Fuerte presencia policial y militar desde hace varios meses, donde fue asesinado líder de un grupo de campesinos alzados en armas.
Expediente Público
Otra familia campesina de Nicaragua, sufre la violencia estatal por razones políticas del régimen sandinista. Tres miembros de la familia Ortiz, de la comunidad de Ayapal, en el departamento de Jinotega en Nicaragua, han sido asesinados. Al último de ellos lo mataron el 9 de marzo de 2021, también tienen a dos jóvenes presos por razones políticas y las mujeres que quedan están siendo amenazadas.
El “delito” de estos campesinos es ser opositores al partido de gobierno, Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), dijo a Expediente Público, Verónica Ortiz Duarte, miembro de esa familia y exfiscal y exconcejal opositora.
“Por política no deberían haber muertos ni presos, porque tenemos derechos a opinar lo que decidamos opinar, en realidad, el dictador que tenemos quiere terminar con nuestros derechos políticos”, expresó Ortiz, quien ha enterrado a dos hijos en 2011 y un hermano en este 2021.
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El asesinato de Ceferino
Ceferino Ortiz, la última víctima, fue emboscado por policías y militares la madrugada del 9 de marzo en la microregión de Ayapal, en el departamento de Jinotega, a 276 kilómetros al norte de Managua, denuncian sus familiares.
Dos semanas antes, el 22 de febrero, policías y militares habían atacado a Ceferino cuando estaba de visita en casa de su hermana Verónica Ortiz. En esa emboscada resultó herido, por lo que se fue a refugiar donde sus hijas.
La Policía y el Ejército continuaron la persecución y cateo de viviendas, incluso llegaron a buscar armas bajo las camas de la vivienda de su hermana, pero localizaron a Ceferino donde una de sus hijas.
Lo mataron en los alrededores cuando se disponía a ingresar a la propiedad, denunciaron sus parientes.
Opositor al FSLN desde la Contra
Ceferino Ortiz, alias Sargento, era el líder de un grupo rebelde antisandinista llamado Fuerzas Democráticas 3-80, bautizado así en homenaje al máximo líder de la antigua Contra, Coronel Enrique Bermúdez, alias 3-80, afirman sus familiares.
Los Ortiz de Ayapal han sido opositores desde siempre. En la década de los ochenta, durante la revolución sandinista, Ceferino se enlistó en el ejército campesino de la Resistencia Nicaragüense durante cinco años.
A partir de 2010 se incrementó el acoso a la familia porque el sandinismo había retornado al poder desde 2007 y en las elecciones generales de 2011, siendo Verónica Ortiz fiscal y posteriormente concejal del Partido Liberal Independiente (PLI), los sandinistas asesinaron a sus hijos Miguel y Alfredo Polanco Ortiz.
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“A mis hijos los matan porque era opositora, era fiscal de la comunidad para la casilla 13, para hacerme un daño y para que no siguiera”, sostiene.
La ejecución de Pablo Negro
Tras el asesinato de sus sobrinos, Ceferino Ortiz se refugió en Honduras, con el líder de un grupo de excontras rearmados, Santos Joya, alias Pablo Negro, pero volvió cuando lo ejecutaron cerca de la frontera con Nicaragua, en enero de 2012. Al regresar fue detenido y estuvo preso 15 meses, dijo a Expediente Público Verónica Ortiz, vía telefónica.
Antes de ser liberado a Ceferino lo amenazaron de muerte por lo que decidió retomar las armas y enmontañarse, dicen sus familiares. Opositores de San José de Bocay, municipio al que pertenece Ayapal, confirman que el grupo de Sargento es netamente político porque no hay actividad delictiva en la zona, que desde hace meses está militarizada.
El Ejército de Nicaragua y la Policía nunca han reconocido la existencia de grupos armados opositores por razones políticas, a la fecha no han publicado ninguna nota sobre la situación en Ayapal o el asesinato de Ortiz, tampoco ha reconocido la existencia de paramilitares afines al Frente Sandinista en el campo.
“Aquí en esta zona no hay grupos armados, pero en otras partes no solo estaba Ceferino, hay otros. Están desde el 2011, cuando Pablo Negro se rearmó, han (matado a algunos líderes), pero siguen”, asegura Verónica Ortiz.
Muerte, cárcel y persecución a los Ortiz
Dos sobrinos de Ceferino y Verónica están presos en Matagalpa: Yerling Cruz Ortiz, desde abril de 2020, y Juan Gabriel Polanco Ortiz, aunque el segundo no aparece en la lista de presos políticos de las organizaciones opositoras.
Según sus familiares, ellos son acusados de pertenecer al grupo de alzados de su tío, así como, Dionisio, el hijo sobreviviente de Verónica Ortiz.
La persona entrevistada en Bocay, vía telefónica, indicó que el día que mataron a Ortiz, hubo un fuerte movimiento militar y policial, se colocaron dos retenes, uno de ellos frente al hospital, también circularon ambulancias trasladándose de Ayapal a Bocay y viceversa.
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Verónica Ortiz manifestó que aunque su hermano murió “no se termina todo, porque no solo era él, hay muchos campesinos, jóvenes que huyen porque no encuentran donde arrimarse y los maltratan cuando llegan a las comunidades. Si muere uno aparecen tres más”.