándalos. Desde mucho antes de abril 2018, el Poder Judicial estaba envuelto en casos de chantaje, extorsión, tráfico de influencias, nepotismo, narcotráfico y el favoritismo a los intereses del Frente Sandinista.
En este especial Expediente Público analiza cómo el proceso de captura del Poder Judicial por el sandinismo fue ejecutado en diferentes facetas paulatinas que inician con el pacto de Arnoldo Alemán y Daniel Ortega, pero se ha desarrollado para funcionar con mucha efectividad en el engranaje corrupto y represivo del régimen actual.